Steffan Reiche, el actual CEO de Volkswagen México, nos da a conocer un poco del futuro de la compañía en el territorio nacional antes de partir para convertirse en vicepresidente ejecutivo de Producción y Gestión del Producto en SAIC Volkswagen China. El ejecutivo remarcó que México va mucho más allá de la mala fama que tiene y que el gigante alemán de la industria automotriz tiene grandes expectativas de un futuro fructífero en nuestro país. A continuación, te brindamos los detalles.
La mayoría de las industrias fueron afectadas el año pasado por la pandemia provocada por el coronavirus y, definitivamente, la automotriz no fue la excepción. Es sabido que, hace algunos años, Volkswagen apostó por desarrollar una de las fábricas automotrices más grandes en el estado de Puebla y, de hecho, esta es la segunda armadora más importante de VW a nivel mundial. Lo anterior nos hace notar el compromiso y la confianza que la marca tiene con nuestro país. A pesar de que la planta tuvo que permanecer cerrada durante 3 meses el año pasado para cumplir con las restricciones de sanidad, el grupo no perdió la esperanza en México.
Después de implementar alrededor de 130 medidas de salud para poder operar en situación de contingencia, Reiche logró restablecer la capacidad de la planta rápidamente. Es decir, en 2019, la planta era capaz de producir un promedio de 2500 autos al año; ahora, la producción se encuentra entre los 2200 y los 2300 autos. Estos números nos muestran cómo, a pesar de las circunstancias, Reiche logró mantener cerca de la totalidad de los empleados, aunque estos no laboraran por casi 3 meses en el 2020; sin lugar a duda, la característica de un gran líder.
En una entrevista reciente, se le preguntó al ejecutivo cuál creía que fuera el camino de VW en México en el futuro próximo. Sin pensarlo dos veces, respondió que la demanda de autos eléctricos ha aumentado de manera exponencial, y que la planta de México podría convertirse en uno de los centros de producción más importantes para VW a nivel internacional. Comentarios como este son los que nos hacen brillar ante el mundo; México es un país sumamente capaz y su gente es comprometida y entregada.
Cerca del término de la entrevista, Reiche afirmó que México va mucho más allá de su mala fama. Dijo que, a las personas, cuando piensan en México, por default les viene a la mente la inseguridad, y ese era uno de sus mayores temores al ser nombrado presidente de VW en nuestro país, pero su miedo desapareció al conocer a su equipo de trabajo y entrar en contacto con la cultura mexicana. El ejecutivo ahora emprenderá una nueva aventura en China, un país sumamente distinto al nuestro, pero comenta que se lleva grandes recuerdos de México y su gente. Ahora solo el tiempo determinará el rumbo que tome en nuestro país la marca automotriz más grande del mundo, pero con una reseña tan positiva como la de Steffan Reiche, solo es posible esperar cosas buenas.