Horacio Quiroz laboró 12 años para el ecosistema publicitario. Ascendió en el escalafón hasta convertirse en Director Creativo Asociado. No obstante, a principios del 2013, decidió renunciar; fastidiado de aquel mundo falaz y plástico, se volcó de lleno a la pintura. El sobrado talento de este artista visual contemporáneo, combinado con las tablas que le brindara su otrora profesión, el diseño gráfico, le han permitido abrirse paso en la escena underground global con una propuesta extrañamente peculiar: la distorsión fisiológica.
El cuerpo del sujeto en el surrealismo pop de Horacio Quiroz se deforma en engendros bifrontes y bicéfalos, en criaturas encorvadas y en siameses tumorales. Su obra, a modo de un espejo grotesco, refleja todo aquello que, como sociedad, no deseamos ver. Este bestiario posmoderno, compuesto de pedacería anatómica, transposiciones antinaturales de los órganos y escorzos teratológicos, provoca una estremecedora extrañeza que paradójicamente termina, como observaba Schiller, “Cautivando con un encanto irresistible”. De ahí que la controversial pintura de Horacio Quiroz se haya exhibido con éxito en EE UU, Canadá, España, Suiza, Australia y Portugal.
HUMAN CRAP
Horacio, huelga decir que las referencias eróticas en tu obra son transversales pero, ¿qué lugar ocupa tu sexualidad en la obra?
Considero que mi trabajo no es arte queer tal cual. Mi trabajo habla acerca de la condición humana, y esa condición a veces sucede que es queer. No es un mensaje frontal, pero creo que la gente LGBT, cuando mira mi obra, puede sentir una empatía por ella debido al trasfondo y el proceso de cambio que todo este grupo de personas ha tenido en algún momento de su vida: salir del clóset, mostrarse tal y como son. Creo que hay mucho trasfondo y una lectura entre líneas de este tema.
¿Qué yace detrás de los complejos seres que retratas en tus pinturas?
Se echa de ver un especial cuidado por el color y la luminosidad, pero también un meticuloso interés por provocar grima y desasosiego. ¿A la luz de qué debemos entender esta transgresión física que planteas?
Provoca desasosiego porque como sociedad estamos así. Creo que no nos hemos dado cuenta –será un poco fuerte lo que voy a decir– de que somos una plaga. Quien extinguió a los dinosaurios fue un meteorito, quien extinguió a otras especies fueron las glaciaciones, pero ahora somos los humanos quienes estamos extinguiéndolo todo. Yo no creo que el panorama sea tan bello como para retratarnos en una pintura y que no refleje esta condición humana que está integrada por estos polos que pueden resultar en algo muy bello, pero también en una fealdad aberrante. Al final, eso es lo que representa mi trabajo: esta dualidad, la polaridad encarnada en un cuerpo humano. Mi intención no es pintar monstruos, sino retratar la polaridad y el cambio, la vida que nos somete a procesos y cómo van emergiendo estos cambios a través de las vivencias.
Se advierte que en tu obra más reciente hay una mayor incidencia de la palabra; resulta imposible no suponer que hay una intención manifiesta por compartir un mensaje puntual.
Sí, lo que sucedió para esta última exposición individual fue que acabé el cuerpo de obra y sentía que le faltaba algo. Había estado leyendo a Donna Haraway durante ese lapso de tiempo y hubo dos frases que me llamaban mucho la atención. Entonces decidí intervenir mis propias pinturas haciendo un estandarte enfrente de ellas y recortando la tipografía en el lienzo para dejar ver solo ciertas partes de la pintura. Y esto debido a que creo en el mensaje que Donna Haraway está diciendo y lo considero muy importante.
Una de las frases es: “Make kin, not babies”, por ejemplo. Y me interesa más que la gente entienda eso o que se pregunte qué quiere decir kin, ¿no? Y que investiguen acerca de la frase que tiene mi pintura. Por eso fue que decidí taparlas e intervenirlas. Como bien dices: la frase es muy directa y puntual, y no te deja lugar a dudas. Y quizá anteponer las frases a la pintura es como darle más importancia a este mensaje. Esta frase, “Make kin, not babies”, me hacía pensar: “Si no fuéramos tantos”. El problema no es la contaminación, no es el desastre ecológico, no son las pandemias. El problema es que somos muchos seres humanos y no nos hemos dado cuenta de que nosotros somos la plaga que está acabando con este planeta y que las mujeres y hombres nos seguimos embarazando a diestra y siniestra creyéndonos dueños de algo que no es nuestro.
Y la otra frase: “Why should our bodies end at the skin?”, se refiere a por qué el cuerpo no podría terminar o extenderse más allá de la piel. Es hacerte responsable no solo por lo que tú eres, sino por lo que está fuera de ti, o sea, la montaña también es parte de ti, un perro; otros seres, tu padre, tu madre, también son parte de ti y así como cuidas de ti y te provees de lo mejor, también deberías de expandir tu cuerpo, como este cuerpo social en el que todos somos una sola cosa.
BRIEFLESS
Para muchos la publicidad es un ente consanguíneo al arte. Para ti, ¿existe parentesco entre la publicidad y el arte?
Podría parecer que sí, pero en realidad no. Antes de comenzar a pintar pensaba que existía ese vínculo o que iba a ser muy parecido el pintar a la publicidad, y cuando comencé a enfrentar al lienzo y ya, propiamente, el acto de pintar, descubrí que no. Por lo menos para mí, no. La procedencia lo es todo. La pintura es un lugar muy distinto respecto al lugar desde donde surge la publicidad. En publicidad atiendes a la necesidad de un brief, de un cliente y el mensaje está acotado. Y el arte para mí, o como yo lo hago, procede de una cuestión muy personal, emocional, de mis entrañas y eso rompe el vínculo que podría haber entre una y otra. La procedencia desde donde surge el mensaje.
En la contemporaneidad, aparentemente, ningún sector de la vida análoga o digital se escapa al influjo publicitario. Tú fuiste parte activa de dicha industria y, sin embargo, un día renunciaste a ella.
Son dos cosas. Por una parte, el hartazgo y el ya no querer estar en la publicidad, el ya no querer formar parte de este mundo corporativo: tener un horario, un jefe, subalternos; una industria que para mí da mensajes con los que no comulgo; el no querer seguir alimentando el inconsciente colectivo con ideas que me parecen no-trascendentales.
Y, por otra parte, al estar dentro del mundo publicitario, me di cuenta de lo que yo no quería ser. Tal vez no tenía del todo claro que se trataba de la pintura, pero sabía lo que no quería ser y la publicidad me ayudó a definir eso. Y ahí viene toda esta parte, este amor por querer realizar un proyecto personal y poder encontrar mi momento expresando lo que yo ingenuamente pensé que podría expresar en diseño o en publicidad. Nunca llegó ese día.
En buena medida, la publicidad es responsable de la praxis de la actual sociedad de consumo. ¿Qué de eso te molesta más?
Lo peor es alimentar el inconsciente colectivo con ideas súper equivocadas, con patrones de belleza erróneos; con ideas que venden que un producto te hará feliz comprándolo, que vas a ser más guapo, mejor, y son concepciones totalmente falsas que la gente las cree y sigue consumiendo. Y que, de alguna forma, las queremos porque todo el tiempo estamos bombardeados por tales ideas. Eso es lo peor, porque podría hacer- se publicidad desde otra perspectiva, y yo pienso que hay quien lo intenta, pero también creo que todavía hay muchos tabúes y clientes por convencer para que eso suceda.
BEHIND THE CANVAS
¿Qué se esconde en el reverso de tus lienzos que últimamente ha cobrado protagonismo?
Lo que hay son quotes, dibujos espontáneos, frases de cosas que traigo en la cabeza en el momento en el que estoy pintando, por alguna lectura o artículo que leo ese día, ideas que quedan resonando en mi cabeza. Y respecto a estos dibujos espontáneos, de alguna forma, el óleo es muy solemne y lleva su tiempo. Hacer estos dibujos es una parte contrastante porque resulta más lúdica, no me tengo que preocupar porque queden bien. Es algo que la gente, en principio, no verá. Pero también esta forma más fresca y espontánea de expresarme me está pidiendo más. Es por eso que este sentimiento de libertad que sucede detrás del lienzo ahora se está viniendo hacia la parte anterior, a la parte frontal de mi obra.
Tus piezas más actuales se perfilan a la interactividad y tienden a dejar el formato del lienzo bidimensional para alojar tus creaciones en vitrinas, formato que flirtea con la escultura.
En el primer caso que mencionas, que son los canvas con este estandarte que tienen frente al lienzo y que cubre parte de la pintura donde está esta frase con un lienzo recortado, se me hace interesante porque de alguna forma tienes dos pinturas en una. El coleccionista, al adquirirla, tiene esta pintura reversible y la puede exhibir en su casa con el estandarte o sin el estandarte, entonces le da también un juego interesan- te y convierte al coleccionista en parte de la obra, porque en algunos casos hay unas manos que se superponen al lienzo y pueden posicionarlas en distintos lugares.
Y el otro caso, es el de la serie Human Crap en la que a las obras les llamo pinturas escultóricas, están pintadas sobre lino y este se encuentra arrugado de tal manera que adquiere forma de escultura y estas a su vez están exhibidas dentro de unas vitrinas. Y esto es porque me gusta explorar. Me cuesta trabajo estar haciendo siempre lo mismo y llegar al estudio a hacer una receta que ya tengo aprendida de algunos años. Me gusta seguir probando, aprendiendo cosas y generar nuevas series. Creo que ahora estaré trabajando por proyectos más que con un solo flujo de trabajo.
Entrevista por: LUIS FELIPE FERRA
Es Licenciado en Comunicación por la IBERO, Maestro en Humanidades por el Instituto Cultural Helénico y Maestro en Gestión de Arte y Cultura por la Universidad de Melbourne. Ha trabajado para agencias de publicidad como Publicis, Olabuenaga-Chemistri y Central Buzz. Es cofundador de la productora cultural Polytropos AC y director de la serie de Tv, Nota Dominante. Actualmente cursa la Maestría en Cine en la Universidad Queen’s de Belfast.