Tener miedo de no recibir un like, asegurarse de salir bien en las fotos y sentir ansiedad si no tenemos cerca nuestro celular o se le acaba la batería son síntomas similares a los de un adicto a las drogas. Hemos desarrollado una dependencia tan fuerte a las redes sociales como la que genera la cocaína.
Tras ciertas investigaciones, los expertos afirman que redes sociales como Instagram, Facebook y Snapchat generan adicción. La validación se ha vuelto esencial en la vida de las personas y el deseo de recibir un like explota su vulnerabilidad.
“Estamos trabajando con terceros que están observando cómo se forman los hábitos en Facebook y en Internet para saber si hay elementos que perjudiquen a las personas”, explicó Sean Parker, expresidente de Facebook.
De acuerdo con Augusto Zafra, director de la Clínica de Desintoxicación del Hospital Nisa Aguas Vivas de Carcaixent, cada vez suelen llegar más jóvenes con dificultades para relacionarse y comunicarse con los demás.
Problemas nuevos como el phubbing, que se refiere a ignorar a las personas con las que estamos por atender nuestro celular; la whatsappitis, que implica lesiones en la muñeca y en el pulgar por el uso desmedido de la tecnología portátil; y la vibranxiety, definida como el síndrome de la vibración fantasma del teléfono, nos demuestran que nos hemos vuelto dependientes de estas redes y dispositivos, lo cual puede provocar daños a nuestra salud física y mental tanto a corto como a largo plazo.