Desde muy pequeño, Haring mostró grandes habilidades para el dibujo. Se mudó a Nueva York donde estudió en la School of Visual Arts (SVA), pero en realidad no fue la escuela lo que desarrolló su lado artístico y sí la creciente y efervescente comunidad creativa de las calles de Nueva York de esa época. Independientes del circuito de museos y galerías, los artistas trabajaban en las calles, metros y espacios disponibles y no se regían por las reglas de las instituciones artísticas del momento.
Haring hizo amistad con pintores, músicos y escritores entre los que se encontraban Kenny Scharf y Jean-Michel Basquiat. Con varios de ellos comenzó a realizar exposiciones colectivas, para difundir su trabajo y su mensaje. Haring dedicó su vida a realizar una obra para el gran público con un mensaje social de fondo. A partir de 1980, Haring comienza a trabajar sobre espectaculares en desuso dentro de la línea del metro que estaban cubiertos con papel mate negro.
Haring no dudó en usarlos como lienzo y comenzó a realizar sobre ellos dibujos con gis blanco. Poco a poco, en tan solo cinco años, esta cambiante galería se volvió parte del paisaje urbano para los neoyorkinos que todos los días utilizaban el metro y Haring fue ganando espacios en el ámbito artístico nacional e internacional.
Entre sus trabajos más importantes se encuentran: Crack is Wack, que hoy en día es un landmark en Nueva York; el mural realizado con la participación de 900 niños para el aniversario de los 100 años de la estatua de la Libertad; una parte del Muro de Berlín y workshops de dibujo para niños alrededor del mundo.
Además incursionó como pionero de las Concept Stores, aunque no se conocieran con ese nombre en esa época, cuando abrió una Pop shop con playeras, juguetes, pósters, botones y todo tipo de objetos intervenidos por él, con el fin de hacer su arte más popular, con productos a un costo accesible. Su visión fue siempre exhibir su arte de la manera más amplia posible, y en esto fue apoyado por amigos y mentores como Andy Warhol.
Haring murió a los 31 años de Sida, tan solo dos años después de ser diagnosticado, no sin antes crear una fundación que lleva su nombre, con el fin de proporcionar fondos y obras de su autoría a organizaciones que trabajan para combatir y proteger a quienes padecen esta enfermedad, así como a programas de prevención infantil.
Durante sus últimos años se dedicó a generar conciencia sobre la enfermedad y a promover su combate y prevención. Su preocupación por el entorno, lo llevó a crear obras para hospitales, orfanatos y organizaciones de caridad. Difundió mensajes de amor, vida, muerte, sexo, y creó un lenguaje de conceptos universales comprensible por todos.
Trabajó en colaboración con grandes artistas como Madonna, Grace Jones, Bill T. Jones, William Burroughs, Timothy Leary, Jenny Holzer, Yoko Ono y Andy Warhol. Hoy día, marcas icónicas como Tequila 1800, se han aliado con la Fundación Keith Haring para honrar su legado, y es por eso que en las botellas de edición limitada 1800 Essential aparece su obra con mensajes de activismo, llenas del colorido y diseños característicos de este inolvidable artista.