Esta solía ser la temporada en la que las galerías se preparaban para su spring season, con ferias importantes en Hong Kong, Basel, Los Ángeles y Nueva York. Ese rush era precisamente lo que mantenía el mercado a flote, ya que desde hace mucho tiempo las locaciones físicas de las galerías no son suficientes para cubrir los costos. Las ferias cada vez tomaban un rol más importante. Pero después de 12 meses de pandemia con el mundo físico cerrado, los coleccionistas se han volcado al mundo digital, alterando radicalmente la dinámica de comprar arte y, por ende, creando nuevas oportunidades.
Vivimos en un mundo altamente digitalizado en muchos sentidos, pero el arte seguía sin vivir esta aceleración. ¡Y creemos que es interesantísimo lo que viene! Un nuevo mercado del que todos pueden ser parte.
LOS CAMBIOS QUE LLEGARON PARA QUEDARSE
No hay nada como ver una obra en persona, todos lo sabemos. Pero con el grado de globalización que ha alcanzado el mundo en la última década, hemos sido testigo de transacciones multimillonarias cerrándose por teléfono o digitalmente.
Aunque a muchos se les haga todavía impensable, también hemos presenciado compras de siete dígitos en medio de un chat.
Imagina que quieres encontrar una escultura increíble de Yayoi Kusama en México. Es muy difícil que un coleccionista esté dispuesto a venderla, y menos ahora con su revalorización, por lo que será más probable encontrar mayor oferta de su obra en Asia. Si no puedes volar a verla, harás todo para concretar la venta lo antes posible.
Los lockdowns, las prohibiciones de viaje y el impacto en las cadenas de suministro fueron detonantes de la aceleración dramática de una tendencia que ya había comenzado, apoyada en las herramientas digitales disponibles. En lugar de una foto, hoy el fanático de Kusama puede disfrutar de un recorrido virtual, en alta resolución y con más herramientas para sentir la obra desde lejos.
FORZADOS A LA DIGITALIZACIÓN
Como cualquier mercado, el del arte está compuesto por oferta y demanda. Hemos visto cómo, del lado de la demanda, los compradores adoptan cada vez más las opciones digitales. Mientras que por el lado de la oferta –galerías, casas de subasta–, pareciera haber una resistencia al cambio.
Recordemos que vender arte es una práctica que existe desde hace más de cinco siglos y que no ha sufrido grandes transformaciones. Es por eso que este cambio en la dinámica es tan interesante. Sin duda, las cifras de venta online de 2020 forzaron al lado de la oferta a modernizarse y entrar en el mundo digital.
UNA NUEVA GENERACIÓN
El 40% de los compradores de arte de este año no habían adquirido piezas anteriormente, lo cual demuestra que una nueva generación está entrando en la ecuación. Vemos una correlación clara: a medida que el online art market crece, la edad promedio de los compradores baja.
Esta nueva generación es mucho más propensa a la interacción digital, por lo que las galerías y demás jugadores del mercado han tenido que adaptarse con iniciativas diferentes: videollamadas con coleccionistas; subastas digitales; recorridos virtuales de las galerías y pláticas de artistas; ferias digitales; exposiciones virtuales y online viewing rooms. Los canales de venta más importantes van de la mano con los de la generación que entró al mercado este año: emails y solicitudes online; ventas a través de las páginas web de cada galería; información enviada directamente a los coleccionistas; participación en ferias de arte online y marketplaces de arte, como Artsy.
Y los artistas con mayor demanda, también. De acuerdo con reportes de las plataformas de venta online, los artistas que más interés generaron en el año fueron Kaws, Banksy, Damien Hirst, Takashi Murakami y Yayoi Kusama. Además de este grupo de artistas con mucho hype y (predictibilidad), otro grupo encabezado por Luchita Hurtado y Jessie Homer French, ambas con una larga carrera artística, fue parte de lo más demandado del año.
EL MUNDO AL REVÉS
Vimos a artistas como Robert Nava hacer historia al vender una obra en subasta, y posteriormente, firmar un contrato con la Pace Gallery. Vimos a todos desconcertados, teniendo que adaptarse rápidamente al mercado.
Pero lo más interesante fue ser testigo de cómo el mercado cambió radicalmente su estrategia reservada con iniciativas como tener que publicar los precios abiertamente. El 65% de las galerías nunca antes había publicado sus precios y la gran mayoría tampoco había invertido en publicidad.
Las conexiones interpersonales son fundamentales para los coleccionistas millennials. La historia detrás de cada pieza y los ideales que el artista quiere transmitir son factores decisivos a la hora de comprar arte. He aquí la clave entre la entrada de nuevos coleccionistas y el arte contemporáneo: su forma de comunicarse es principalmente a través de las redes sociales, y quieren respuestas inmediatas. Están listos para comprar arte online y revolucionar el mercado.
Texto por: MYRTHA HERRERA Y MARIA TERESA CARMONA ARISTEGUIETA
Collectum es una firma boutique de asesoría en arte, dedicada a la adquisición y venta de obras de arte contemporáneo, así como a la ejecución de desarrollos inmobiliarios que incluyan arte en su propuesta.
www.collectum.art