Tejiendo México continúa de la mano de Lincoln explorando la mirada de 9 fotógrafos con visiones muy personales de México. El proyecto busca encontrar varias formas de tejer miradas hacia la mexicanidad contemporánea. Frank Coronado nos adentra en su mundo y nos confirma que la fotografía no es lo que capturas sino lo que eres.
El Valle de Oaxaca, el escenario elegido por Frank Coronado, es un lugar perfecto para un viaje en SUV, seguro y con mucha calma disfrutando de todos los atractivos en el camino como calles coloridas en el centro de la ciudad, campos de agave, ruinas arqueológicas, iglesias barrocas, fiestas tradicionales y mercados espectaculares que cambian de colores según la temporada. El viaje será en el Lincoln Aviator Grand Touring, de manera segura y consciente, tomándonos el tiempo para apreciar la belleza de los paisajes, el talento de los artesanos, los colores únicos y sorpresivos de Oaxaca a través del ojo de Frank Coronado.
Frank Coronado es un joven emprendedor Oaxaqueño que regresó a su tierra natal en 2011 después de pasar 18 años fuera. “Para mi regresar a Oaxaca marca un antes y un después en mi carrera como fotógrafo… pues fue a través de la fotografía como me volví a reencontrar con mis raíces de manera tangible. Frank se fue a Dinamarca y fue allí donde trabajó como la sombra de un reportero gráfico de un periódico y descubrió que le encantaba la fotografía. Escogió diseño gráfico como una carrera afín a ese nuevo mundo que lo invitaba a crear imágenes.
Conocí a Frank en el taller de la fotógrafa Americana Mary Ellen Mark, quien escogió dos lugares en el mundo para dar sus famosos talleres de fotografía documental: Islandia y Oaxaca. Mary Ellen Mark logró visibilidad mundial a través de sus numerosos libros, exposiciones y trabajos en revistas editoriales. Publicó ensayos fotográficos y retratos en publicaciones como LIFE, New York Times Magazine, The New Yorker, Rolling Stone y Vanity Fair. Durante más de cinco décadas, viajó mucho para realizar fotografías que reflejaran un alto grado de humanismo. Es reconocida como una de las fotógrafas más respetadas e influyentes del mundo. Sus imágenes de las diversas culturas del mundo se han convertido en hitos en el campo de la fotografía documental. “Para mi el taller de Mary Ellen cambió mucho mi enfoque. Todavía cuando estoy tomando alguna foto la escucho sobre mi hombro comentando y motivándome a ir más allá”. Recuerdo cuando me decía: “Frank me estas explicando las fotos, déjame que tengo que entenderlas…no hagas una foto de una foto…ahí no está pasando nada”, cuenta Frank. De hecho, el taller con Mary Ellen coincidió con su regreso a Oaxaca y con esa nueva aproximación a las tradiciones y fiestas de una región tan rica. “Soy bastante tímido, además tengo mala memoria y no veo muy bien…entonces hacer fotos me permite acercarme de una manera distinta a la gente, vencer mis miedos, es como si tuviera una excusa para interactuar. Además, la fotografía me permite mantener y respaldar la memoria.”
Frank empezó a compartir sus fotos en un blog de fotografía y viajes y luego en su cuenta de Instagram que ya cuenta con 171,000 seguidores. Su cuenta es un referente importante para viajeros y fotógrafos y su impacto es tal que a partir de un post reciente sobre los extranjeros que no usan tapabocas en Oaxaca, fue entrevistado por el Washington Post en un artículo que ha generado gran impacto. “Para mi, las redes son un canal para compartir y una invitación a pensar en cosas importantes. Creo en generar información de valor. En el caso del post sobre los tapabocas, quería compartir mi experiencia de haber estado contagiado de Covid-19 y como esta experiencia me marcó y me hizo entender el peligro de esta enfermedad. Quería expresar la importancia del respeto y la empatía para visitantes y locales.”
Aparte de publicar imágenes principalmente de Oaxaca, Frank comparte mucha información sobre el detrás de cámara de sus fotografías. Al respecto narra que cuando pequeño le gustaba mucho la magia y veía un programa donde un mago revelaba muchos secretos detrás de trucos universales que muchos consideraban parte del código de los magos. Sin embargo y a pesar de muchas críticas, el mago “traidor” explicaba que su objetivo era compartir secretos para que entre todos llegarán a nuevos trucos. Frank tomó esta lección a pecho y sin ningún secreto, comparte sus conocimientos abiertamente. Además, tiene otro principio que lo guía y es la confianza en su talento y en sus capacidades, “puede que haya miles de personas mejores que yo, pero es cierto que yo sé mas que miles también…el conocimiento es como la luz de una vela…si se comparte se expande y nunca se apaga.”
Crear es el verbo que define a Frank Coronado. La creatividad la alimenta de la curiosidad y por eso siempre esta haciéndose miles de preguntas. La fotografía no es lo que capturas sino lo que eres, es la proyección de las miles de experiencias cotidianas. La serie de fachadas de Oaxaca, por ejemplo, es el resultado de su caminata de todos los domingos que se encuentra para desayunar con su madre en el centro y para llegar atraviesa diferentes calles y rincones encontrando nuevas sensaciones, detalles e imágenes cada semana. “La fotografía es una manera de apropiarse, atesorar momentos únicos y coleccionar instantes robados al tiempo. Una imagen es irrepetible y nadie mas la podría hacer. De México, admira la sensibilidad de Graciela Iturbide, una de las pioneras en la fotografía documental mexicana, esa capacidad de captar la belleza en lo simple. De los extranjeros, Mary Ellen Mark es su guía y mentora desde el más allá.
Frank es crítico del turismo del “click and go” que tiene a las redes llenas de imágenes vacías. Es un convencido de que una buena fotografía es el resultado de compartir una vivencia. Como lo dijo Susan Sontag, la fotografía nos permite atestiguar y validar los sueños. “El momento hay que vivirlo, disfrutarlo y luego guardarlo y compartirlo”. Es cierto que la fotografía análoga era más artesanal y requería tiempo y observación. Se hacían 36 exposiciones para una toma, mientras que con una cámara digital se pueden hacer miles a una gran velocidad. En formato análogo o digital, una buena fotografía es aquella que transmite, lleva emociones e invita a hacer preguntas sobre el fotógrafo y el sujeto/objeto.
Frank fue parte del equipo Tejiendo México 2020 y al respecto dice que su mayor reto consistió en lograr que los espacios urbanos de Oaxaca, muchos de ellos muy antiguos, estuvieran en armonía con las formas modernas del Lincoln Aviator. “Me sentí como un niño que empieza a jugar con un lego, colocando las piezas…quería presumir mi ciudad y también la camioneta sin que ninguno fuera mas importante que el otro.”
Sobre el creciente debate relacionado con la apropiación cultural, Frank opina que en la fotografía documental hay que ser muy respetuoso. Conectar con la gente, entender el contexto, hacer miles de preguntas sobre las razones, las técnicas, las emociones. Es muy importante tener un marco de referencia. Por ejemplo, si una comunidad se ha tardado dos semanas en los preparativos de una fiesta, esto significa la gran importancia que esta tiene.
De todas las fiestas de Oaxaca, Día de Muertos es su favorita. “Me apasiona la devoción de las familias en esta fiesta, los preparativos de las vísperas, el ambiente, los productos de temporada en las tiendas de abarrote que se tiñen de amarillo con las flores de cempasúchil que vienen de los valles, el incienso, los moles, los panes tradicionales, las vestimentas de fiesta.”
Mirando hacia el futuro Frank quisiera hacer una exposición en Oaxaca, seguir compartiendo su visión en talleres de creatividad y fotografía que vayan mas allá de lo técnico y lleguen a nuevos universos de exploración visual. Mientras tanto, seguirá fotografiando fiestas y tradiciones, apreciando y capturando rincones de Oaxaca y compartiendo su manera generosa y talentosa de ver esta región única en el mundo.
A través del lente poético de Frank Coronado, apreciamos una visión de Oaxaca llena de magia, tradiciones y expresiones de una cotidianidad llena de vida y color que se transmite de generación en generación en un tejido inmenso que sirve de legado, de huella, de memoria y de ejemplo para el mundo.
Frank recorrió Oaxaca en la Lincoln Aviator Grand Turing, una camioneta que es la culminación de muchas innovaciones y la suma de miles de detalles con un solo objetivo: crear viajes seguros y armoniosos en todo el sentido de la palabra. Aviator PHEV es un vehículo híbrido eléctrico conectable que logra una eficiencia energética con beneficios ambientales y consecuente con la sustentabilidad.
Texto por Marcella Echavarria