PROVOCATIVAS HIPÉRBOLES VISUALES DE LA DECADENCIA MUNDANA
Cuando me encontré por primera vez con una imagen de dos cerezas mordidas, obra de Maisie Cousins (1992, Lon- dres), me impactó de inmediato. Recuerdo haber evocado la icónica canción de The Runaways, “Cherry Bomb”. Después de investigar un poco, me quedé impresionada por esos close-ups de insectos recorriendo frutas y verduras podridas, flores muertas, envases de comida china, basura y mercados de alimentos.
Sus fotografías son vanitas contemporáneas de naturaleza muerta, que retratan la decadencia de lo mundano, recordándonos lo efímero de la vida, pero también esa parte poco atractiva, incluso repulsiva de algunos temas. Hay algo extremadamente aversivo, pero a la vez estético en sus fotografías: los colores intensos, las ricas texturas y los cuerpos brillantes que literalmente están explotando ante nuestros ojos.
Si bien algunos pueden encontrar grotescas las imágenes hipersaturadas de Cousins, sus fotografías son hipérboles visuales donde los defectos se vuelven extrañamente atractivos. Surge el deseo de tocar, aplastar y sentir el objeto que vemos, un desorden orquestado por ella en diversas series de naturalezas muertas que exploran la belleza de la decadencia.
Por otro lado, su acercamiento al cuerpo femenino es directo, honesto y sin ningún tipo de censura, como si en su universo no existieran los inalcanzables estándares de belleza, subvirtiendo el ideal de perfección al abrazar y realzar la belleza natural del cuerpo de la mujer, redefiniendo la feminidad. Platicamos con ella para entender el proceso creativo detrás de su trabajo, dónde encuentra inspiración y en qué está trabajando actualmente.
¿Recuerdas cuál fue la primera foto que tomaste?
Probablemente, una foto de mi hermana.
¿Cómo describirías tu proceso creativo?
Desordenado, instintivo. Un poco como cocinar.
¿Qué tipo de cámara utilizas?
No creo que esto importe o sea interesante en mi práctica. La cámara es solo una herramienta para documentar la naturaleza muerta que he creado. Podría ser cualquier medio, pero la cámara estaba ahí cuando empecé y ahora se ha convertido en una extensión de mi cuerpo, como mi tercer brazo.
¿Cuándo encontraste tu propia voz y estilo como fotógrafa?
Después de la universidad encontré que la estructura educativa sobre la fotografía era, sinceramente, bastante aburrida, porque era mucha teoría y fotos ordenadas acompañadas de ensayos. Después de irme, conseguí trabajo en el ámbito de la fotografía comercial y editorial, y fue ahí donde encontré esa forma de trabajar más divertida y en general menos pretenciosa.
¿De qué manera has evolucionado como artista a lo largo de estos años?
Ahora puedo sentarme con las imágenes tranquilamente por un tiempo, analizarlas y esperar has- ta que tengan un “espacio o lugar”, ya sea físico o en un proyecto. An- tes quería quitarme la responsa- bilidad sobre ellas y compartirlas con el mundo inmediatamente.
¿Dónde encuentras la inspiración?
Honestamente, en lo cotidiano.
Tus fotografías capturan la naturaleza muerta de una manera provocativamente hermosa, pero también retratan la cruda y grotesca realidad. ¿Cuál es la emoción que pretendes provocar en el espectador?
No pienso en el espectador en absoluto. El espectador es un plus que viene después. Me encantan las emociones intermedias, esa zona gris en los sentidos en la que no estás seguro de cómo te sientes.
Tu trabajo también resalta las imperfecciones del cuerpo femenino. ¿Es una manera intencional de normalizarlas y criticar los altos estándares de belleza de la actualidad para celebrar nuestra propia feminidad?
Me interesa todo lo relacionado con ser mujer, así que no veo estas cosas como imperfecciones, solo detalles, capas y complejidades.
En ese sentido, ¿cuál es tu postura sobre cómo se retratan las mujeres estos días en las redes sociales?
No entiendo por qué la gente quiere mirarse tanto a sí misma. ¡Después de un día de existir como yo misma en mi cuerpo, me gustaría escapar y mirar fotos de otras cosas!
Vivimos en un mundo saturado de imágenes e información. Como fotógrafa, ¿qué opinas de nuestra relación tóxica con las redes sociales, y de qué manera estas plataformas han influido en tu trabajo?
Las redes sociales cambian todo el tiempo y muy rápidamente. Por lo general ofrecen una pequeña ventana donde atraen a nerds y a creativos genuinos; luego el dinero se involucra por medio de los likes y anuncios y, por lo general, lo hacen sentir poco sincero e incluso obsoleto. Eso no quiere decir que la gente no esté usando Instagram de una manera creativa, pero prefería los días en los que publicaba de forma anónima en Tumblr o Flickr. De hecho, conocí a la mayoría de mis mejores amigos por ese medio. Lamentablemente, creo que esa forma de interactuar en línea es casi nula hoy en día.
¿Qué distingue a un fotógrafo profesional de cualquiera que tenga acceso a una cámara, como ocurre hoy en día?
¡Cualquiera puede tomar fotografías y eso es lo mejor! El arte no debería ser algo elitista o exclusivo de la gente con cámaras elegantes y educación artística. Estoy totalmente a favor de que todos tengan acceso a las cámaras. La fotografía está fuertemente vinculada a nuestra historia social reciente y cambia de manera rápida. Precisamente, debido a que es cada vez más accesible, ahora se celebran las voces que antes se ignoraban.
¿Cuál ha sido el mayor desafío al que te has enfrentado como mujer en el mundo del arte?
He tenido la suerte de estar rodeada de mujeres increíbles que me han guiado a través de un mundo que antes no me importaba ni conocía mucho. He sido muy afortunada y sé que mis experiencias han sido extremadamente privilegiadas. En general, mi mayor decepción es la falta de hombres sexys, todos se toman a sí mismos demasiado en serio.
Hilario Galguera es la primera galería en la Ciudad de México que te representa. ¿Cómo se conocieron?
En Londres Hilario vio mi foto de las hormigas mexicanas y luego fuimos a tomar un café y le expliqué cuanto de mi trabajo se sentía como México, pero en la vida real. Le estaba explicando cómo uno se puede sentir tan estanca- do y estéril aquí en Londres. Y entonces me ofreció trabajar juntos. Fue un gran momento. También porque estaba embarazada, así que me sentí como si fuera un nuevo capítulo muy emocionante en mi vida, pero luego pasó lo del coronavirus y lo detuvo todo.
Hiciste una serie llamada Mexico Sweeties Oaxaca Ants, y escuché que estás trabajando en una otra basada en el Día de Muertos y en los coloridos mercadillos. ¿Qué te atrajo de este país y cómo se refleja en tu trabajo?
Se siente como lo opuesto a la mentalidad británica, más abierta emocionalmente porque celebra la muerte, la decadencia y la vida. ¡El Reino Unido es una pequeña isla llena de miedo y ansiedad! En México tienes espacio, la vida se siente menos curada y más genuina.
¿Alguna vez has pensado en mudarte a la Ciudad de México?
Sí, me encantaría. Extrañaría a mi mamá, pero eso es todo.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
En criar a un niño de un año y preparándome para viajar a México a final de año.
Si tuvieras que darle un consejo a un artista emergente, ¿cuál sería?
Sigan creando y háganlo para ustedes mismos. Esperen trabajar de camarera/o durante unos años, está bien, no pasa nada.
¿Cómo ves la evolución de tu estilo artístico en los próximos años?
Me gustaría trabajar con nuevos medios, quizás en principio con video y después con escultura.
Ig: @maisiecousins
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Entrevista por: Sheilla Cohen