El pasado miércoles 18 de julio, la Comisión Europea multó a Google con 4342 millones de euros debido a las prácticas ilegales que la empresa ejercía en los sistemas operativos de Android con el fin de reforzar el dominio de su buscador. Esta es la multa más alta que la Comisión Europea ha impuesto a una sola empresa.
Tras una investigación detallada, se descubrió que Google utilizaba los dispositivos móviles para aumentar, fortalecer y posicionar su buscador en todo el mundo. La empresa logró lo anterior al exigir a sus usuarios instalar sus servicios de búsqueda (Google Search) y su navegador (Chrome) para poder acceder a su tienda de aplicaciones (Play Store). Estas prácticas son consideradas por la UE como contrarias a la competencia, puesto que fomentan el monopolio. Google apeló y explicó que parte de su negocio consiste en tener aplicaciones preinstaladas en sus equipos para no cobrar su tecnología a los fabricantes ni depender de un modelo estricto de distribución.
Cabe señalar que Google no es la única empresa que ha sufrido una multa por estas razones. En el 2004, Microsoft fue multado por negarse a compartir documentación técnica para poder crear programas compatibles con Windows. En el 2008, Qualcomm recibió una multa por sobornar a Apple para que usara únicamente sus productos. En el 2009, Intel fue acusado de crear una estrategia para excluir a AMD, su único rival. Finalmente, en el 2017, Google fue multado por abuso de dominio; sin embargo, la multa de este 2018 ha sido la más alta de todas.