Actualmente, la palabra cambio ha caído en cierto grado de desgaste, utilizada hasta como eslogan publicitario de todo tipo; pocos lo entienden y solo algunos reflexionamos cotidianamente su profundidad.
En un mundo de seis mil millones de personas es fácil creer que la única manera de iniciar una transformación profunda es tomando acciones extremas. Cada uno de nosotros lleva dentro la capacidad de cambiar el estatus de las cosas, aportando aunque sea un grano de arena, pequeñeces si se quiere, para mejorar o empeorar.
Todo lo que hacemos y pensamos afecta a la gente, nuestras vidas, las de ellos; a su vez, sus reacciones lo hacen con otros. Tus pensamientos y acciones son como gritos en el silencio, causan ondas que se expanden conforme avanzan hacia fuera. El impacto en el mundo es mayor de lo que jamás podrías imaginarte, las elecciones que haces pueden tener consecuencias de largo alcance, de calado.
Puedes usar este efecto para hacer la diferencia positiva y expandir la amabilidad que lavará al mundo. Según la Ley de Atracción, todo lo que sentimos, decimos o hacemos, regresa a nosotros en igual magnitud o aumentando. Imaginemos la reverberación como un eco; todo lo que piensas, dices, haces, se materializa, esto tiene un efecto de resonancia que va hacia el Universo.
TÚ ELIGES
Diariamente escuchamos la palabra crisis; como tu percepción es tu realidad y tu realidad es tu percepción, entiendes y recibes la información que te es dada acerca del tema. Ello te forma. Si tienes libre albedrío y una conciencia que vibra en un nivel energético alto, tendrás la capacidad de elegir, esta palabra toma forma y concepto en ti.
Crisis, oportunidad; alternativa de cambio en muchos sentidos que nos fuerza a ser mejores, más creativos y, sobre todo, más conscientes con nuestro entorno, empezando por el planeta, como con los abusos, con nuestra actitud hacia la vida en cada una de sus facetas.
Cuando te hablen de crisis, recuerda que es el momento que la vida te ha regalado para hacer las cosas mejor o para hacer otras, que si bien fueron soñadas, tenían una fecha indefinida para realizarse. Cotidianamente me repito una frase: “Nada es casual, todo es causal”. Los capítulos de mi historia personal siempre van acompañados de unos toques de magia, algunos compartidos con ustedes en mi presencia en medios, posts, conferencias y libros.
Usualmente nos quedamos en nuestro pasado, en la eterna queja. Algunos proclaman su supuesta espiritualidad refugiándose en el lugar común al pregonar: “Viajo constantemente al interior tratando de encontrarme a mí mismo”, absurdo lejano de cualquier compromiso con nuestra misión.
IMPACTO EN LA SALUD
El secreto radica en la concepción de una nueva estrategia, en el descubrimiento de los factores y elementos de los que carecíamos antes de esta reflexión, considerando, por supuesto, los errores cometidos.
En este orden de ideas, en este momento, otra preocupación – que para algunas personas se ha transformado en miedo– tiene como fuente una epidemia, nuestra salud y la de los nuestros.
Es sabido que la gripe tiene un origen mayormente psicosomático y como otras tantas enfermedades, nos fuerza a pisar el freno, a recapacitar, a cambiar el ritmo de nuestras actividades cotidianas.
México mágico y nuestra ciudad, en su vorágine, nos envuelve en el torbellino de su adrenalina, sus apresurados tiempos, sus horarios extremos, sus largos traslados.
Nos hemos multiplicado por cinco, seguimos en el desconcierto, sin espacio para todos los que aquí vivimos. El uso indiscriminado de antibióticos y el afán por automedicarse han permitido la prevalencia de infecciones, haciendo a virus y microbios más resistentes de generación en generación. La memoria es corta, hemos olvidado otras epidemias del pasado, otros eventos catastróficos, como es sismo del 85, cuando nadie sabía cuántas epidemias había, caminábamos sonámbulos por las calles con los tapabocas, con pánico irracional.
Actualmente, todo es distinto, la democratización de la información hace que todos nos sintamos expertos casi en cualquier cosa, a diferencia del pasado donde solo pocas personas como los médicos y algunos boticarios antiguos tenían una explicación más amplia.
PON PAUSA
Ahora, el uso del Internet y la popularización de programas informativos en la radio han cambiado las cosas. Saltamos de un mal noticiario a otro en donde la mayoría de los comunicadores trata de pontificar la información sin mayores datos que los nuestros, en absoluto desorden, así nos aterramos ante un simple estornudo. La globalización ha trastornado la velocidad de las noticias, las que antes eran transportadas a caballo o en ferrocarril.
Contamos con una vida sin pausa, sin tiempo para ti y para la necesaria reflexión, para la introspección. Cuántas veces en algún momento has dicho: “Paren el mundo que me quiero bajar”. Hemos perdido la percepción circunstancial y la probabilidad de darnos cuenta de los sucesos. Visto desde la gran pantalla, lo inimaginable te sor- prende en su honda presencia. Para quienes conocemos la Ley de Atracción sabemos que esto es posible, lo llamamos, lo atrajimos. El famoso karma: a toda acción corresponde una reacción, pero todo en su lugar.
Cambio, reinvención, reverberación, conciencia, son el camino. Sal del cuadro de confort, echa las campanas al vuelo, usa imaginación y creatividad, cree en tus sueños, deja atrás tu historia “desempoderadora”.
Texto por: TERRY GUINDI
Escritora y conferenciante mexicana se ha especializado en la Ley de Atracción para lo cual ha escrito varios libros, algunos de ellos bestsellers, además de dic- tar conferencias en México y en el extranjero; participa constantemente en programas de radio y televisión pública semanalmente en su columna “La palabra mágica” en un diario nacional. Ha estudiado con maestros de renombre como Anthony Robbins, Deepak Chopra, Caroline Myss, Wayne Dyer.
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Ilustración por: Ana Paula Cámara