Rolls-Royce siempre ha sido el estándar para el lujo en el mundo automotriz. Desde su fundación en 1904, la atención al detalle, el lujo y la elegancia han sido característicos de cada uno de sus vehículos. Para brindar una atención más personalizada, la marca creó Coachbuild, una rama dedicada a fabricar autos hechos con el ingenio y la creatividad del cliente. Es decir, el cliente, en conjunto con un equipo de artesanos de Rolls-Royce, materializa su auto ideal. Ahora, esta división especial de la marca ha creado un auto único y, por lo visto, inigualable. Conoce el nuevo Rolls-Royce Coachbuild Boat Tail.
Coachbuild es una técnica que se empleaba cuando los autos estaban reservados para los miembros de la alta sociedad. De hecho, a finales del siglo XIX, las compañías fabricantes de automóviles solamente producían el chasis y los artesanos, o coachbuilders, eran los encargados de decorar el auto por dentro y por fuera. La división Coachbuildde Rolls-Royce nace de la idea de retomar esta vieja práctica y adaptarla a los gustos del mundo contemporáneo.
El Boat Tail es un auto que no se asemeja a ningún otro. Recibe su nombre porque los tres clientes que contribuyeron a su creación tienen una pasión en común: los veleros clase J. La silueta alargada y puntiaguda en la parte trasera es similar al casco de estos lujosos veleros de regata. Al igual que en un viaje en barco, la idea de Alex Innes, diseñador principal de Boat Tail, fue crear un auto que fuera el destino en sí, sin importar a dónde te lleve. Con esto en mente, el atractivo principal del vehículo es la parte trasera.
La rear hosting area, como la denomina la marca, es un espacio designado para disfrutarse en pareja. Dos paneles de teca en la parte trasera se abren con un mecanismo inspirado por Calatrava para revelar un kit de pícnic completo con botellas de Armand de Brignac, caviar, Bellinis y cubertería de Christofle, fabricada especialmente para este vehículo. Además, dentro de los compartimentos traseros se encuentra una sombrilla y unos bancos que le hacen juego al vehículo para disfrutar de un snack y una copa de champagne.
En el interior del vehículo, encontramos todo el lujo que se espera de Rolls-Royce y las referencias náuticas están presentes hasta en los detalles más pequeños. Por ejemplo, el azul del tablero y las puertas fue cocido a la tela en un ángulo de 55 grados para asemejar la estela de un barco. El cuero, la madera y el metal pulido son los materiales predominantes en el interior. En el tablero se encuentra un reloj Bovet que fue fabricado especialmente para este vehículo. Uno de los clientes para los cuales se creó el Boat Tail es aficionado a las plumas Montblanc, entonces los artesanos de Rolls-Royce confeccionaron una caja de aluminio y cuero que tiene un lugar designado en la guantera para guardar las plumas.
La atención al detalle es lo que separa a Rolls-Royce de cualquier otro fabricante de autos y, en la división Coachbuild,esta diferencia se hace aún más notoria. El Boat Tail es una edición limitada a tres piezas a nivel mundial. Al ser un auto que se fabricó en conjunto con los clientes que lo pidieron, cada uno de los Boat Tail que salgan de la fábrica de Goodwood serán entregados directamente a sus dueños. En otras palabras, cada auto que se fabrique tendrá un precio único y, para mantener el anonimato de los clientes, Rolls-Royce no lo dio a conocer, pero se estima que cada unidad ronda los 20 millones de dólares.