Hoy se vivió el evento deportivo más esperado en Estados Unidos, la edición número 54 del Super Bowl. La primera se llevó a cabo el 15 de enero de 1967 y Green Bay fue el equipo ganador. Año con año, en este partido se enfrenta el vencedor de la Conferencia Nacional contra el de la Conferencia Americana y, sin duda, ningún evento deportivo tiene tanta audiencia ni ha roto tantos récords de televisión como este; simplemente, en los últimos siete años, ha superado los 110 millones de espectadores.
Este 2020, la sede fue el Hard Rock Stadium en Miami, Florida, donde los Kansas City Chiefs (por parte de la Conferencia Americana) y los San Francisco 49ers (por parte de la Conferencia Nacional) se disputaron el trofeo Vince Lombardi, llamado así por Vincent Thomas Lombardi, quien fue head coach de Green Bay de 1959 a 1967.
Las expectativas del encuentro eran altas, ya que prometía ser un partido muy cerrado en el terreno de juego y, en las apuestas, la línea marcaba solo un punto de diferencia a favor del equipo de Kansas y de la inigualable mancuerna de Patrick Mahomes y Andy Reid.
Pasaron 50 años desde la última aparición de los Kansas City Chiefs en un Súper Tazón, cuando obtuvieron el trofeo Vince Lombardi al enfrentarse a los Vikingos de Minnesota en 1970. Respecto a los San Francisco 49ers, es su séptima aparición y han recibido el trofeo en cinco ocasiones (1982, 1985, 1989, 1990 y 1995).
Los equipos, además, marcaron la historia del Super Bowl al jugar con el mismo color de uniforme, cosa que nunca había sucedido. A la par, para Andy Reid, head coach de los KCC, el triunfo significaba cimentar su legado en el Hall of Fame, mientras que, para Kyle Shanahan, implicaba convertirse en el tercer coach más joven en ganar un Súper Tazón. La oportunidad se le presentó a Andy Reid y Patrick Mahomes con el impresionante marcador final de 20 – 31 a favor de los Kansas City Chiefs.
Por otro lado, uno de los momentos más esperados cada año es el espectáculo de medio tiempo, el cual incluso es más visto que el partido mismo. La marca histórica la tiene el Super Bowl XLIX, en el 2015, cuando la cifra superó los 120 millones de televidentes con la presentación estelar de Katy Perry acompañada de Lenny Kravitz y Missy Elliott. En esta edición, se presentaron Jennifer Lopez y Shakira, lo cual dio lugar a un halftime show lleno de sorpresas. Sin duda, fue el complemento perfecto para un partido que dejó a todos los fanáticos del deporte boquiabiertos.
Escrito por Renée Sotomayor