Esta segunda gran aventura de Aire Libre, llamada AL-02: Sierra Norte de Oaxaca, tuvo lugar en el corazón de la Sierra Norte de Oaxaca, misma en la que se ubican los Pueblos Mancomunados, un circuito de 8 pequeñas poblaciones que viven dentro de un sistema de comunidad y cercanía político-económica. Nosotros recorrimos 6 de esas comunidades.El primer día, salimos de Benito Juárez con rumbo a nuestro primer destino: La Nevería. Corrimos por un camino ancho que fue mayormente de bajada hacia dicho pueblo y después de alrededor de 12 km, estábamos ya entrando en sus zonas limítrofes.Después nos dirigimos hacia el tercer pueblo: Latuvi, situado arriba de unos cerros que están ubicados de manera privilegiada justo en medio del gran valle que forman las montañas de la Sierra Norte. Los senderos que tomamos entre La Nevería y Latuvi fueron algunos de los más hermosos y fascinantes que experimentamos en todo nuestro recorrido. La variedad de paisajes es difícil de creer y se debe a los constantes cambios de altura.De Latuvi partimos hacia San Miguel Amatlán. Este camino pasa por el Cañón de los Árboles Fantasmas, el cual hace total honor al misticismo de su nombre. Fue el trecho más largo y pesado del día, ya que recorrimos alrededor de 18 kilómetros, de los cuales varios fueron de empinadas subidas. El segundo día, ya sospechábamos que sería el más difícil, el camino fue todo de subida hasta el punto más alto de la montaña en todo nuestro circuito. Subimos alrededor de 1,300 metros en un trayecto de casi 30 kilómetros, hasta el pueblo de San Isidro Llano Grande, situado a poco más de 3,000 metros de altura sobre el nivel del mar. La comunidad nos recibió con más lluvia, neblina y frío. Al iniciar el tercer día, salimos hacia el siguiente destino: Cuajimoloyas, el Pueblo Mancomunado más poblado de todos, con alrededor de 800 habitantes. Al salir nuevamente hacia los senderos, esta vez nos llevaron de bajada, avanzamos con dirección al sendero de La Cucharilla, que resultó ser el camino angosto que más nos gustó de toda la aventura. De ahí continuamos subiendo por las faldas de otro cerro, a través de campos de girasoles, hasta que llegamos otra vez a Latuvi, para tomar ahí nuestro último descanso, acompañado de la última comida de AL-02.Los últimos 15 km serían especialmente retadores, ya que cerraríamos con otra subida de alrededor de 600-700 metros, para llegar así hasta el mirador de Benito Juárez, donde nos esperaba el mismo puente colgante que marcaría el cierre de esta inolvidable expedición. Este viaje a Los Pueblos Mancomunados fue una avalancha de experiencias sensoriales y emotivas. Su gente nos abrió su corazón y sus hogares, ofreciéndonos la más cálida de las hospitalidades. Sus vistas hicieron que nuestros corazones cantaran y que nuestras almas se conmovieran con semejante belleza combinada con sencillez absoluta. Recomendamos con profunda convicción que visites este circuito la próxima vez que estés planeando unas vacaciones con naturaleza y actividad física.