Conectando los océanos Atlántico y Pacífico, el Paso del Noroeste ha cautivado a exploradores durante siglos. Quark Expeditions, la principal naviera en aventuras polares, emprende una ruta marítima a través de este legendario tesoro que atraviesa impactantes glaciares y fiordos, sumergiendo a los viajeros en las maravillas naturales y la auténtica vida salvaje que el Ártico canadiense tiene para ofrecer.
Ultramarine
Con una velocidad de hasta 16 nudos en mar abierto y diseñado para brindar a los aventureros polares acceso total a los lugares más inaccesibles del planeta, el barco más novedoso de la flota es equipado con dos helicópteros a bordo que permiten la entrada a áreas que solo el grupo de expertos que lidera Quark Expeditions puede alcanzar.
Además de contar con el portafolio más extenso de actividades de aventura en la industria, la nave cuenta con las habitaciones y suites más grandes de su clase, mientras que las áreas de observación de vida silvestre al aire libre y las áreas comunes integran una extensión que supera los 127 metros de largo. Con una ocupación de 339 pasajeros, entre ellos los 140 miembros de la tripulación, el Ultramarine está totalmente equipado con dos restaurantes de gastronomía mundial, Bistro 487 y Balena, además de un spa, sauna y gimnasio.
En la exploración polar, el Quark Expeditions te acompaña en cada paso. A lo largo del viaje, un equipo de expertos se centrará en guiarte por los fascinantes ecosistemas y la geografía prístina del Ártico.
El trayecto
Siguiendo los pasos del explorador británico Sir John Franklin, quien en su búsqueda por recorrer el Noroeste protagonizó en un viaje histórico, la flota Ultramarine, diseñada especialmente para navegar a través de los gélidos océanos polares, forma parte del programa “Tras los pasos de Franklin” de Quark Expeditions.
El viaje comienza en la ciudad de Calgary, donde un vuelo chárter te llevará, al día siguiente, al pequeño pueblo de Resolute, desde donde se zarpa hacía la aventura.
Durante los días 3 a 6, se explora el Ártico alto de Canadá, visitando lugares históricos como Beechey Island y la Bahía de Radstock, famosa por avistamientos de osos polares en verano.
Por su parte, la visita al destacado sitio arqueológico Thule brinda una mirada a la antigua cultura preinuit de la región, donde alrededor del año 1000 d. C., el pueblo conocido por sus habilidades de caza, pesca y construcción de hábitats en entornos extremos dejó atrás artefactos, herramientas y otras evidencias de su vida cotidiana. Y la visita a Artic Bay, rodeada de acantilados con aves marinas, ofrece un acercamiento inédito a esta naturaleza.
Más adelante, cruzando el estrecho de Lancaster y navegando por la isla Devon, llegarás al puerto Dundas, donde bahías heladas y canales esperan ser explorados antes de anclar en Croker Bay. Aquí, el lujoso Ultramarine permite navegar lo suficientemente cerca para apreciar la grandeza de las texturas glaciares y el desprendimiento del hielo, a menudo encontrándose con morsas que habitan las aguas y saludan a la tripulación. La última visita a tierra en el Alto Ártico, antes de recorrer el estrecho de Smith, es el fiordo Grise, donde un monumento de roca tallada rinde tributo a los primeros colonos inuit.
Tras explorar el Estrecho, se recorre el paso deshabitado entre la isla Ellesmere y Groenlandia para llegar a Qaanaaq, un pequeño pueblo cerca del extremo polar del mundo, donde tripulantes y pasajeros pasan el día para descansar, pernoctar y zarpar nuevamente en la mañana.
Las aventuras continúan al navegar hacia el sur, sondeando el oeste de Groenlandia, en los días 10 al 15, donde imponentes fiordos y comunidades vibrantes como Nuussuaq, alinean la costa. Una visita al sitio arqueológico de Qilakitsoq, repleto de ruinas y momias exhibidas en el Museo Nacional de Groenlandia, sorprende por su conservación. Además, vistas espectaculares al icónico glaciar azul de Groenlandia, el Equip Sermia, forman parte del recorrido. Finalmente, la nave desembarca en Kangerlussuaq para tomar un vuelo a Toronto, donde la maravillosa aventura concluye.
Más allá del barco
Aceptar lo inesperado es parte del legado y la emoción de este viaje de expedición. Por eso, los huéspedes a bordo podrán disfrutar de actividades dentro y fuera del barco, como senderismo, polar plunge y heli-landing, entre otros.
Desde vuelos escénicos donde podrás experimentar la grandiosidad del Ártico en un recorrido en helicóptero con grupos de hasta 10 personas, hasta deslizarse por la superficie de una bahía rodeada de icebergs a bordo de un kayak marítimo, existen experiencias para cada gusto.
Pláticas y presentaciones diarias lideradas por expertos polares de clase mundial, entre ellos especialistas, guías fotográficos y de expedición, informan y guían a los pasajeros hacia la fascinante historia, biología, glaciología y geología de la región.
Texto por: Ainhoa García
Fotos: Cortesía de Quark Expeditions