Inspirado en el talento y en los sabores mexicanos, el mezcal Ojo de Tigre nace de una colaboración entre Luis Gerardo Méndez, Cory Crespo, Jorge Mondragón y Casa Lumbre. Este producto artesanal representa la ideología de México y fue desarrollado gracias a la pasión compartida por este grupo de emprendedores.
El nombre proviene de la piedra semipreciosa ojo de tigre, la cual tradicionalmente se utiliza como un talismán de la buena suerte, pues atrae energías positivas hacia el portador. Sus colores cafés y amarillentos resaltan con destellos tornasol y evocan los ojos brillantes de los felinos.
Al integrar dos variantes del maguey, el espadín oaxaqueño y el tobalá poblano, el Dr. Iván Saldaña obtuvo una bebida suave que resalta sus raíces mexicanas. Iván se especializa en el agave y en todos sus destilados y, por esta razón, se convirtió en parte esencial del crecimiento del producto. Al concentrarse en los mecanismos biológicos que dan diversidad a esta planta, logró combinar el balance dulce y ahumado del maguey espadín con la complejidad herbal del maguey tobalá.
Los procesos artesanales son un elemento clave para elaborar el mezcal Ojo de Tigre, pues sus creadores quieren mantener la tradición como parte esencial del producto final. Todo comienza con la selección de magueyes sustentables, los cuales se cuecen en hornos de piedra. Posteriormente, se hace la fermentación de manera natural en tinas de encino y sin añadir levaduras. Por último, el mezcal es destilado dos veces en alambiques de cobre que le dan su sabor tan distintivo.
En cuanto a la botella, se vuelve icónica, pues su inspiración proviene de las anforitas de antaño que tenía el abuelo de Luis Gerardo y que él bien recuerda lo acompañaban en todo momento.
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Escrito por María Zapata
