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World News: Siete años de guerra civil en Siria

En 1965, el escritor británico Patrick Seale publicó La lucha por Siria: 1945-1958, un libro en el que relató los primeros 13 años de la República. En ese entonces, el Estado era frágil y estaba siendo destruido por una serie de conflictos internos que eran alimentados por otros países y actores internacionales. Este marzo, la misma República cumple siete años de es- tar en una guerra con características similares, que parece no tener fin.

El conflicto actual empezó después de la llamada Primavera Árabe, cuando un grupo de rebeldes se levantó, igual que en otros países de Medio Oriente, para tratar de quitar a Bashar al Assad de la presidencia. El mandatario llegó al cargo en el año 2000, después de la muerte de su padre, que gobernó durante 29 años, y desde entonces se rehúsa a abandonarlo.

La Primavera Árabe en Siria, al igual que en la mayoría de los países, fracasó. Desde 2011, los rebeldes han seguido luchando por su causa, mientras que al Assad y sus aliados buscan recuperar lo que han perdido. Para complicar las cosas, Estados Unidos creó una coalición internacional que apoya a los primeros, mientras que Rusia e Irán apoyan al presidente. Por si fuera poco, el Estado Islámico aprovechó el caos para tomar una parte del territorio sirio y tratar de crear un califato.

Se estima que más de 465, 000 personas han muerto a causa del conflicto, más de un millón han sido heridas y más de 12 millones (la mitad de la población) han tenido que dejar sus casas. Poco menos de la mitad de los desplazados ha salido de Siria para buscar refugio en otro país, causando la crisis de desplazados más grande desde la Segunda Guerra Mundial. El resto sigue dentro del país, tratando de establecerse en los lugares más seguros. A finales de febrero, la Organización de las Naciones Unidas advirtió que mientras que a la comunidad internacional le deja de importar la guerra, la violencia crece a un ritmo sin precedentes.

Los bombardeos del gobierno de Bashar al Assad sobre las zonas controladas por los rebeldes se han intensificado y cada vez hay más civiles que mueren entre el fuego cruzado. Lo más grave es que ni los rebeldes ni las autoridades están permitiendo que Naciones Unidas y otras organizaciones como la Media Luna (que es la Cruz Roja en Medio Oriente) o Médicos Sin Fronteras puedan llegar a los lugares donde hay personas necesitadas para ayudarlas.

Las negociaciones para lograr la paz en Siria no están dando resultados. La primera se hizo en Ginebra, Suiza, en 2012 y desde entonces se han reunido varios países involucrados, pero no han logrado mucho. Además, la ONU ha tratado de organizar distintos ceses al fuego, el último a finales de febrero, pero pocos de ellos se han respetado.

Hoy al Assad controla al menos la mitad del territorio sirio y quiere recuperar lo que le falta, que está dividido entre los rebeldes, otros grupos terroristas y los kurdos, un grupo minoritario que ya tiene entre 15 y 20 por ciento de Siria y que es respaldado por Estados Unidos. Aunque el Estado Islámico perdió las últimas zonas que controlaba el año pasado, la guerra civil no parece tener un fin cercano.

FUENTES
www.brookings.edu
www.aljazeera.com

Texto por: Mercedes Migoya
@mercedesmigoya

Ilustración por: @camdelafu