En pocas palabras, blockchain es una base de datos distribuida, donde automáticamente se verifican, validan e inscriben todas las trasferencias de datos que se generan en una red. Al ser distribuida, cualquier individuo tiene acceso a todos los movimientos que pasan dentro de ella, lo que la convierte en una herramienta tecnológica muy confiable, tanto, que ha llegado a revolucionar el sistema financiero a nivel mundial. Pero, ¿cómo podríamos aplicar esta tecnología en la educación?
Pienso que mientras tengamos acceso a la educación, seguiremos evolucionando. Hoy vivimos una época maravillosa, donde las posibilidades educativas son ilimitadas, pues en cualquier momento podemos acceder a cursos en línea de las mejores universidades del mundo, escuchar entrevistas y conferencias de las mentes más brillantes, además de disponer de todos los libros en nuestros dispositivos tecnológicos.
A pesar de ello, también existen diversos problemas con la educación en línea, como temarios con contenidos obsoletos, títulos que se compran ilegalmente, estudiantes que cursan en nombre de otras personas, maestros sin credenciales que imparten cursos completos, registros de estudiantes que en ocasiones se pierden, entre otros. Lamentablemente, son mucho más comunes de lo que imaginamos y esto limita muchísimo el crecimiento de las sociedades.
Con el blockchain gran parte de estos problemas se resolvería, ya que, al procesarse los registros de estudiantes dentro del sistema, jamás serían modificados o eliminados. Las credenciales de los maestros que estén en la red podrían ser verificadas por cualquier persona en cualquier momento, los alumnos se identificarían con claves únicas e inalterables, el contenido de las materias sería actualizado constantemente y verificado por las instituciones, y lo más importante, gracias a los contratos inteligentes, el título no se liberaría hasta que todos los créditos fueran terminados correctamente.
Además de todos los problemas que resolveríamos con esta tecnología, habría grandes beneficios adicionales. Por ejemplo, en las bibliotecas habría acceso a información correctamente actualizada sin necesidad de que un bibliotecario llene cada base de datos. A su vez, los académicos, con solo publicar un artículo, una tesis o un libro una sola vez en el sistema, automáticamente obtendrían su propiedad intelectual.
Los títulos de ingenieros, doctores y abogados, jamás podrían ser duplicadas ni usadas por otras personas. Otro gran beneficio es que las fundaciones educativas por fin resolverían un problema importante, pues a través de contratos inteligentes podrían congelar los pagos a las instituciones educativas, hasta que se demuestre que el estudiante becado cursó satisfactoriamente los estudios.
Ahora imaginemos un poco más, pensemos que los créditos obtenidos en todas las instituciones educativas fueran equivalentes. Es decir, si cursaste 10 créditos en la UNAM y otros 10 en Harvard, tienes 20 créditos, y con determinado número de créditos obtendrías un título válido en cualquier parte del mundo. Claro que tendrían que pasar por muchos filtros de calidad, pero si todo se hace a través del blockchain, podría funcionar. El crecimiento profesional sería exponencial para mucha gente, la conexión entre mentes brillantes y, mejor aún, compatibles, sería mucho más sencilla, lo que nos lleva- ría a tener un crecimiento tecnológico impresionante. Hay que pensar mucho en cómo estructurarlo, pero democratizar la educación es un win- win para cualquier sociedad.
Como es de esperarse, en México nunca nos quedamos atrás, gracias a Collective Academy, una institución que pretende democratizar la educación dándole acceso a sus estudiantes a herramientas tecnológicas como el blockchain, acercándolos a cursos de universidades de alto nivel como Harvard y enseñándoles con mentores que dirigen puestos importantes en el país a crear nuevas oportunidades. De esta manera, podemos tener acce- so a algunos de los programas más innovadores de blockchain impartidos en conjunto con Academy Token, uno de los proyectos más esperados del año, mismo que levantó 50 millones de dólares en su ICO.
Si les interesa aprender sobre blockchain, no tengan miedo a involucrarse en meetups, grupos en redes sociales y búsquedas en línea. En México próximamente se lanzarán los cursos de Building Blocks y Meet Blockchain, impartidos por Kingsland University y Collective Academy, donde se tocarán temas como los motores detrás de las redes de blockchain, se crearán con- tratos inteligentes y se podrá diseñar aplicaciones sobre la red de Ethereum.
Academy pretende lanzar varios programas para ejecutivos y programadores, que van desde los $3,500 USD, hasta los $35,000 USD, mismos que podrán ser pagados con su propia criptomoneda (ACAD).
Lo más importante es que los límites de tiempo y lugar pueden ser superados por esta tecnología, y tenemos que apostarle a seguir aprendiendo, lo que involucra probar nuevas cosas. Seguir aprendiendo es el mejor alimento que podemos consumir.
Texto por Luis Ángel Adame Torres
@AdameLuisAngel
www.polymath.capital
Ilustraciones The Noun Project