En 1743, Claude Moët se embarcó en una misión para convertir un vino regional en el favorito de las élites europeas. Posteriormente, su nieto, Jean-Rémy Moët, transformó Moët & Chandon en un ícono mundial de celebración. La innovación siempre ha sido un motor para esta marca por lo que, a pesar de ser un vino con mucha antigüedad, nunca se siente pasado de moda.
Moët & Chandon cuenta con un enorme territorio de viñedos en Champagne por lo que se pueden dar el lujo de elegir lo mejor de cada región, garantizando la mayor calidad en cada uno de sus productos. Para lograr el sabor y el color que identifica esta champagne, que combinan tres tipos de uva: Pinot Noir, Meunier y Chardonnay.
En 1892 se crea la Colección Grand Vintage de la Maison, una de las colecciones más prestigiosas y valiosas de vinos de Francia. Moët & Chandon ha aportado a lo largo de los años una gran variedad de vinos a esta colección. La más reciente es Moët & Chandon Grand Vintage 2008, lanzada este mismo año. Para la 72º champagne de la Maison, el chef de cave, Benoît Gouez, decidió crear un vintage en conmemoración a la excelente cosecha del año 2008.
Este vintage se caracteriza por ser un champagne maduro, complejo y asertivo con una personalidad propia. Sus aromas y sabores se relacionan con la primavera, con notas principales florales, cítricas, especialmente de naranja, y con un toque de anís. Moët & Chandon Grand Vintage 2008 está compuesto por 40% de Chardonnay, 37% de Pinot Noir y 23% de Meunier. Al probar esta exquisita champagne, te envuelven la frescura y la acidez, en una explosión de sabores que se fusionan perfectamente en nuestro paladar. Es recomendable tomarla a unos 10° C o 12º C, no demasiado fría para no arriesgar una pérdida del sabor.
Gracias a su continua innovación y dedicación al proceso de sus vinos Moët & Chandon continúa siendo símbolo del glamour y la elegancia en la sociedad internacional.
