Maru Escobedo había planeado metódicamente su carrera: una vez que terminara la licenciatura en Economía, su siguiente paso sería entrar a la Bolsa Mexicana de Valores. Pero el azar quiso que, en su último año en la Universidad Iberoamericana, solicitara un puesto como asistente de la dirección en la planta que BMW acababa de abrir en el Estado de México. Fue un amor a primera vista: “La automotriz es una industria dinámica que te mantiene interesada, con mucha innovación, tecnología y desarrollo sustentable. Nunca para y jamás aburre”, cuenta en entrevista para Gatopardo. Corría el año de 1998 y desde entonces Maru pasó por varios sectores de la marca alemana hasta ocupar, desde 2018, el puesto de CEO de BMW Group México.
Con 22 años en la firma bávara, esta ejecutiva mexicana de sonrisa perfecta ha sido testigo de épocas de bonanza y de crisis, como la actual “nueva normalidad”. “No somos la única industria afectada y desde julio vemos signos de recuperación”, sostiene quien se define como una eterna optimista. Hay que serlo, insiste, “porque la industria automotriz es una de las más importantes de México y el motor de nuestra economía”. Así es que la multinacional ha aprovechado estos tiempos extraños para “ajustar” temas que el coronavirus terminó por acelerar. “Agregamos servicios en línea para nuestros clientes y, si bien todavía hay aspectos legales de nuestro país que impiden la venta en línea de un auto, en breve este escenario será una realidad”. Y recuerda que la fórmula diseño + conducción autónoma, conectividad, electrificación y servicios (d+aces, por sus siglas en inglés), acuñada recientemente por BMW, será la que oriente el consumo de automóviles premium en los años venideros. Sobre todo teniendo en cuenta que, para 2030, la firma fundada en Múnich tiene previsto vender siete millones de modelos eléctricos.
Es verdad que la Covid-19 pondrá en pausa experiencias que estaban teniendo éxito en distintas ciudades de Europa, como el DriveNow, una aplicación de car sharing de BMW y Mini que permite la renta de modelos de la marca a tarifas accesibles. “Antes de la pandemia, se pensaba que parte del futuro de la movilidad era compartir vehículos”, sostiene esta mamá de un niño de 11 años, quien, a pesar de las exigencias de su puesto, ha logrado un buen equilibrio entre su vida laboral y personal. En la automotriz germana “hay una cultura de trabajo muy establecida, aunque con diferencias entre geografías: los alemanes son más serios, los mexicanos menos formales, pero se trabaja duro y bajo presión en ambos países”, dice. Y agradece que BMW “impulse la igualdad de género. Un ejemplo soy yo: nunca me sentí discriminada por ser mujer”,
expresa.
Si bien en este año las herramientas que nos facilitan el trabajo remoto en todo el mundo tuvieron un gran auge, “BMW implementa el home office y la flexibilidad desde hace años. Al final, somos una firma que se dedica a la movilidad”, cuenta. “Mi trayecto a la oficina es largo y aprovecho ese tiempo para tener llamadas con Alemania”, cuenta. “En el coche uso una aplicación, ConnectedDrive, que entre otros servicios permite dictar mientras manejas”. Y para quien pueda sentirse intimidado por atreverse al multitasking a bordo de un auto de lujo, allí está esta ejecutiva todoterreno para despejar dudas: “Las mujeres lo podemos todo. ¿O no?”.