Ubicado a 45 minutos de Punta Mita, con un paisaje de 33 hectáreas de pura naturaleza y vistas espectaculares al océano Pacífico, One&Only Mandarina abre sus puertas en México para ofrecer a cada uno de sus huéspedes una estancia de lujo y sin comparación. Construido en un entorno de selva tropical, frente a una playa de arena blanca y en medio de acantilados, el diseño de este hotel supera las expectativas de quien lo visita. Te compartimos aquí todos los detalles de este santuario de playa de ultra lujo.
Uno de los elementos que hacen único a este lugar es la topografía que lo rodea: tres microclimas, la rica biodiversidad de América del Norte, más de 50 especies de árboles y una fauna exótica es lo que conforma el ecosistema de One&Only Mandarina. Un complejo diseñado con la sensibilidad de integrar las maravillas naturales con el estilo contemporáneo y sustentable del hotel.
Esta obra arquitectónica fue creada y planificada con los detalles en mente, preservando la tierra, la historia y el entorno aventurero del destino. Los huéspedes podrán quedarse en alguna de las villas construidas con arcilla, madera, metales preciosos y piedra, todos materiales autóctonos de la región. Cada villa se convierte en un santuario privado, con alberca y terraza propia, ventanas de piso a techo, paredes de vidrio, carpintería hecha a la medida y elementos decorativos de diferentes diseñadores locales. Entre todas las villas, hay una que se convierte en el pináculo del resort: Villa One, la cual se extiende sobre 1747 m2 con tres suites, una infinity pool, gimnasio privado y una terraza que hace protagonista a la espectacular vista.
Asimismo, One&Only Mandarina brinda a sus huéspedes la posibilidad de disfrutar su estancia en las diferentes casas privadas, disponibles para compra o renta. Cada casa está diseñada específicamente para complementar su ubicación, resaltando la magia de la naturaleza, como las puestas de sol, los árboles de más de 250 años o el sonido de las olas del mar.
En cuanto a la propuesta gastronómica, One&Only Mandarina pone en alto las tradiciones culturales y la calidez de la cocina de nuestro país. Desde sus cenas informales junto a la playa hasta su oferta culinaria Carao, a cargo del chef mexicano Enrique Olvera, este hotel sorprende con una experiencia que deleita el paladar. Carao reinventa la tradicional cocina mexicana con técnicas modernas y un enfoque nuevo, reflejando la habilidad y la pasión de Olvera por la gastronomía, las cuales, combinadas con los ingredientes locales y el alma del destino, dan lugar a un menú único. Nuestra recomendación: ceviche de jurel con germen de soja y pepino, y la pesca del día con acelga dulce y puré de plátano.
Además, One&Only Mandarina ofrece experiencias que complementan tu estancia, como pasar el día en el Jetty Beach Club, un club de playa privado con antojitos frescos y locales; diferentes restaurantes como Alma, con un menú farm to table; o The Treetop, un bar botánico de mixología creativa. Si lo que estás buscando es disfrutar de todo lo que el océano tiene que ofrecer, puedes salir en kayak, paddle board o embarcarte en un yate para disfrutar de las aguas cristalinas del destino y, a medida que cae la noche, ver cómo las estrellas tiñen el cielo.
Complementando su propuesta, One&Only también ofrece un programa de wellness dentro de su spa. Este posee seis salas de tratamiento aisladas y un sinfín de experiencias para vivir un momento de relajación y selfcare. One&Only Spa combina técnicas y tradiciones locales e indígenas con marcas que son referente en la industria, como Tata Harper, para elevar tus sentidos y transformar tu experiencia de bienestar integral.
Por si fuera poco, todos los huéspedes tienen acceso al desarrollo The Flatlands, donde podrán salir en kayak y recorrer los serenos canales y ríos, andar en bicicleta, jugar tenis o futbol y disfrutar tanto del Canalan Beach Club como del Mandarina Polo & Equestrian Club, donde los huéspedes podrán tomar lecciones de equitación y dar paseos a caballo por los senderos.
Escrito por Renée Sotomayor