Una mañana mientras paseaba por las emblemáticas calles del centro histórico de la Ciudad de México -con el estómago vacío por cierto- me encontré con algo que me cautivó. Minutos antes, decidí estacionar mi Buick Envision en una calle que me pareció agradable para caminar, una calle por cierto, increíblemente angosta, pero gracias al sistema asistente para estacionado con sensores frontales y traseros de mi camioneta, no tuve problemas al estacionarla. Después pensé, no puedes ir al centro histórico sin deambular por sus misteriosos callejones. Entonces dije, ¿por qué no?, vamos a disfrutar de una mañana muy a la mexicana.
Fue caminando por la calle de Tacuba cuando de pronto un olor a café, pan dulce, chocolate y creo que percibí algo de canela, me atrajo de inmediato. Y tal como sucede en aquellas escenas caricaturescas, esta exquisita esencia me guió hasta la entrada de un precioso edificio colonial. Se ubicaba en una esquina con una fachada roja, en los pisos de arriba pequeños balcones con sus clásicos barandales en color negro adornaban el glorioso inmueble, y debajo de unos techos rojos afrancesados, un letrero que decía: La Vasconia. Entré sin rodeos, mi estómago me pedía a gritos aunque sea una pequeña probada de tan exquisitos aromas.
Nunca había visto una variedad tan extensa de pan dulce, los estantes brillaban con sus conchas, donas de chocolate, polvorones, orejitas, galletas de mantequilla, panqués de todos los sabores, trenzas rellenas de chocolate, churros de cajeta y por supuesto ollas humeantes con chocolate caliente como el acompañante estrella. Mientras esperaba mi ansioso pedido, me encuentro con un pequeño letrero que contaba la historia del local.
¡Resulta que es la panadería más antigua de México! Abrieron sus puertas en 1870 y desde entonces han estado preparando recetas tradicionales mexicanas -junto con otras delicias- satisfaciendo los paladares de hambrientos peatones generación tras generación. La preparación de cada una de sus deliciosas creaciones se realiza de manera artesanal, eso explica mi reacción después de darle la primer mordida a un tradicional pan de muerto. Una explosión de sabores en mi paladar muy difícil de describir. La estabilidad que brindan momentos como éste son dignos de permanecer por siempre en la memoria.
Conocer una panadería con más de 140 años de antigüedad, en una calle histórica de mi ciudad, a eso le llamo una mañana perfecta. Así son mis tardes, así es nuestro lujo, nuestros momentos.
D. Calle de Tacuba 73, Centro Histórico
T. 55 5521 0659
P. http://www.lavasconia.com.mx
FB. Panadería La Vasconia