Emmanuel Macron llegó a la presidencia de Francia el pasado 14 de mayo después de ganar el apoyo del 66% del electorado. El entonces candidato quedó como salvador de la Unión Europea tras derrotar a la candidata de ultraderecha Marine Le Pen quien obtuvo el apoyo de 34% de los votantes.
El presidente de 39 años estudió Filosofía y Letras, y posteriormente cambió su interés hacia el mundo de las finanzas. Trabajó como banquero durante cuatro años, hasta que el presidente François Hollande lo invitó a su gabinete como ministro de Economía. Después de dos años de trabajo con el gobierno socialista, dejó el puesto para formar un nuevo movimiento político llamado La République En Marche! (LREM).
En abril de 2016, el ahora presidente lanzó la iniciativa, invitando a los ciudadanos a unirse para identificar los problemas de Francia y proponer soluciones. En pocos meses más de 200 mil personas eran parte de En Marche! Tras el éxito del movimiento, Macron hizo campaña como candidato de centro a la presidencia y publicó un contrato con los votantes en el que describió seis prioridades que llevaría a cabo de ser electo:
EDUCACIÓN – Prometió reintegrar las cultura y los valores de la sociedad francesa en todos los niveles educativos del país.
TRABAJO – Dijo que buscaría simplificar las leyes laborales, reformar los seguros de desempleo, crear empleos y hacer mejoras para aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores.
ECONOMÍA – Se comprometió a crear un nuevo modelo de crecimiento que sea ecológico, que favorezca distintos sectores industriales y en especial a los emprendedores.
SEGURIDAD – Prometió seguir la lucha contra el terrorismo con una estrategia basada en la paz.
DEMOCRACIA – Se comprometió a renovar la representación nacional y responsabilizar de sus actos a los servidores públicos.
POLÍTICA EXTERIOR – Aseguró que Francia tendría una mayor presencia internacional que fortalecería Europa y que cambiaría su política respecto a África.
Cuando ganó la presidencia, muchos dudaban de su capacidad para cumplir estas promesas, ya que En Marche! no tenía ni un solo asiento en el parlamento. Sin embargo, esto cambió el 18 de junio cuando el nuevo partido arrasó en las elecciones parlamentarias obteniendo 63% de los 577 asientos disponibles.
Macron formó un gabinete interesante. Tiene políticos de ideologías opuestas, como el conservador Bruno Le Maire y el socialista Gérard Collomb, y activistas reconocidos en Francia, como el ambientalista Nicolas Hulot o la bloguera Marlène Schiappa. La elección de su equipo ha causado incertidumbre, ya que será difícil que los representantes de izquierda y derecha se puedan encontrar en el centro, como quiere el presidente.
La llegada de Macron al poder crea un nuevo paradigma en la V República de Francia. Hasta ahora, ha demostrado que diferentes ideologías se pueden unir bajo un nuevo partido político. Que es posible derrotar el sistema con pocos años de preparación. Que el cambio climático es una lucha que se debe hacer, sin importar lo que diga el presidente de Estados Unidos. Y que Europa unida todavía tiene un futuro. Si tiene razón o no en lo demás, lo veremos durante los próximos cinco años.
Ante todas las adversidades, Macron se ha mantenido firme. Para cumplir con su agenda nacional necesitará que su gobierno se mantenga unido. Es probable que enfrente resistencia de los ciudadanos porque muchas de las reformas que quiere hacer requieren de recortes fuertes en los gastos de gobierno.
En el ámbito internacional, el presidente de Francia podría posicionarse como nuevo líder en la lucha por la integración europea o contra el cambio climático. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, le dijo: “Europa necesita tu energía, tu imaginación y tu coraje”.
Texto por Mercedes Migoya @mercedesmigoya
Ilustración por: Ximena Sánchez