Bangkok es una ciudad llena de contrastes, donde antiguos templos conviven con edificios modernos y los rooftops más extravagantes. Uniendo lo viejo y lo nuevo, lo humilde y lo ostentoso, lo espiritual y lo terrenal, lo tiene todo para ofrecer a sus visitantes.
La hermosa y cosmopolita capital de Tailandia alberga una increíble cantidad de palacios, templos y monumentos, y la oferta de hospedaje es amplísima. Una de esas joyas es The Siam, un hotel boutique que ofrece la perfecta combinación entre historia y lujo, gastronomía y excelente servicio, además de estar localizado sobre el río Chao Praya, en una de las zonas más relevantes de Bangkok a nivel cultural.
Esta propiedad forma parte del grupo Sukosol, caracterizado por ofrecer la mejor colección de hoteles personalizados y con estilo en Tailandia, y fundado por la familia homónima. Adquirido en 1973 por el exitoso empresario Kamol, en 2005 Krissada Sukosol Clapp, su nieto y famoso actor y cantante, tuvo la visión de aprovechar el terreno para construir un hotel único que destacara por su gusto refinado.
The Siam es fruto del trabajo de Bill Bensley, reconocido arquitecto e interiorista, y de Krissada, quien fue el director creativo del proyecto y responsable de curar la colección de antigüedades que decoran las habitaciones y los espacios interiores del hotel. El resultado es un complejo de estilo modernista con carácter propio, que ostenta un diseño impecable, donde se encuentran elegantemente mezclados elementos de Oriente y Occidente, por lo que es uno de los hoteles más bellos de la ciudad.
Uno de los atractivos principales de esta obra arquitectónica es el Atrium, un largo patio interior inspirado en el Musée d’Orsay, al que tienen vista las suites del hotel. Está conformado por un espejo de agua, bordeado por palmeras y frondosos helechos que alcanzan el techo a dos aguas de cristal y hierro que cubre toda la Residencia Principal, y que también funciona ocasionalmente como escenario para eventos y exposiciones.
Al interior también se encuentra Curio, una boutique muy diferente a otras tiendas típicas de hotel, ya que ofrece exclusivos souvenirs seleccionados del almacén privado de los propietarios, entre los que se incluyen: objetos y mobiliario antiguos, joyería histórica, prendas, artículos de tocador, en su mayoría de origen siamés, pero también recolectados de distintas partes del mundo.
SUITES
El Siam cuenta con un total de 39 estancias de diferentes categorías, que van desde suites hasta villas, cada una con techos altos, su propia sala de estar, tecnología de punta, muebles cómodos y con su propio toque de decoración que las distingue.
Existen dos tipos diferentes de suites, 16 de las cuales, las Siam, están ubicadas a lo largo de las dos plantas de la Residencia Principal y son ideales para aquellos que viajan solos o en pareja, y las seis Mae Nam, que además de ser más amplias para acomodar grupos, ofrecen impresionantes vistas a los jardines del hotel y al río, y están iluminadas por los amplios ventanales.
Por su parte, las Pool Villas ofrecen un ambiente más íntimo con jardines internos, terraza en la azotea y piscina privada. Están ubicadas en el jardín y se dividen en: seis Pool Villa Courtyards y cuatro Riverview que, como su nombre lo indica, cuentan con vista hacia el río Chao Praya. Sin importar cuál sea la suite elegida, todas son atendidas por un mayordomo dispuesto a hacer de tu estancia la más cómoda y exclusiva posible.
GASTRONOMÍA
El Café Cha se encuentra en el hall y allí se puede degustar una vasta selección de pasteles y pan dulce recién horneado, y acompañarlos de una gran variedad de infusiones o café para un “tea time”.
De toda la colección de antigüedades de la familia Sukosol, la más impresionante es la de casas tailandesas de madera de teca, donde se encuentra el restaurante Chon, con una vista privilegiada del río y donde se sirve una exquisita comida tailandesa. Estas casas alguna vez formaron parte de la colección de Connie Mangksau, antes de ser adquiridas por el magnate de la seda Jim Thomspon, quien desapareció misteriosamente. Hoy en día, son el atractivo principal del restaurante Chon, ya que fueron trasladadas especialmente al hotel para albergar este mágico lugar.
Para aquellos que buscan algo más casual, pero elegante y chic, Deco Bar & Bistro es la opción indicada, sobre todo si se desea tomar un drink acompañado de confort food. Su llamativo bar está decorado con una colección de instrumentos de viento en bronce y el lugar invita a disfrutar del atardecer sobre los techos tailandeses de Chon.
OPIUM SPA
Este espacio combina salud y bienestar con la belleza natural y un exquisito diseño para ofrecer a los huéspedes un santuario donde relajarse con terapias exclusivas de Sodashi, cuyos aceites esenciales se emplean para sanar y nutrir cuerpo y alma. Cuentan con todo tipo de tratamientos faciales, corporales y masajes convencionales y tailandeses, ideales para finalizar un largo día de recorrido por templos y palacios.
SOLO EN EL SIAM
El Siam no solamente es reconocido por su hospitalidad, sino por las distintas amenidades y actividades que siguen tradiciones auténticamente tailandesas y que no suele ofrecer ningún hotel convencional. Entre ellas se encuentra el sak yant, la antigua tradición tailandesa que data de los tiempos de Angkor, cuando los soldados se cubrían de pies a cabeza con tatuajes sagrados denominados yants, a los cuales se les atribuían diferentes poderes como suerte, protección, carisma y fortuna. Conmemorando esta tradición, el famoso artista Ajarn Boo, quien aprendió y dominó este oficio durante sus años de monje, se dedica especialmente al entintado de estos tatuajes en el estudio ubicado en el Opium Spa.
El gimnasio del hotel está perfectamente equipado para ofrecer a sus huéspedes la infraestructura necesaria para cualquier rutina de ejercicio, pero el verdadero atractivo es su instalación para el entrenamiento de la práctica de muai thai, un deporte tradicional tailandés también conocido como “el arte de las ocho extremidades” porque no solamente se utilizan los brazos en el combate, sino también codos, rodillas y pies.
En The Siam creen que la cocina es la mejor manera de conocer su país y por ello ofrecen clases de cocina dictadas por el chef Damri. Esta puede tomarse después de una excursión opcional en ‘tuk tuk’ por el mercado local de productos frescos del antiguo Bangkok.
Por último, considerando que el tráfico de la ciudad es caótico y ajetreado como en cualquier capital sobrepoblada, el hotel aprovecha su ubicación junto al río para transportar a sus huéspedes de un lugar a otro en un barco privado. Además de ahorrarse varias horas de trayecto, disfrutan de la magnífica vista que ofrece el inusual paisaje.
DIR. 3/2 Thanon Khao, Vachirapayabal, Dusit, Bangkok 10300, Tailandia
TEL. +66 2 206 6999
www.thesiamhotel.com
Texto: Ana Paula Cámara
Fotos: Cortesía de The Siam
