
En el corazón de la Juárez, entre calles de historia y fachadas que resisten, Liona se presenta como un manifiesto gastronómico donde menos es más. Su propuesta no busca la extravagancia, sino la depuración: la pizza como una forma de arte.





Aquí, la masa madre fermenta con paciencia y luego es perfeccionada con la naturalidad de los ingredientes correctos. Ofrece diez pizzas en su versión más tradicional: la clásica margarita, la intensidad del guanciale, la ligereza de la zucchini. Acompañadas por entradas que equilibran sin opacar: flores de calabaza en tempura, polpette al sugo y ensaladas vibrantes.


La carta líquida sigue la misma idea. Cocteles como el negroni o el sicilian spritz llevan lo clásico a una nueva dimensión, mientras que la selección de vinos se guía por una idea clara: autenticidad y carácter sin presunción.


Detrás de Liona están Andreina Matos y Leonardo Labartino, una pareja que entiende la hospitalidad como una extensión de su esencia. Aquí todo fluye sin guiones, sin pretensiones, sin excesos. Solo buen comer, buen beber y el placer de estar en el sitio correcto.
D. Abraham González 93, Juárez, CDMX
IG. @_lionamx