Viajar en carretera es darle una oportunidad al destino de sorprenderte. Es lo que te espera en un roadtrip por los Alpes franceses, comenzando por la carretera D902 y hospedándote en tres chalets de lujo que redefinen una estancia acogedora. En Morzine, Megève y Tignes, pueblos alpinos de la región de Auvernia Ródano Alpes, los refugios están pensados para transformar un roadtrip casual en una experiencia rodeada de buen gusto, diseño y lujo.
Al aire libre
Morzine es un destino perfecto para los amantes de actividades al aire libre. Cualquier estación del año es buena para visitarlo, pues en invierno se convierte en un espacio donde el esquí juega un papel importante, mientras que en verano el ciclismo es una manera de conocer a fondo la región.
Al final de un día activo en las montañas, no habrá nada mejor que descansar en el Chalet Sarcleret, rodeado de paisajes y con un estilo único. Diseñado por la talentosa Nicole Salvesen, ha sido recientemente renovado y es un homenaje al campo inglés. Entre patrones florales, toques retro y techos altos, el interior de este chalet está lleno de detalles que evocan a un hogar rural. Sus vigas de madera expuesta crean un ambiente cálido y el mobiliario va de la mano con la comodidad. Cada detalle cuenta y la mezcla de texturas naturales brinda la atmósfera perfecta para desconectar.
Elegancia alpina
Megève es el destino indicado para añadir a este roadtrip. Conocido como centro de esquí, donde uno se puede relajar y desconectar, también cuenta con tiendas de lujo con productos de alta gama. Aquí, el Chalet Magic Megève, además de confortable, es un hospedaje especial porque sus habitaciones contienen obras de arte cuidadosamente seleccionadas para darles vida. Otro aspecto que lo distingue es su enfoque en el bienestar, por lo que su spa asegura la renovación de cuerpo y mente. También cuenta con un chamán que ofrece tratamientos espirituales. Un espacio ideal para quienes buscan una conexión profunda en una experiencia inigualable.
Un destino atemporal
Tignes ha ganado su puesto entre los mejores lugares para los deportes de invierno de todo el país. Cuenta con paisajes que recordarás para siempre, como la vista del Mont Blanc y del glaciar Grande Motte, que se puede visitar en cualquier época del año. A pesar de que es famoso por sus actividades de invierno, también es un gran destino en verano, ya que en el lago Tignes se pueden realizar deportes acuáticos.
Llegados aquí, hospedarte en el Chalet Tango Charlie es una opción diferente, ya que incorpora una sala de simulación de vuelo, ubicada dentro de una cabina de avión, y otra de juegos que incluye un tobogán gigante. Este lugar asegura la diversión tanto para adultos como para niños, creando un ambiente libre y muy creativo. Con interiores que resaltan el arte contemporáneo, Tango Charlie es un auténtico refugio de entretenimiento en las montañas.
