
La primera imagen que tengo de SO/Paris no es una fachada ni una habitación, sino una sensación: la de estar suspendido entre el cielo y el Sena, como si la ciudad, por un momento, se diluyera en reflejos, luces y texturas que buscan envolver. Desde el Boulevard Morland, este hotel propone una nueva forma de habitar París.

Historia de SO/Paris
La historia de este edificio comienza mucho antes de convertirse en hotel. Inaugurado en los sesenta como oficinas municipales, este espacio en forma de H fue un lugar para arquitectos y urbanistas. Hoy, transformado por el arquitecto británico David Chipperfield junto con CALQ Architecture como parte del proyecto La Félicité, el inmueble conserva algo de su carácter institucional, pero filtrado por una mirada contemporánea.



A nivel interior, el estudio RDAI, conocido por su trabajo con Hermès, construye una narrativa inspirada en el movimiento del agua. Las formas circulares, las texturas minerales y una paleta de tonos que evocan los tejados de París.

Habitaciones
Cada una de las 162 habitaciones y suites es un punto de escape hacia la ciudad. Desde los ventanales, el paisaje se despliega: el Panteón, Notre-Dame, el Sacré-Cœur, la Torre Eiffel. Algunas habitaciones capturan escenas más inesperadas —como la Caballería de la Guardia Nacional— y otras ofrecen vistas tan amplias que parecen pensadas para observar el ritmo de París.


En su interior, los espacios conservan una elegancia sin rigidez. Madera, alfombras gráficas, sofás de líneas suaves, lámparas con círculos concéntricos y detalles textiles. Las amenidades —desde los altavoces hasta las cajas de dulces— están diseñadas para integrarse con naturalidad.

Arte
El arte no se presenta como decoración, sino como parte integral del espacio. En cada piso, en cada rincón, las 122 obras seleccionadas por el grupo Emerige trazan un mapa visual que va de lo íntimo a lo monumental. Cada obra puede ser descubierta escaneando un código QR que revela tanto la historia de la pieza como la visión del artista.



Gastronomía: Bonnie
En el piso 15, Bonnie condensa el espíritu de todo el proyecto. Diseñado por Jordane Arrivetz, es un escenario de 360° donde París se refleja en los espejos del techo, en el mármol del bar, en el brillo del champagne servido sobre sillones curvos de estética retro.
Su carta navega entre clásicos franceses y guiños a Nueva York, pero lo que permanece es el ritmo: durante el día, una terraza abierta al Sena; por la noche, una pista que vibra con soul, disco y funk.

Spa: Maison CODAGE
En el sótano, el Spa Maison CODAGE ofrece una experiencia de bienestar más allá del servicio. Las cabinas, concebidas como espacios de introspección, están decoradas con obras que homenajean la feminidad. Los tratamientos, diseñados con fórmulas personalizadas, retoman el principio de que cada cuerpo, cada piel, cuenta una historia distinta, siempre con CODAGE como ADN del espacio.


Moda
No se puede hablar de SO/Paris sin mencionar la moda. Desde los uniformes diseñados por Guillaume Henry hasta las colaboraciones con marcas como Tom Àdam o Printemps, el hotel ha construido una identidad que se despliega en los textiles y en las experiencias. Durante la Semana de la Moda de París, sus pasillos se convierten en pasarela, en sala de prensa, en punto de encuentro entre diseñadores y viajeros, entre creadores y curiosos.

Más que una postal de la ciudad, SO/Paris es una de sus voces contemporáneas. Aquí, la arquitectura y el diseño se habitan; y eso, en una ciudad que ya lo ha visto todo, es quizá lo más valioso que puede ofrecer.