El arquitecto Alberto Yarza es uno de los líderes de la arquitectura sustentable en el país. Es egresado de la Universidad Iberoamericana en donde ejerce como profesor y con maestrías en Israel, Italia, Inglaterra y Oxford. Es el responsable del programa de estudios de ITC-CMIC para la maestría en sustentabilidad en donde se preparan alrededor de 300 arquitectos de toda la Re- pública. Ha adquirido experiencia internacional trabajando con empresas como THR, de España; Morris Architects, en Orlando y Houston, e Italconsult, en Roma. Su extenso portafolio de trabajo abarca diseño y plani cación urbana, proyectos turísticos y desarrollos comerciales.
Su interés por la arquitectura sustentable nace de la preocupación actual en el mundo por la conservación del planeta, como nos la define Yarza: “La sustentabilidad es un desarrollo que cumple las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de cumplir las suyas”. Hay diferentes factores que se toman en cuenta para la arquitectura sustentable, como el medio ambiente, el sitio en donde se va a trabajar, la optimización de recursos y el uso de materiales no contaminantes, así como la eficiencia y el uso de fuentes de energía alternativas para generar un espacio saludable.
Para lograr esto, Yarza nos cuenta sobre las diferentes herra- mientas de diseño que tal vez en el pasado no eran imprescindibles; si ahora el arquitecto quiere diseñar con factores sustentables, los parámetros con los que normalmente se trabajaba tienen que cambiar. “Deben considerar energías alternativas como el viento (eólicas), así como paneles solares para distintos propósitos, como generar energía eléctrica y calentar agua, también deberán considerar la recolección del agua de lluvia y su reciclaje. Tener una comprensión integral de la importancia de la orientación, el impacto de calor y frío en los muros, pisos y techos de las casas”.
La aplicación de estos requisitos, antes innovadores y ahora canon, es lo que marcará la supervivencia de los arquitectos en cuanto a su contratación por las nuevas generaciones. Así lo explica Yarza: “Los ingredientes de la composición son otros, los arquitectos tienen que modificar su estrategia, si no serán seres en extinción porque no cumplen con las demandas de una sociedad joven que solicita respuestas no solo de formas raras y caras, sino de espacios habitables realizados con conciencia ecológica y ahorro de energía”.
Un ejemplo que Alberto menciona es la “arquitectura vernácula” que, en sus palabras, es “una solución más económica con más confort, más espontánea, más primitiva con materiales de la zona, materiales reciclados con diseños contemporáneos que requieren poco mantenimiento y proponen el uso de espacios flexibles. La propuesta de soluciones funcionales con mucho cuidado en la orientación y ventilación cruzada, donde vivir sea una nueva experiencia”.
Mientras que las preocupaciones medioambientales son muy reales, muchas veces no se explica por qué se necesita que la arquitectura evolucione a ser sustentable y que las ciudades sean bioclimáticas. Alberto lo define de una forma muy clara: “La implementación de arquitectura bioclimática, que consiste en el diseño de edificios tomando en cuenta las condiciones climáticas y del entorno, aprovechando los recursos disponibles como el sol, la vegetación, la lluvia y la dirección del viento para reducir el impacto ambiental de las construcciones es primordial para desarrollar una ciudad sustentable”. Esto requiere una forma completamente nueva de pensar y diseñar ciudades; la actual ciudad moderna queda obsoleta en cuanto a los requerimientos que el arquitecto menciona.
Desde su punto de vista, se trata de implementar toda una nueva cultura social y sustentable que sea transmitida a través de soluciones arquitectónicas: “Un nuevo planteamiento teórico-práctico y tecnológico que sea innovador y tenga bases sustentables”. Con ello se eliminaría la “ciudad moderna contaminada”, en donde los proble- mas de ruido, tráfico, movilidad, transporte y el concepto de barrio y calle que causan estrés, serían eliminados. Aunque esto suene fácil, no lo es, sin embargo su práctica es muy necesaria.
Yarza sabe cómo empezar esta transformación, mientras que la reconstrucción de una ciudad resulta bastante compleja, nos platica cómo sería posible: “En las ciudades el problema es mucho más complejo, pues el acercamiento a las soluciones tiene que ser en base a una metamorfosis urbanística. Las oportunidades de hacer ciudades nuevas son muy escasas, así que el proceso de cambio es muy lento, pero se requiere antes de que la ciudad colapse, como lo hemos visto a lo largo de la historia”.
El arquitecto tiene la conciencia de que la misma construcción generó un problema de contaminación y sabe que eso en conjunto con todos los otros problemas actuales que se presentan en una ciudad deben de ir cambiando poco a poco: “La construcción generó contaminación, la industrialización contaminó el aire ambiental, el tráfico aumentó y las emisiones de autos y transporte incrementaron las concentraciones de dióxido de carbono. El calor reflejado en suelos de concreto duplicó las temperaturas por radiación solar, la falta de áreas verdes en la ciudad no oxigena los barrios y la absorción del agua al suelo es nula, resultando en ciudades que se están colapsando”.
En cuanto a la sustentabilidad, Yarza nos platica que la tendencia está cambiando, gracias a la conciencia ecológica: “Principalmente la gente joven que está más consciente de los cambios del planeta y que desean un mejor entorno para sus hijos. También los adultos están haciendo plataformas de conciencia sustentable: profesores, colectivos y asociaciones que luchan para que los gobiernos cambien estrategias de ver cómo la ciudad se puede regenerar y transformar. Hay que cambiar leyes y reglamentos”.
A través del crecimiento de la conciencia colectiva, de las demandas que hacen los clientes a los arquitectos y el nuevo acercamiento de estos hacia el diseño de sus proyectos, se puede generar un cambio importante y constante. Mientras que la iniciativa existe, es necesario darle seguimiento para en un futuro poder llevar a cabo esa metamorfosis de la que habla Yarza y generar ciudades en las cuales las futuras generaciones no solo puedan vivir, sino que puedan prosperar.
Texto por: Daniela Jiménez