No cabe duda de que la Revolución Mexicana marcó la historia de nuestro país durante el siglo XX. El 20 de noviembre de 1910 inició el levantamiento en armas de los campesinos en una lucha por el derecho de las tierras controladas por banqueros, mineros y latifundistas.
Este movimiento armado buscaba terminar la dictadura de Porfirio Díaz y culminó oficialmente con la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. Este año se cumplen 112 años de tal conflicto y, por eso, te compartimos 10 datos curiosos e interesantes que probablemente no conocías de esta gran batalla que redibujó a México.
Al presidente Francisco I. Madero lo apodaban “pingüica” por su baja estatura.
La tradicional melodía de “La Adelita” fue compuesta por el sargento Antonio Gil del Río y se la llevaba de serenata a la enfermera Adela Velarde Pérez en Gómez Palacio, Durango.
Al presidente Madero también lo llamaban “el loco que se comunica con los muertos”, ya que le apasionaba el espiritismo. Dicha afición le vino después de la muerte accidental de su hermano Raúl.
México tiene el récord del cargo presidencial más corto del mundo: Pedro José Domingo de la Calzada Manuel María Lascuráin Paredes gobernó nuestro país el 19 de febrero de 1913 de las 17:15 horas a las 18:00. ¡Gobernó por tan solo 45 minutos! Renunció al cargo para cederlo a Victoriano Huerta.
Se considera que la frase célebre “Sufragio efectivo, no reelección” fue dicha por Francisco I. Madero, cuando en realidad era de Porfirio Díaz.
Las soldaderas: el papel de las mujeres se convirtió en uno de los más importantes, ya que ellas se encargaban de tareas muy diversas como lavar la ropa, cuidar a los heridos, traficar las armas, procurar los alimentos y muchas más.
Los niños a partir de los 5 años se encargaban de tareas como cuidar animales, llevar alimentos a los revolucionarios y recoger el agua de los pozos. A los niños mayores, entre los 7 y los 10 años de edad, les asignaban labores de guerra y entrenamiento militar.
El lema de la revolución, “Tierra y Libertad”, le fue adjudicado a Emiliano Zapata, cuando en realidad lo acuñaron Enrique y Ricardo Flores Magón, los hermanos periodistas que se oponían al gobierno de Porfirio Díaz.
El ferrocarril, una de las principales obras de Porfirio Díaz, terminó siendo el transporte del movimiento revolucionario.
Emiliano Zapata no era pobre; hay registros sobre la posesión de tierra y de algunos caballos, que eran su gran pasión, y se dedicaba al comercio de estos animales en las épocas en las que el trabajo en el campo disminuía previo a la Revolución Mexicana.
Escrito por Almudena Cerezo