Hay proyectos que nacen después de meses de planeación, con presentaciones, tablas de inspiración y objetivos claros. Otros, en cambio, nacen de algo más sencillo y mucho más poderoso: una conversación honesta entre dos personas que sienten que el mundo está listo para abrirse de otra manera.

Así comenzó Open To Suggestions (OTS), la marca de Edu Maruri y Andrea Rubio, que llega a México como un lanzamiento de moda y como una invitación a: abrirse a la idea, al cambio, a la conexión.

Quienes conocen a Edu saben que todo en su vida ocurre en movimiento: la música, la actuación, los viajes, la manera en que su mirada cambia cuando descubre algo que le enciende una idea. Andrea, por el contrario, tiene esa calma profunda de quienes observan con sensibilidad absoluta; su diseño tiene la precisión conceptual de Nueva York y la libertad cálida del Caribe.

Cuando estas dos fuerzas se encontraron en la Ciudad de México, la pregunta no fue qué querían construir, sino qué querían liberar.

De algún modo, OTS nació antes de tener nombre. Nació en los bocetos compartidos sin juicio, en los audios de voz enviados a deshoras, en una frase que se repetía casi sin querer: “¿y si lo hacemos así?”.

Ese impulso —más emocional que estratégico— se convirtió en la base de la marca: nada rígido, nada estático, nada que no respire.

Por eso, cuando llegó el momento de darle forma al proyecto, no fue extraño que su proceso creativo se volviera un espacio colectivo. Cora Creatives se sumó al diálogo, no para imponer dirección, sino para traducir en un lenguaje visual aquello que ya existía entre líneas: una estética que fluye, que se curva, que abraza la imperfección, que entiende la moda como un proceso compartido y lleno de “cora” desde el día uno.

Dicen que cada prenda de OTS es una extensión del estado interior de quien la usa. Que acompaña transiciones. Que no se viste para ser vista, sino para expresar una verdad que evoluciona con el paso del tiempo.

Open To Suggestions: abrir, fluir, crear - whatsapp-image-2025-11-12-at-121118
Fotos: cortesía

No sorprende, entonces, que OTS no aspire a hablarle a un “público objetivo”, sino a una actitud. A ese grupo de personas que no temen reinventarse, que encuentran energía en la colaboración, que entienden la autenticidad no como un destino, sino como una práctica diaria.

La marca vive ahí, en esa comunidad que se crea cuando el arte, la música y la moda se encuentran sin límites preestablecidos. OTS es moda, sí, pero también es un espacio cultural en expansión: una plataforma que busca colaborar con creativos de distintas disciplinas, provocar encuentros, encender nuevas miradas, contagiar movimiento  .

Open To Suggestions.