El nombre del rubí proviene del latín “ruber” que significa ‘rojo’. Este vívido color es la característica más importante de la piedra y lo que le da valor dentro del esquema de piedras preciosas. Los antiguos griegos la conocían como ántrax, carbón vivo, pues al estar expuesta al sol tomaba la apariencia de un carbón ardiente.
Los rubís se forman en lugares donde chocan las placas tectónicas entre sí, pues necesitan condiciones especiales tanto de presión, como de temperatura y composición química. Actualmente, estas colisiones se han dado por debajo del Himalaya, en donde la placa de la India choca con la de Asia, y también al este de África.
Los primeros yacimientos de rubís se excavaron en el valle de Mogok, Birmania, lugar que sigue siendo el centro principal de extracción de esta piedra. Cuentan con una cantidad elevada de ejemplares en colores clásicos y con un cierto nivel de transparencia que le agrega valor. Aquí, la importancia del rubí ha sido tal que en el pasado a los reyes birmanos se les conocía como Señores del Rubí.
Al ser una de las gemas más raras entre las piedras preciosas, también son las más costosas y codiciadas. Nunca llegan a tener más del 80% de rojo puro, pues es una piedra dicroica, es decir, refleja tonos secundarios de naranja, morado, rosa o violeta.
Muestran dos diferentes efectos ópticos que las caracterizan: el asterismo o efecto estrella, y el chatoyance o efecto ojo de gato. Las diferentes líneas e inclusiones dentro de la piedra reflejan luz en forma parecida a la que brillaría una estrella o la pupila de un gato. Ambas son pulidas a cabujón, creando una alteración óptica más evidente.
A lo largo de los años, estas piedras han sido las favoritas de las familias reales por ser símbolo de poder y distinción. En la India se creía que el rubí poseía un fuego en su interior que era capaz de garantizar larga vida y prosperidad. Durante la Edad Media se pensaba que tenía poderes sobrenaturales y que su color cambiaba si se aproximaba una desdicha.
Los rubís de Enrique VIII se han convertido en unos de los más famosos y aclamados en el mundo. Este rey de la casa Tudor no solo los usaba como símbolo de poder, sino para imponer su autoridad sobre otros monarcas europeos y sobre su corte.
FACTS
- Berger Joyeros presenta una nueva colección llamada Couleur Coeur, en la que el encanto del rubí se enaltece con diamantes de cortes diversos, tanto en anillos y collares, como en pulseras y aretes.
- Esta gema representa la pasión, el amor y el romanticismo.
- Era conocida como ‘gotas de sangre del corazón’ y eran llevadas como talismanes contra las enfermedades, la mala suerte y las heridas.
Fotos cortesía de Berger Joyeros
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