Gran parte de la población pasa una parte pequeña de su día leyendo noticias. ¿Por qué lo hace? Por la simple razón de querer estar informada sobre los eventos, las circunstancias y las cosas que están pasando, o que son supuestamente relevantes en nuestro mundo.
Pero, analicemos esto por un segundo: cuando leemos noticias, ¿estamos realmente informados? ¿Realmente obtenemos un conocimiento apropiado al leer noticias de cualquier medio? Y, más aún, ¿cuáles son las consecuencias psicológicas de leer noticias? ¿Cómo nos afectan mentalmente, en nuestro día a día, y en la forma en la que nos desarrollamos como personas?
Las noticias dictan la realidad en la que vivimos
Hace varias décadas, el teórico de la comunicación Marshall McLuhan pasó varios años analizando el impacto que las noticias tienen sobre el comportamiento humano. A partir de sus hallazgos, que son de gran relevancia hoy en día, concluyó que las noticias dictan la realidad y la percepción del mundo.
En su teoría de la aguja hipodérmica, McLuhan demostró que la gente cree lo que dicen las noticias literalmente. Por ejemplo, si las noticias afirman que el calentamiento global no existe, la gente empieza a creer eso independientemente de la evidencia científica, y esto aplica a todas las áreas que se tratan en los medios. Guerras, economía, política y demás son influenciadas negativamente a causa de los efectos que las noticias tienen en la forma en la que se ve la realidad.
Un ejemplo clásico que ilustra el efecto de la aguja hipodérmica ocurrió en 1938, cuando una transmisión de radio de la novela La guerra de los mundos de H.G. Wells causó pánico generalizado. La transmisión estaba hablando de cómo alienígenas atacan la Tierra y mucha gente se lo creyó, provocando un severo problema civil.
Pero los efectos de esta influencia masiva de los medios van más allá. En otra formulación teórica se explica cómo el orden en el cual las noticias son puestas en un periódico y el hincapié que se les da, afecta la percepción de la importancia de ese evento en la vida de una persona. De este modo, si una noticia genérica aparece en primera plana y otra de un hallazgo médico aparece en la página 12, la gente creerá que la genérica es mucho más importante.
De esta manera, como bien afirma McLuhan, los medios son casi todopoderosos. Esto no ocurre como consecuencia de un complot por parte de los medios, sino por la falta de educación en el lector.
¿Cómo afecta esto a nuestro cerebro y a nivel neurológico?
La realidad es que las personas que leen noticias no están realmente informadas, pero ese es el menor de nuestros problemas. Los medios masivos de comunicación influyen en la mente de formas mucho más poderosas.
Por cuestiones económicas, la mayoría de las noticias que los medios televisan y publican son sensacionalistas, exageradas, sacadas de contexto y escogidas con base en lo que pueden vender. En muchos casos, esto significa que son de naturaleza catastrófica, negativa y que, en general, asustan a la gente.
Las consecuencias son drásticas: ¿Qué le pasa a un cerebro o a una mente que todo lo que consume es violencia, negatividad, odio, catástrofes, muertes y mucho más? Neurológicamente, el cerebro se adapta a vivir así y la persona se predispone no solo a ser más violenta, negativa, catastrófica y, por supuesto, a estar llena de miedo, sino que pierde la sensibilidad y pierde la empatía.
¿Cuáles son las consecuencias de esto? No solamente odio, resentimiento y negatividad, sino un estrés generalizado y una baja drástica en la calidad de vida. Nuestra visión del mundo se cae y empezamos a creernos a nosotros mismos que vivimos en un mundo con todas las características que mencionamos anteriormente.
El inconsciente colectivo de terror se moviliza y el mundo se va haciendo cada vez más negativo, catastrófico y demás. Esto, denominado el Efecto mediático fugaz o Runaway mediatic effect por sus siglas en inglés, ocurre porque actualmente tenemos mayor acceso a las noticias y, estas, además, llegan de forma inmediata, razón por la cual es cada día más fácil ser influido por ellas de forma instantánea.
¿Cómo se resuelve este problema?
Simple. No vamos a decir “dejen de ver noticias”, porque esa no es la solución. La solución radica en ver noticias relevantes, informarse en múltiples medios, leer noticias de ciencia, entender qué es lo que realmente importa y eliminar lo que no. Si no se tiene mucho tiempo, hay diversos medios de noticias rápidos y objetivos, sin agenda política, que ayudan a la gente a informarse. El XpressoDiario.com (en español), así como el Daily Peanut, el WorldWide Gazette, y diversas otras, logran ese objetivo.
Semblanza del autor
El Dr. Robert Keoseyan es psicólogo clínico, científico, investigador y periodista. Escribe diariamente para el Xpresso Diario (www.xpressodiario.com), un periódico objetivo en línea que hace hincapié en informar realmente a la gente.
Texto: Dr. Robert Keoseyan