A través de la película Los adioses, la directora Natalia Beristaín explora temas que fueron contemporáneos a la vida de la gran poetisa y escritora mexicana de los años 50, Rosario Castellanos, y que aún se mantienen vigentes. El misterio detrás de las relaciones de pareja, el rol de la mujer en el hogar y en la profesión, la expresión artística y el feminismo, son llevados a la pantalla por la joven cineasta. El lme, con un cuidadoso guion que cita acertadamente la obra de Castellanos, cuenta con un excelente reparto actoral y una consistencia visual purista y evocadora. En entrevista con Beristaín, nos adentramos en los detalles que hacen de Los adioses una joya cinematográfica.
¿Cómo surgió la idea de hacer una película sobre la vida de Rosario Castellanos?
Mi impulso original no venía de la mano de Rosario. Yo estaba terminando mi primera película y pensando en mi siguiente paso. En ese momento, también tenía una serie de cuestionamientos personales alrededor de la vida en pareja, la maternidad, las relaciones a largo plazo, de ser una mujer que trabaja, en fin.
En medio de eso, me encontré unas cartas que Rosario Castellanos le escribió a su esposo Ricardo, más tarde publicadas por él y por su hijo, Gabriel. De pronto, en esas cartas descubrí a una mujer con la que me pude relacionar íntimamente, una mujer con un sentido del humor delicioso y brillante, muy aguda, casi un paradigma. Por otro lado, también descubrí a una mujer contradictoria, fallida, frágil y es ahí donde me enganché con Rosario, me clavé dos años a leer su obra que es muy vasta. Entonces fue que surgió la idea, pensé: “si este ícono tiene tanto bagaje y pude conectar tanto, entonces por ahí va mi siguiente proyecto”.
¿Cuál fue la clave para lograr que una película de época se sintiera como algo cotidiano, familiar?
En gran medida, se debe al tema que abordamos, pues sigue siendo algo que hoy en día nos afecta. El tema del género, que este año en particular ha explotado públicamente, es algo con lo que hemos vivido siempre. Por otro lado, en el aspecto visual y atmosférico, hicimos un trabajo minucioso. A mí me encantan las películas de época, las veo todas y lo hago porque me gusta la imagen. En general, siento que aquí en México, hacer películas de época es tan difícil porque es caro y laborioso, a veces se muestra demasiado. Pero a nosotros lo que nos importó fue centrarnos en la vida de los personajes y su intimidad. Elegir ese camino narrativo nos permitió darle cierta contemporaneidad a la imagen.
¿Qué lado de la historia buscas contar con Los adioses?
Creo que lo rico de una obra artística es que hay una lectura por cada espectador. Sin duda me interesaba hablar de la contradicción entre la vida privada y la vida pública, y de cómo en las relaciones humanas uno es capaz de lastimarse profundamente, sobre todo entre los seres que más se aman. También sobre la expectativa que hay alrededor de la figura de la mujer, en esa época y hoy, pues se espera que sea mamá, trabajadora, esposa, amante, profesionista, siempre guapa y de buenas, y eso es algo irreal. Quería plantear estos temas, ponerlos sobre la mesa y que cada quien los tomara por donde mejor crea.
¿Cómo elegiste el reparto?
No hicimos un proceso de casting, porque tengo la ventaja de ser directora de casting también, por lo que conozco el trabajo de los actores. La verdad es que partí más de la idea de hacer una especie de tête-à-tête entre dos personajes y me preguntaba quién podría darse este tú por tú actoralmente. Yo ya había trabajado con Karina Gidi en mi segundo cortometraje en la escuela y es una actriz que me parece una bestia de la actoralidad, así que sabía que quería volver a trabajar con ella. Karina fue la primera persona a la que busqué, aun cuando teníamos un tratamiento muy incipiente del guion.
Una vez que Karina estuvo a bordo, tuve que pensar quién le podía dar batalla y en mi cabeza no había nadie más que Daniel Giménez. Tengo la fortuna de conocerlo hace más de 20 años y de haber trabajado con él en muchos proyectos en diversas áreas. Finalmente, para la pareja joven yo sabía que quería trabajar con Pedro de Tavira, así que lo único que hicimos fue una pequeña prueba de cámara para ver cómo funcionaba la química en pantalla entre Tessa Ia y él. A los diez minutos de verlos en cuadro, dije: “¡Perfecto!”.
¿En cuántos festivales se ha proyectado la película?
Estrenamos internacionalmente en el festival de cine en Roma, el año pasado. Casi al mismo tiempo se proyectó en el Festival de Cine de Morelia, donde tuvimos la grata sorpresa de llevarnos el premio del público. Y a partir de ahí, hemos estado en varios, no recuerdo cuántos, pero quince al menos: el festival de Miami, Los Ángeles, Málaga y más.
¿Qué representa Los adioses para tu carrera como directora?
Sin duda, es una película mucho más ambiciosa y compleja que mi primera película No quiero dormir sola. De entrada, en dimensión, Los adioses es una película de época, pero también es una película que por el tema y el casting que tiene, ha tenido cierto exposure que a mí me pone en un foco distinto a donde estaba antes. Me nominaron para mejor dirección en los Arieles y la película tuvo siete nominaciones más.
Sin duda, es una película que ha hecho ruido. Esperamos que tenga tan buen recibimiento en México como en otras partes del mundo. La vida de Rosario Castellanos no es muy conocida, ni por los extranjeros ni por los mismos mexicanos, a pesar de ser una figura tan importan- te para la literatura mexicana. Finalmente, la ganancia más rica para mí es que la gente, al ver la película, diga: “quiero leer a esta mujer”.
FACTS
- La actriz principal de Los adioses, Karina Gidi, ganó el premio Ariel como mejor actriz por su papel en el lme.
- Los adioses se lmó en la Ciudad de México y en el pueblo de Comitán, Chiapas, donde Cas- tellanos pasó parte de su infancia.
- El 24 de agosto, se estrenará la película en salas de cine alrededor de la República Mexicana.
Texto por Mónica Díaz
Fotos por Dariela Ludlow