Hoy en día hay muy pocos santuarios naturales donde poder disfrutar de una experiencia de lujo, pues rara vez la comodidad logra convivir tan cercanamente con la naturaleza. Pero, escondido entre los colores verdes vibrantes de la jungla tropical nicaragüense, se halla un espacio de auténtica hospitalidad: el Mukul Beach Golf and Spa. Este es el primer hotel de calidad internacionalmente reconocido en el país y está ubicado en Guacalito de la Isla, en la playa virgen de Manzanillo.
Aquí cada mañana se escucha vívidamente el despertar de las criaturas: simios, cotorros y demás emiten sus murmullos desde el follaje frondoso que comienza a unos pocos metros del hotel que se encuentra enmarcado por playas de arena pálida y fina que se une con el azul claro del Pacífico, y por el auténtico corazón de la jungla omnipresente sin intervenciones, sin estragos humanos. Mukul significa “secreto” en lengua maya, lo que describe perfectamente al lugar adaptado a su entorno salvaje.
Este proyecto, impulsado por el empresario y filántropo Carlos Pellas, tiene entre sus propósitos más relevantes la conservación del medio ambiente, la integración de las economías locales y el empoderar a las comunidades en situación de pobreza.
Mukul Beach Golf and Spa es una propuesta para los viajeros apasionados, para aquellos que disfrutan los consentimientos del lujo y que al mismo tiempo son profundos admiradores de la belleza. Realizar actividades ecoturísticas es una gran opción, tanto de alta demanda física como paseos más simples de observación de flora y fauna. También se puede pasar el día entero en la comodidad de su alberca privada, degustando rones o deleitándose con los experimentos culinarios. El campo de golf de 18 hoyos completos, diseñado por David McLay Kidd, es uno de los principales atractivos del recinto, pues además de una brisa marina suave que lo mantiene fresco a lo largo del día, ofrece vistas imponentes de los alrededores mágicos.
El diseño de los espacios comunes y de las habitaciones está ideado para trasmitir una sensación relajada y elegante, para acoger a los huéspedes de forma cálida e invadirlos con un sentimiento de pertenencia. El ambiente effortless cool inspirado en las tradiciones nicaragüenses y en las artesanías de la región, convierte la estancia en una experiencia inclusiva y plácida.
Habitaciones
Cada una de las 37 residencias tiene un estilo único, con detalles vanidosos, vistas impecables y están dotadas de los lujos más cómodos.
Beach Villas
Las 12 Beach Villas son casas independientes que ofrecen una privacidad sin igual. Iluminadas por la luz natural, los techos altos y paredes de vidrio le dan una frescura particular. Cuentan con un jardín, una piscina, una palapa y un baño completo con tina. También las hay de dos cuartos, en cuyo caso también tienen una cocina completa, sala de estar y balcón en el piso superior. Algunas están ubicadas directamente sobre la playa, con acceso fácil al Pacífico, y otras están un poco más alejadas, pero ofrecen vistas privilegiadas. Además, para asegurar el bienestar de los huéspedes en todo momento, cada villa tiene un mayordomo a cargo de su comodidad.
Bohíos
En una fusión de lo novedoso con lo tradicional, estos cuartos de ensueño están encaramados en la montaña, lo que les da un aire de casa del árbol que todos ansiábamos de pequeños. Construidas con materiales sustentables, adornadas con acabados nicaragüenses, cuentan con una piscina propia y una regadera con vista excepcional. Se puede elegir si se desea vista al campo de golf o al Océano Pacífico.
Casona Don Carlos Suite
Llevando la hospitalidad a un nivel aún más elegante, esta residencia privada de playa se encuentra directamente frente al mar. En más de 6 000 metros cuadrados de vivienda, hay seis suites privadas. Además de todos los lujos mencionados para otros cuartos, esta Suite cuenta con dos albercas privadas, techos altísimos estilo palapa y una terraza de piedra perimetral.
Spa
Para una de las experiencias de reconexión del cuerpo con el espíritu, de rejuvenecimiento tanto físico como emocional, el Spa Mukul es el santuario indicado. Compuesto por seis spas individuales y privados, donde cada uno se especializa en una tradición de curación ancestral diferente, cualquiera de las experiencias ofrecidas contagian una serenidad trascendente. Se ofrecen tratamientos de unas cuantas horas, medio día o del día completo, siempre sin la necesidad de interactuar con otros huéspedes. Los diferentes espacios son: El Templo de Cristal, enfocado en el poder curativo de las piedras; el Healing Hut, donde se ha mezclado lo mejor del Este con lo mejor del Oeste; el Rainforest, donde se utiliza el poder del agua mediante la hydroterapia; el Jardín Secreto, en el cual se aplica el masaje-terapia Watsu; el Ancient Sanctuary, que ofrece tratamientos heredados de la antigua Mesoamérica, y por último, el Hammam Spa, inspirado en los rituales turcos y marroquíes. Todos los ingredientes utilizados son naturales, y provienen en su mayoría del mismo país.
Actividades
Además de disfrutar el mar y la piscina, hay un sinfín de cosas que hacer. Por supuesto que está el renombrado campo de golf, aunque la playa con una clase de yoga o adentrarse en el mar sobre un kayak o una tabla de surf son opciones ideales para quien busca una experiencia de diversión sin igual. Para estar más en contacto con la vida marina, están el snorkel y buceo en los impresionantes arrecifes cercanos o también liberar pequeñas tortugas en su hábitat natural. No hay que dejar de lado la naturaleza terrestre, que podrás disfrutar en las diversas caminatas alrededor de la isla o en recorridos en bicicleta. También se pueden realizar excursiones a otras isletas, a un volcán o incluso a la finca de caña de azúcar de la familia Pella, donde te recomendamos disfrutar de una degustación inigualable de ron. Para los aficionados a la pesca, es posible realizar este deporte rentando cualquiera de los tres yates especializados.
Restaurantes
Dentro del mismo hotel existen diversas opciones para comer. Está, por ejemplo, el Beach BBQ Grill, con un menú extenso de mariscos, carne y vegetales, servido bajo las estrellas. El Palapa Bar and Lounge está diseñado tanto para disfrutar de una deliciosa comida, como para pasar el día tranquilamente con la familia o los amigos. La Terraza es un restaurante con vista a la Costa Esmeralda, que ofrece platillos únicos creados con ingredientes locales y orgánicos. Para una tarde un poco más formal está La Mesa, con un menú de cena gourmet acompañado de los mejores vinos. El Rincón del Ron y el Cuarto de Puros ofrecen experiencias de degustación sofisticada. También es posible organizar un picnic en la playa, con todo el servicio y un menú hecho a la medida. Para los enamorados, el Beach and Flow es una oportunidad romántica de tener una cena privada sobre la arena y disfrutar de un bello atardecer.
D. KM 10 Carretera Tola-Las Salinas
Guacalito de la Isla, Nicaragua
T. +505 2563 7100