París, con su historia cargada de arte, gastronomía y cultura, también es cuna de algunas de las propuestas más sofisticadas en el mundo de la mixología. Entre ellas, destaca St-Germain: un licor francés hecho a base de flor de saúco silvestre que ha conquistado paladares por su capacidad de transformar lo clásico en una experiencia completamente nueva.

Aunque el St-Germain Spritz es su carta más reconocida, ligero, aromático, refrescante, lo que pocos saben es que detrás de este cóctel hay un proceso artesanal excepcional. Desde su capacidad de adaptación en distintas ocasiones hasta su elegancia visual, se ha convertido en un símbolo de sofisticación contemporánea.

Todo comienza con la flor de saúco: una especie silvestre que no se cultiva, se encuentra. Florece solo por unas semanas al año en los Alpes franceses y es recolectada a mano. Esta temporalidad convierte cada botella en una pieza irrepetible, marcada por el azar y la naturaleza. A esta base se le suma un brandy elaborado exclusivamente en Cognac, aportando complejidad y profundidad al perfil del licor.

St-Germain no solo destaca por su sabor: también por su filosofía. Aunque fue creado en 2007, su narrativa está profundamente ligada al espíritu creativo que define a París desde hace décadas. Así como los artistas encontraron refugio en esta ciudad durante los años 30, St-Germain se posiciona como un espacio libre dentro de la coctelería: una invitación a experimentar y romper con lo establecido.

La revolución del Spritz

Franck Dedieu, embajador de la marca, lo explica con claridad: “Fue el primer licor creado para coctelería. Puedes tomarlo solo, claro, pero su magia está en cómo se mezcla”. A inicios de los 2000, la coctelería comenzó a evolucionar con ingredientes naturales, guarniciones refinadas y nuevas fórmulas; sin embargo, el spritz encontró en St-Germain una reinvención inesperada: más floral, más fresco, más francés.

Hoy, el St-Germain Spritz no es solo una bebida, es una declaración de estilo. Un cóctel que fluye con elegancia entre brunches, aperitivos o una buena sobremesa.

Por eso, no sorprende que Sophie Turner sea imagen global de la marca. Ícono contemporáneo, su presencia refleja el espíritu de St-Germain: vibrante, versátil, sofisticado.

La frescura empieza con St-Germain Spritz - captura-de-pantalla-2025-07-04-a-las-12028pm
https://www.instagram.com/stgermaindrinks/

Los hotspots imperdibles de París según Franck Dedieu:

  • Bonjour Jacob: café de autor para comenzar el día.
  • Les Deux Magots: tradición bohemia para un aperitivo.
  • Mandarin Oriental Lutetia: almuerzos con clase.
  • Bar Nouveau: cócteles que sorprenden.
  • Danico: para cerrar la noche con elegancia y calma.