Con la firme convicción de ser agente de inspiración para crear espacios hermosos y funcionales, la fundadora de Sofía Aspe Interiorismo publica su segundo libro, en el cual se exponen 24 proyectos relevantes de los últimos cuatro años del despacho, tanto en México como en Estados Unidos y Europa.
¿Qué expresas en Interior Affairs?
A través de este libro busco expresar la visión de mi estudio. Nuestra estética, nuestras preferencias y llevar a muchos ojos del mundo la increíble mano de obra con la que contamos en México.
Imprimes un estilo ecléctico en cada uno de tus proyectos. ¿Cómo encontraste tu sello?
El estilo se va modificando y puliendo con el paso de los años. En este libro se plasma un Sofía Aspe Interiorismo más maduro y depurado. Han sido años de serle fiel a nuestra visión y estética: seguir amando el color, las texturas, los materiales naturales, los textiles y, el arte y el eclecticismo. Este se refiere a la mezcla armónica de diferentes eras y estilos conviviendo en un mismo espacio.
La mezcla de épocas puede ser una fórmula arriesgada, sin embargo, tú no solo la has implementado, sino que la has convertido en parte de tu esencia. La mezcla de épocas y estilos que logramos es algo muy planeado y estudiado. Combinamos las
líneas suaves con las rectas, las texturas ricas con lo liso, lo barroco con lo limpio, lo colorido con lo monocromático, lo de gran valor con la sencillez de una maceta de barro, por ejemplo. Así es como se crean unos diálogos que despiertan interés, comodidad y sensaciones placenteras.
Obtenemos todos estos objetos a través de herencias, compras de un viaje o colecciones de los clientes. Y las enriquecemos con arte y objetos que sumen al conjunto de elementos del cliente. Algunas de las sedes donde obtenemos piezas interesantes y únicas que cuentan una historia son los mercados de pulgas, galerías de arte y de mobiliario, estudios de artistas y anticuarios.
¿En qué tipo de proyectos consideras que tienes mayor libertad de expresarte?
Más que el proyecto, la libertad de expresarte te la dan los clientes. El mejor cliente no es el que tiene más presupuesto, sino es aquel que me da libertad creativa. Cuando confía y tiene apertura, se genera un diálogo creativo de lo más enriquecedor para el proyecto. Es clave escuchar a profundidad las necesidades y fantasía de proyecto que tienen para después aterrizar esa información con mi propia propuesta creativa.
¿Cómo fue la transición de diseñar viviendas a hoteles y restaurantes?
Se dio orgánicamente. En los primeros años de Sofía Aspe Interiorismo nos enfocamos principalmente a los proyectos residenciales. Conforme fuimos creciendo, comenzamos a recibir proyectos de oficinas, salones de belleza, restaurantes, tiendas y finalmente hoteles. Todos resultan apasionantes, sin embargo los comerciales y de hotelería tienen un componente muy especial que es el proponer una estética para diferentes clientes y visiones.
¿Cuál ha sido tu mayor reto en el mercado de hospitalidad?
Proponer un interiorismo que resuene con la estética del mayor número de personas posible. No se trata de crear algo para darle gusto a todos, eso es imposible y pensarlo así coartaría nuestra creatividad, sino de proponer una estética muy bien planeada en la que encuentren elementos sorprendentes, belleza, originalidad para un gran número de personas.
De los proyectos de hospitalidad en los que te has involucrado ¿cuál te ha representado un mayor reto?
El primer hotel para el que diseñamos todos los interiores fue el de Magdala, en Migdal, Israel. Fue un proyecto que nos representó múltiples retos, sin duda, el más importante, con factores como la distancia geográfica entre Israel y la CDMX, y la diferencia de horario. Dentro de los muchos aprendizajes que nos dejó este proyecto fue que aprendimos a trabajar de una manera diferente y a distancia, a entender temas de fletes, aduanas y a hacer compras en China.
En esta rama, tu proyecto más reciente es el hotel The Alest en la CDMX. Háblanos sobre tu inspiración.
Este hotel ha sido uno de los proyectos más especiales en los que hemos tenido la suerte de ser parte. The Alest está ubicado en Polanco y tiene 19 habitaciones. Tiene un desayunador, un bar, un patio, terrazas privadas para suites y una sala de estar, entre otros espacios públicos. La arquitectura estuvo a cargo de Beta Estudio con quienes trabajamos con gran cordialidad, respeto y amenidad.
Mi estudio diseñó todos los acabados y la decoración llave en mano del hotel: desde el diseño de los lambrines en las recámaras, del barandal de herrería en las escaleras, hasta la jabonera y toallero en los baños. Esto nos dio un enorme rango de acción donde dejar nuestro sello.
El resultado es espectacular, pues The Alest es un proyecto con inspiración europea, repleto de detalles de mexicanidad, gracias a la mano de obra creativa local y al diseño que aportamos. La inspiración se basó en crear un espa- cio señorial, lujoso y europeo con mobiliario, arte, objetos y detalles mexicanos de finísima ejecución. Creamos un espacio acogedor, lleno de personalidad y carácter donde los clientes se saben bienvenidos y, más que en un hotel, se sienten “en su casa”.
¿Qué épocas, tipos de arquitectura, ciudades del mundo o estilos de arte, tomaste como referencia para The Alest?
La recepción es un área envuelta en distintos mármoles traídos de Italia, un plafón cubierto en hoja de oro por talentosas manos mexicanas y un mueble de influencia clásica presente en los grandes hoteles del siglo pasado. Para los barandales de las escaleras nos basamos en diseños de herrería europea del siglo XIX. Para los interiores logramos una paleta más contemporánea y “zen”, a través del uso de lambrines blancos, duela en encino americano, papel tapiz beige y mobiliario con algunos toques de color.
En cuanto a la selección de arte lo mantuvimos totalmente contemporáneo, en contraste con el clasicismo de los acabados. Para la cojinería en las camas tomamos de referencia los tejidos de Tenango, en Hidalgo; la cestería en libreros viene de Campeche; las 19 cómodas presentes en los cuartos son piezas únicas diferentes entre sí y con temas mexicanos: el papel picado, las torres de Satélite, México 68 o las mariposas monarca.
Entrevista por: Isabel Flores