Desde su debut en los escenarios de teatro hasta su interpretación en la secuela de Black Panther, Wakanda Forever, Mabel Cadena, la actriz mexicana, con una Maestría en Psicología, ha construido una carrera diversa y emocionante. Mabel nos comparte sus reflexiones sobre la carrera en la industria cinematográfica, sus inicios en México y la transición a Hollywood, donde superó desafíos que la llevaron a donde está hoy.
Comenzaste tu carrera en teatro. ¿Cómo influyó esa experiencia en tu desarrollo como actriz?
Creo que es un cliché, pero es muy cierto: el teatro es un estímulo vivo todo el tiempo. Comenzar en este ámbito me permitió enfrentar errores y accidentes, como caerme de las escaleras en mi primera obra profesional que me dio herramientas para resolver en escena. Esta experiencia y la conexión emocional con el público me brindaron habilidades valiosas para trabajar frente a la cámara, manteniendo la seguridad y sobre todo, la atención emocional.
Desde tu papel en Capadocia, en 2012, hasta interpretar a Namora en Black Panther: Wakanda Forever, en 2022, ¿cómo describirías tu evolución en la industria del entretenimiento?
Ha sido una evolución hermosa, un proceso de sanación y autoconocimiento. Desde Capadocia hasta Black Panther, experimenté una reconstrucción emocional y psíquica que ha fortalecido mi seguridad y visión de futuro como actriz y mujer. Cada desafío ha contribuido a mi progreso.
Hablando de tu trabajo en la secuela de Black Panther, ¿cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste?
Todos fueron desafiantes, pero la experiencia fue abrumadoramente hermosa. El proceso me confrontó y me hizo cuestionar la naturaleza del arte y mi capacidad. El síndrome del impostor se apoderó de mí, enfrentándome a mis miedos y debilidades. Cada aspecto de la experiencia fue un reto, pero también una oportunidad de crecimiento personal.
¿Cómo ha cambiado tu perspectiva sobre los roles que eliges y los proyectos en los que te involucras?
La experiencia que he reunido me ha otorgado una voz firme como actriz, empoderándome en la toma de decisiones. Ahora, tengo claridad sobre mis límites y necesidades, lo cual es esencial para mantener el equilibrio y el respeto mutuo en la industria. Poner límites y exigir lo necesario es crucial para construir una industria fuerte.
Al ser inspiración para muchas latinas alrededor del mundo ¿crees que tu origen ha influido en tu carrera?
Sin duda ha influido en todo lo que hago. Nací en la Ciudad de México, pero crecí en Veracruz. Mi representación como mujer latina implica enfrentar desafíos específicos, pero también brinda oportunidades para impactar y conectar con diferentes generaciones. Mi camino y experiencias de vida han aportado sensibilidad emocional, psicológica y humana a mi actuación.
¿Qué opinas sobre la oferta de personajes que Hollywood y la industria cinematográfica mexicana ofrecen?
La experiencia en Hollywood me hizo comprender la importancia de la profesionalización y la disciplina. Aunque valoro el trabajo en México, creo que aún hay mucho camino por recorrer. La industria ha cambiado, y hay emocionantes guiones que reflejan una evolución positiva. Necesitamos seguir alimentando nuevas narrativas y personajes para satisfacer a una audiencia ávida de historias frescas y diversas.
¿Cuál es tu percepción sobre la transformación de las narrativas y los personajes en la industria, en comparación con décadas anteriores?
Si observamos la evolución de las narrativas y personajes en la actualidad, cada mujer tendría una perspectiva diferente al respecto. Personalmente, hace una década solía interpretar roles similares constantemente, sin quejas. Sin embargo, hoy en día es emocionante recibir papeles que exploran una variedad de géneros, como terror, drama y comedia. La diversidad en los personajes ha ampliado mi capacidad de interpretación, permitiéndome explorar aspectos más allá del melodrama. Este cambio me ha brindado nuevas oportunidades y desafíos creativos.
Inicialmente, mi estrategia era demostrar mis habilidades multifacéticas como actriz, destacando mi capacidad para interpretar una amplia variedad de emociones y personajes. Actualmente, he encontrado una nueva estrategia en la moda, utilizando oportunidades en eventos y editoriales para mostrar facetas diferentes. Al mostrar aspectos inesperados de mí misma, trato de retar las expectativas de los productores y ampliar la percepción que tienen sobre mi versatilidad.
Hablando de tu próximo proyecto, la serie Bandidos, en Netflix, ¿cómo te preparaste para tu papel en la serie?
Participar en Bandidos fue una experiencia única. Trabajar con un equipo excepcional y enfrentar condiciones extremas en Mérida, a 40 °C, añadió un componente físico importante. Además, aprender el lenguaje de señas para mi personaje, cuyo hijo es sordo, fue inspirador y enriquecedor. La serie se centra en la disciplina, constancia y respeto entre los siete bandidos, y estoy emocionada por compartir esta historia única con el público.
¿Cómo influyó estudiar psicología en tu capacidad para construir y entender personajes?
El estudio de la psicología, aunque no estaba planeado inicialmente, se convirtió en una valiosa herramienta en mi carrera actoral. Combinar ambas disciplinas me permitió desarrollar proyectos que fusionaban arte y ciencia para reconstruir la sociedad a través de talleres y expresiones artísticas. En etapas avanzadas, la maestría en psicología me proporcionó una comprensión más profunda de los procesos mentales y humanos, complementando mi experiencia emocional en la actuación. Esta combinación me ha brindado un enfoque más completo para construir y entender personajes.
¿Cómo visualizas a Mabel del futuro?
Si bien no puedo prever todo lo que sucederá, espero que la Mabel del futuro conserve la fortaleza psíquica, espiritual y disciplinada por su trabajo. La amabilidad y la generosidad para compartir con los demás también son aspectos clave que deseo mantener. Independientemente del éxito de mi carrera, anhelo seguir construyendo colectiva e individualmente, contribuyendo positivamente a mi entorno y disfrutando de cada aspecto de la vida.