The Invisible man & his visible work
El artista, fotógrafo y escultor Liu Bolin ha viajado alrededor del mundo capturando imágenes en las que muestra problemáticas, tradiciones y situaciones de cada uno de los países que visita. En este caso, estuvo trabajando por tierras mexicanas para agregar nuestro país a la lista de lugares representados en su obra. En sus series fotográficas, él se autorretrata de tal manera que logra mimetizar su cuerpo con el entorno, volviéndose casi invisible ante una mirada poco prevenida de la fotografía. Cuenta con un trabajo muy interesante y profundo, y tuvimos la gran oportunidad de que nos contara más acerca de su trabajo en México, de su manera de trabajar en general y de sus planes a futuro.
¿De qué se trata específicamente este proyecto que estás haciendo en México?
El objetivo es hacer cuatro fotografías de la serie Hiding in the city y una fotografía de la serie Targets. Sobre esta serie quiero hacer invisible a 43 personas mexicanas dentro de una planta que demuestra mucha vida en México, quiero contrarrestar la tristeza de lo sucedido con los 43 estudiantes con algo que le diera otra cara, algo positivo y muy mexicano, y eso para mí lo representa la planta del agave. De esta forma puedo mostrar al mundo que detrás de todo lo que está sucediendo en México, existe todavía mucha vida y futuro.
Cada creación tuya es una forma de comunicar o protestar una idea social, ¿cuáles son algunas de las causas que has apoyado con tu arte?
Hace diez años empecé a hacer la serie Hiding in the city y comencé a mostrar en mis fotografías problemas de la sociedad china a causa del desarrollo y la apertura que estaba teniendo mi país; esto mismo lo hacían todos los artistas de mi generación. Después, al empezar a salir a otros países, decidí también empezar a mostrar tanto problemas como cosas emblemáticas de otras culturas. Cada país a donde voy tiene sus propios problemas: hice una fotografía en Nueva York, donde me hice invisible en el World Trade Center por el tema del ataque terrorista; en Londres hice una fotografía con muchos vagabundos; en India hice una fotografía con unos tuk-tuks – su medio de transporte – y con gente india invisible, mostrando la miseria y la pobreza que hay en India. Lo que quiero hacer es tratar de poner a las personas y a su medio ambiente en una misma problemática.
¿Recuerdas el primer proyecto de mimetización que hiciste? ¿De qué se trató?
Mi primera fotografía de la serie Hiding in the city fue cuando el gobierno chino derrumbó mi estudio en aras del crecimiento y la expansión de Beijing. Yo recuerdo que en ese momento no tenía trabajadores que me ayudaran para realizar mis obras, entonces yo mismo, con ayuda de algunos amigos, me pinté y con la cámara de uno de ellos pude capturar esa primera foto.
¿Nos podrías platicar brevemente cuál es el proceso por el cual pasas para realizar cada proyecto? ¿Tienes que ir al lugar y tal vez medir algo? ¿Cómo te llegan las ideas?
Lo más difícil dentro del proceso es tener que elegir un escenario. Me gusta entender y saber a dónde voy a ir con ese ambiente con el que voy a trabajar. Después me pongo un traje y me tomo una foto en el escenario. Enseguida, junto con otros artistas, comenzamos a pintar el traje. Esto probablemente puede tardar de tres a cinco días, dependiendo de la complejidad del traje. Cuando el traje está listo, me lo pongo y ese mismo día me pintan la cara y las manos, enseguida me toman la foto final. Hay veces que la fotografía es muy compleja, lo cual hace que esté parado durante cinco o siete horas, y hay otras más fáciles que requieren menos tiempo.
¿Existe algún lugar del mundo al que todavía no hayas ido en donde quieras realizar una fotografía?
No puedo decir que hay un lugar en concreto al que me gustaría ir. Mis proyectos los voy planeando con un año de anticipación y voy estudiando e investigando sobre este país para ver qué fotografías hago. Por ejemplo, empecé a planear mi venida a México hace ocho meses. A mi me gusta mucho la escultura, entonces en los tiempos de espera, mientras estoy en mi estudio en Beijing y no tengo que viajar, paso el tiempo haciendo esculturas.
¿De qué manera crees que tus obras han influenciado a la población y al mundo del arte?
Además de que haya una fotografía colorida o no, a mi lo que más me interesa es que siempre, detrás de cada fotografía que yo capturo, haya un mensaje de una problemática que quiero que la gente capte.
Si pudieras nombrar tres características que debes de tener para hacer un trabajo de estos ¿cuáles serían?
Quiero tratar de encontrar una forma de crear arte. Para crear mi arte, primero que nada busco inspiración dentro de mi cuerpo, en segundo lugar busco algo fuera de mi cuerpo, en el entorno, y por último trato de encontrar el enlace de todo esto con el espíritu humano.
¿Has considerado trabajar con algunas marcas? ¿Si te pidieran que hicieras algo con alguna marca lo harías?
Pienso en la espiritualidad del humano, pero también necesito el dinero, entonces ¿por qué no?
¿Qué sigue para ti? ¿Sabes a qué país irás el próximo año?
En marzo tengo un shoot en París, y tal vez tendré otro en Nueva York entre septiembre y octubre. También tengo un proyecto planeado para este año en Argentina.
¿De qué manera influye el viajar en tus obras?
Encuentro inspiración viajando. Por ejemplo, hace dos años visité Bogotá, quise hacer mi trabajo ahí y mientras revisaba la locación alguien me dijo: “Ahí en esa esquina murió mucha gente dentro de un tiroteo”. Fue ahí cuando empecé con mi primera fotografía de la serie Targets, esto que pasó en Bogotá fue lo que me inspiró, ya que antes no tenía idea que iba a comenzar con esta serie.
¿Tienes alguna filosofía de vida?
Sí, como artista quiero encontrar la alegría y el origen de la vida. Es por eso que he leído muchos libros de Freud y de filosofía, ya que necesito tener un pensamiento filosófico a cerca de las cosas.