La industria de la moda evoluciona día con día y ofrece a los consumidores nuevas tendencias, diseños, propuestas e, incluso, tecnologías, pero ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene la ropa que compras?; ¿cuál es el proceso por el que pasó un par de jeans para llegar hasta la puerta de tu casa?; ¿cuántas personas participaron en la cadena de suministro o cuánto le pagaron a la persona que la fabricó? La realidad es que alrededor de esta industria existen muchos problemas que la mayoría no conocemos y uno de los más importantes es que es uno de los sectores que más contaminan a nivel mundial.
Por eso, nace Luv.it, una plataforma que reúne a diseñadores comprometidos con la moda sustentable y a marcas que utilizan métodos de fabricación que no dañan al planeta, a la vez que promueve prácticas de inclusión de género, manufactura local y artesanal, materiales alternativos y fair trade, entre otras. Tuvimos la oportunidad de platicar con Germán Ahumada, COO y cofundador de Luv.it, y con Fernando Trueba, CEO y cofundador de esta innovadora app.
Cuéntennos sobre el concepto de Luv.it
Luv.it surge porque empezamos a estudiar todos los problemas que hay alrededor de la industria de la moda y descubrimos que la fast fashion ha crecido muchísimo. Por ejemplo, antes había dos temporadas al año y ahora son 36; asimismo, la gente compra cada vez más ropa, pero gasta menos, mientras que las compañías hacen más dinero, entonces, la ecuación no tiene mucho sentido. Descubrimos que quien está pagando el precio son aquellos que están en la cadena de suministro de manufactura, ya que una de cada seis personas en el mundo trabaja en la industria de la moda y el 80% gana menos de 30 centavos de dólar por hora, lo cual está muy mal.
Esto sucede porque los grandes grupos empresariales buscan lugares en los que la materia prima y la mano de obra sean más baratas y esto no está mal, obviamente es parte de la globalización, pero lo que sí está mal es que empiecen a utilizar su poder de negociación para exprimir a los países en desarrollo con el fin de que bajen los precios de manufactura porque esto implica constreñir el salario mínimo, lo cual, a su vez, ocasiona que las condiciones de trabajo sean terribles.
También comenzamos a ver la enorme cantidad de desperdicio que existe en esta industria; desperdicio de materia prima, de prendas, de agua. Por ejemplo, para hacer unos jeans se necesitan aproximadamente 3000 litros de agua. Se están consumiendo nueve millones de prendas de ropa en el mundo, de los cuales cerca de treinta y ocho millones de kilos se desperdician.
Esto, claramente, no es sustentable. Es imposible no pensar en generar un cambio y eso es lo que buscamos. Lo que nos da coraje es que la situación sería diferente si la gente estuviera consciente del problema y pudiera tomar decisiones a la hora de comprar. Por supuesto, no es que las personas quieran contribuir al problema, sino que, simplemente, desconocen las consecuencias. Si estás caminando por un mall o navegando en la web y ves algo que te gusta, lo compras, pero si estuvieras consciente de lo que puedes estar ocasionando con tus acciones, probablemente lo pensarías dos veces y buscarías comprar en un lugar que coincida con tus valores.
¿El nombre de dónde viene?
En el 2013, cuando Facebook comenzó a cotizar en la bolsa, la presencia del like era muy fuerte y queríamos algo todavía más poderoso, entonces pensamos en love; hicimos un juego de palabras y surgió Luv it. La verdad nos gustó mucho porque es fácil de recordar, queda bien con cualquier concepto y también concuerda con todos los planes que tenemos a futuro para la marca. El concepto de amor también incluye el amor al planeta, que es lo que buscamos difundir. En fin, tiene muchas aplicaciones y eso es lo padre.
¿Cuál consideran que es la importancia de hacer compras conscientes?
Pienso que no hay otra forma de comprar. El calentamiento global es una realidad y, en cualquier estudio o estadística que veas, la industria de la moda siempre está en el top 4 de las más contaminantes a nivel mundial y eso es algo que tiene que cambiar. Hay muchos diseñadores como Stella McCartney, Vivienne Westwood y Adidas que están tomando las medidas necesarias para ser sustentables; también, recientemente se organizó la Copenhagen Fashion Summit, que es una conferencia internacional en la que se habla sobre temas relacionados con la sustentabilidad y se trata de solucionar los problemas que existen en cuanto a la cadena de suministro, el abastecimiento y la manufactura, entre otros. Entonces, el cambio ya está sucediendo y pensamos que, en los siguientes diez años, la mayoría de la ropa va a ser sustentable, así como los coches van a ser eléctricos y la comida, orgánica; pero creemos que es necesario tomar acción, sobre todo con los consumidores de la generación Z y con los millennials, que son mucho más conscientes del impacto de su huella ambiental. Es súper importante que les demos oportunidades y herramientas de fácil acceso para que hagan compras más responsables.
¿Cómo ven a México? ¿Creen que hemos avanzado en el tema de la moda sustentable?
Hay mucho que hacer como país, no solo con respecto a la sustentabilidad, sino al comercio electrónico. Todavía vamos atrás en comparación con países más desarrollados en términos de infraestructura, sobre todo en lo que concierne a los envíos, el tracking, los datos y la bancarización que, entre otros, son los facilitadores del comercio electrónico. Sin embargo, hay marcas que han puesto los ojos en México como Amazon, Ebay, Net-A-Porter y Revolve porque es un gran mercado y hay mucho dinero en él. En cuanto a la sustentabilidad, hay empresas que están haciendo mucho por el medio ambiente como Bimbo y Coca-Cola, pero a nivel fashion hay poco y por eso queremos generar más, solo que la gente tiene que ayudarnos.
¿Qué tipo de marcas podemos encontrar en su plataforma? ¿Tienen alguna favorita?
Hay 200 marcas en Luv.it, pero también trabajamos con algunas boutiques que tienen marcas con un enfoque sustentable; si las juntamos, son alrededor de 800. Tenemos desde nombres muy conocidos hasta marcas más pequeñas tanto nacionales como internacionales. Children of Our Town, Caralarga, PAAR, The Pack, CIHUAH, Cristina Ramella y Sandra Weil son algunas de las nacionales; Stella McCartney, las colecciones de Adidas con Wings and Horns y AMVI son parte de las internacionales. A mí me encanta una boutique de Toronto que se llama Leo Boutique; cuenta con marcas muy padres que crean colecciones exclusivas para ellos. Las colaboraciones de Adidas con Wings and Horns también son de mis favoritas. A nivel nacional, tenemos pocas marcas para hombre, pero me gusta mucho Children of Our Town; la colección de Star Wars que sacaron está increíble. Thursday Boot Company también me encanta; es una marca de Nueva York que se fabrica en León, Guanajuato y tanto su calidad como su price point son muy buenos.
¿Cuál es el proceso que llevan a cabo para curar o elegir las marcas?
Tenemos un equipo de advisors; son personas con mucha experiencia en moda y han sido una excelente guía en cuanto a qué diseñadores subir y bajo qué estilos; nos envían leads de marcas que ellos conocen y con las que tienen una relación. Otras marcas las encontramos por medio de Instagram o de eventos y, afortunadamente, hace seis meses comenzaron a aplicar varias marcas a través de la página. Cuando sucede esto último, les pedimos que nos digan por qué quieren colaborar con nosotros y que nos manden su colección; también les hacemos preguntas como qué es la sustentabilidad para ellos, qué practicas sustentables realiza su marca y si practican el comercio justo. Después, verificamos y estudiamos la información y, si todo está en orden, subimos la marca a la página.
¿Cómo puedo comprar en Luv.it?
Directamente desde la app. Hay muchas empresas que, cuando estás viendo un producto en su app, le das click para comprarlo y te manda al sitio de la marca que seleccionaste. Con nosotros, todo pasa adentro de la app y ahí mismo te dice cuándo recibirás tu producto.
Creo que es importante agregar que, en ocasiones, pides un producto a Estados Unidos, llega el repartidor a tu casa y te dice que tienes que pagar cierta cantidad en efectivo por cargos extra de impuestos de importación, lo cual resulta bastante incómodo. Por eso, nosotros creamos una alianza estratégica con Estafeta, de modo que los usuarios pueden pagar los impuestos de importación dentro de la app y saber desde el inicio cuánto van a gastar sin que se les cobre ni un centavo más. Además, el envío de Estados Unidos a México es bastante barato; cobramos cinco dólares más gastos de importación.
¿Cómo puedo vender mis productos en tu app?
Si tienes un sitio de e-commerce, nosotros nos conectamos a él por el back end; utilizamos la misma tecnología que plataformas como Shopify. Al conectarnos, creamos un flujo de información entre tu página y nuestra app; es decir, no tienes que adoptar Luv.it como una plataforma extra para vender, sino que nosotros, desde tu sitio, importamos los productos, las descripciones, los precios, las ofertas, los descuentos y, si vendes desde tu página, también se actualiza en la nuestra el inventario de la app y viceversa. Si no tienes e-commerce y quieres vender, también tenemos el dashboard para que lo utilices como plataforma y tengas ahí tu inventario.
¿Ustedes donan algún porcentaje de sus ventas a alguna causa?
Claro. Cada vez que compras en Luv.it, el 2.5% se dona a Fashion Revolution para que continúen apoyando el fair trade y la sustentabilidad. Además, otro 2.5% se lo regresamos a los usuarios para que sigan comprando en la plataforma, o bien, para que donen a Fashion Revolution si así lo prefieren.
¿Qué mensaje buscan difundir a través de esta innovadora plataforma?
El primero es que no se trata de comprar ropa, sino de comprarla de manera responsable. El segundo es erradicar la idea de que ropa sustentable y fair trade son sinónimos de adquirir únicamente prendas elaboradas por artesanos; hay marcas increíbles con diseños muy vanguardistas que están haciendo las cosas muy bien desde el punto de vista de la sustentabilidad. Por último, ¡que bajen la app!
Entrevista por Jimena Saldivar