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Reinserta apoya al México invisible

Los centros penitenciarios son entidades prácticamente extrañas para la mayoría de los ciudadanos. En México tienen problemas de sobrepoblación y de ciencias en la calidad de las instalaciones y atención a los presos. A pesar de que las mujeres constituyen la minoría de la población penitenciaria, también sufren de desatención, lo que se agrava cuando tienen hijos mientras cumplen su condena. Reinserta es una ONG que se dedica a trabajar por los Derechos Humanos de aquellas personas que se encuentran privadas de su libertad, así como en la prevención del delito, en temas de legalidad y en la mejora de impartición de justicia penal.

La mayoría de las cárceles de mujeres son espacios originalmente planeados para una población masculina, por lo que las reclusas carecen de áreas adecuadas para su desarrollo. Debido a ello, el tiempo dentro de estos centros, más que funcionar para la readaptación social, afecta su reinserción posterior.

Una de las problemáticas principales en las cárceles femeninas es que muchas veces llegan embarazadas o se embarazan mientras cumplen su condena. Se calcula que en México hay 800 niños que nacen y viven dentro de una prisión durante los primeros seis años de sus vidas, aunque en 2017 se aprobó la Ley Nacional de Ejecución Penal en donde se establece que los niños podrán estar con sus madres hasta los tres años, acortando el tiempo antes estipulado.

Estos niños son considerados invisibles, pues se ignora cómo se desarrollan sus vidas. Es por eso que la campaña de Reinserta se dirige a mejorar las vidas de estos niños. Durante este periodo de sus vidas, muchos no salen de los reclusorios ni una sola vez ni tienen la oportunidad de visitar a familiares fuera de los establecimientos. El problema es que la mayoría de los niños no tiene idea de lo que pasa en el mundo exterior y, por ende, su desarrollo se ve truncado.

Si bien hay varias reglas para proteger su integridad dentro del centro penitenciario, por ejemplo que los guardias no pueden prácticamente acercarse a ellos, se da otro tipo de situaciones que les causan problemas psicológicos. Además, deben de permanecer todo el tiempo junto a sus madres, eso significa que rara vez tienen la oportunidad de socializar con niños de su edad. La organización busca visibilizar este problema en específico, y señalar que una vez que salen de la cárcel, se encuentran con dos problemas principales: la separación forzada de sus madres con quienes vivieron los primeros tres años de sus vidas y enfrentar un mundo que les es completamente desconocido.

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Foto: Cortesía

Mientras que la ley dicta que los reclusorios femeniles y mixtos deberían contar con espacios para que los niños puedan participar en actividades recreativas con el fin de estimularlos y ayudar a su desarrollo, en 2016 solo 19 de los 174 establecimientos penitenciarios contaban con estos espacios.

Reinserta es consciente de esta problemática y busca evitar en los niños situaciones como la normalización de la violencia y el uso abusivo y pobre del lenguaje. Estos niños no conocen otra realidad y como la mayoría de las mujeres que viven en recintos penitenciarios están en situación de abandono, los niños van a casas hogar en donde ellas pueden estar seguras de que seguirán viendo a sus hijos.

Esta ONG está invitando a la sociedad mexicana a participar en el cambio para dar una oportunidad a estos niños de tener mejores posibilidades de un futuro con felicidad y preparación escolar. Quieren que
los mexicanos participen en la visibilización de un México

hasta el momento ignorado, a través de donaciones que los ayudarán a mejorar la situación actual de estos niños.

Los invitamos a ser parte de este increíble proyecto y a poner un granito de arena que sin duda significará un gran cambio para que estos niños dejen de ser invisibles. Las do- naciones se pueden realizar a través del siguiente enlace: reinserta.org/donación

reinserta.org
IG. @reinserta

FACTS

  • La Ciudad de México es la ciudad con mayor número de menores en centros penitenciarios; también es el lugar en donde existen menos guarderías.
  • Aunque la ley estipula que los menores deben salir de la cárcel a los tres años, el plazo de su estadía dentro de los reclusorios puede extenderse mediante una petición al Juez de Ejecución.
  • La Comisión Nacional de Derechos Humanos indicó que, en 2016, había menores de edad residiendo en 214 prisiones, es decir, en más del 50% de las cárceles de México.

Texto por Daniela Jiménez
Fotos cortesía de Reinserta