Platicamos con Tiago Correa, actor chileno que interpreta a Ernesto de la Mora de joven en la película La casa de las flores, y nos contó sobre su carrera artística, su primer papel como actor, su mayor reto dentro de la industria y sus filmes favoritos. ¡No te pierdas esta entrevista en exclusiva!
¿Cómo descubriste tu pasión por la actuación?
Al parecer, la traía desde chiquito. Cuando tuve que elegir qué estudiar, no sabía hacia qué dirección enfocarme. Un tiempo después, me di cuenta de que me encantaba el escenario, la danza y la música. Poco a poco, fui gozando más y más las obras de teatro que hacíamos en la escuela y eso me llevó a tomar la decisión de perseguir esa carrera.
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¿Cuál fue tu primer papel como actor?
Fue en una serie chilena que se llama Bienvenida realidad. Trata sobre la vida adolescente y aborda temáticas relacionadas con la sexualidad y los diferentes caminos por los que te lleva la vida cuando estás por graduarte de la prepa. Ahí fue cuando realmente se me abrieron las puertas a la pantalla grande, pues un director de cine me vio y me jaló a una película que se llama Machuca, actualmente un clásico del cine chileno.
¿Cómo te preparas para interpretar un personaje?
Es algo muy orgánico en el sentido de que no hay una receta específica. Hay que aprender a escuchar qué es lo que te pide el personaje y entender con quiénes vas a trabajar, desde el elenco hasta la dirección. Después de eso, siempre leo muchísimo el guion e identifico el mundo del personaje para clavarme en él y estudiarlo lo más posible. Me encanta meterme en la mente del personaje y darle un lugar dentro del universo.
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¿Cuál ha sido tu mayor reto dentro de la industria?
En el momento en el que entré a hacer el proyecto de La casa de las flores, era lo que más estaba viendo el público mexicano. Entrar ahí e interpretar un personaje que ya se había hecho por otro actor es bastante complicado. Tuve que estudiar tanto al personaje como a Arturo Rivas, quien lo interpreta de grande. Fue como un doble trabajo en el que tuve que decodificar quién era Arturo y, posteriormente, decodificar lo que había hecho Arturo con Ernesto de la Mora. Me daba mucho nervio porque era un personaje muy querido por la audiencia. Al final, quedó muy bonito y eso me da mucha emoción.
¿Cuál es el aspecto más gratificante de tu carrera?
Llegar a un momento en el que empiezas a entender la cadena de eslabones que has hecho hacia atrás y cuáles son los personajes y proyectos que ahora vas a elegir para llevar tu carrera a un lugar en el que no te sientas cómodo, en donde sepas que cada personaje y proyecto que venga realmente te va a quitar el piso y va a ser como lanzarte al precipicio y comenzar una aventura nueva. Eso ha sido muy lindo de entender y abrazar en mi carrera.
¿Qué personas han marcado tu camino como actor?
Mi profesor de la escuela en Chile, definitivamente. En cuanto a lenguaje escénico, Pina Bausch, que es una coreógrafa alemana, y un actor al que yo admiraba muchísimo de chiquito: Boris Quercia.
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¿Qué es lo que te inspira en tu día a día?
Siempre he tenido un lema que es un filtro que ocupo en todo y es: “Estar en libertad y felicidad.” En el momento en el que no me siento libre ni feliz, procuro dar un paso al costado y busco algo que sí me dé esos dos sentimientos.
¿Con quién te encantaría colaborar?
Me encantaría trabajar con Gus Van Sant y, actoralmente, siempre he tenido el sueño de actuar con Julianne Moore. Ella trabaja con un método que yo también utilizo, Meisner, y logra hacer unas interpretaciones muy profundas.
¿Cuál es tu película favorita?
Shine (Claroscuro) y Pie de página.
Cuéntanos un fun fact sobre ti.
Me gusta mucho la carpintería. Es una de las cosas que más paz me da.
