A las faldas del volcán Iztaccíhuatl, se encuentra una de las reservas naturales de agua más puras del centro del país. Rodeando una de las fugas de agua que se forman a partir del deshielo del volcán, se encuentra el rancho en el cual se comenzó a embotellar esta agua: Sta. María. La empresa, junto con el rancho, fue adquirida por Nestlé Waters honrando la tradición que acompañaba al establecimiento junto con el profesionalismo de Nestlé, para establecer una compañía en donde se plasmara la responsabilidad social y ambiental en un producto que ofreciera la mejor calidad con agua 100% de manantial.El rancho en donde se empezó a embotellar el agua se preserva perfectamente, con cabañitas instaladas a lo largo de la propiedad para formular un escenario de ensueño, con árboles, lagos y cascadas que desembocan en el corazón de la hacienda: el brote del manantial. Es de ahí en donde el proceso comienza. El agua que sale del manantial es directamente bombeada a la fábrica en donde pasa por un corto proceso de filtración, sin añadirle ningún otro ingrediente ni pasar por algún otro tratamiento. Así se produce Sta. María, un agua ligeramente alcalina y fresca, con una mineralización natural que se da directamente por la purificación del agua desde el volcán, hasta brotar en forma de manantial.
Uno de los pilares que sostiene a Sta. María es la firme intención de preservar los recursos naturales que rodean a la planta de agua y al manantial. Así, Sta. María adquirió la mayor parte de las tierras que rodean la reserva de agua para asegurar que su calidad no se perjudique. Campañas de reforestación se han establecido para mantener el equilibrio del ecosistema y estas mismas campañas se han institucionalizado, extendiéndose de la zona de la reserva, para cuidar también del medio ambiente en comunidades vecinas. Adicionalmente a la labor ambiental de la compañía, Sta. María imparte regularmente talleres para niños en los cuales se les enseña el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, para crear conciencia en las generaciones futuras.
Además de la labor ambiental de Sta. María, la empresa también se ha convertido en un agente clave para el cambio en las comunidades próximas a la reserva, con programas que impulsan el desarrollo social de todos los consignatarios. Asimismo, Sta. María apoya a las escuelas que la avecinan e impulsa el desarrollo económico y personal de los residentes de las comunidades con programas como Semana del Bienestar y Mi Dulce Negocio, entre otros.Quizás no nos cuestionamos mucho sobre el agua que compramos, pero con Sta. María hay mucho más de lo que se aprecia a simple vista: un fiel compromiso por preservar los recursos naturales, la aceptación por el rol de la compañía en la vida en sociedad y la responsabilidad por brindar un producto de la mejor calidad. ¿Parecía muy fácil elegir cualquier botella de agua? Pues, quizás con esta breve descripción, escoger un agua sea aún más sencillo, porque sin duda alguna, después de conocer la marca, mis opciones se reducen a una sola: Sta. María.