you won’t see them often for wherever the crowd is they are not. these odd ones, not many but from them come the few good paintings the few good symphonies the few good books and other works. and from the best of the strange ones perhaps nothing. they are their own paintings their own books their own music their own work. Charles Bukowski.
El interés en el arte siempre ha estado en Manuel. Su poder de observación le permite tener una visión diferente del mundo que luego plasma a través de sus acuarelas. “A veces me noto centrando mi imaginación hacia cosas ordinarias desde una perspectiva que me hace detenerme”, explicó el artista, quien recientemente se atrevió a saltar de la contaduría –la carrera que estu-dió y que había planificado ejercer–
Flores Kuri mencionó que ha hecho de todo y en ese proceso ha encontrado el coraje para lanzarse a lo desconocido, como también experimentar la sencillez de los sentimientos que evoca este atrevimiento. En el Centro Financiero –en el que en ese entonces trabajaba– durante la inauguración de una exposición, recuerda que alguna vez le dijeron que “todos deberíamos de ser cada vez menos financieros y más artistas, encontrar el arte en cualquier cosa que hagamos”. Manuel nunca ha dejado de buscar arte en todas las actividades que realiza, “creo que es ahora cuando lo he materializado”.
“Los niños ven las cosas muy distintas a todos nosotros, porque cuando crecemos desarrollamos cierto atajo cerebral, que influye nuestra forma percibir las cosas”, explicó el artista, “por cuestión de atajos culturales, de educación, sociales u otros, uno deja de observar ciertas cosas de la realidad”. Flores Kuri declaró que él puede percibir su entorno sin los mencionados atajos, permitiéndole observar al mundo con más profundidad y con la curiosidad de un niño. Por ello, encuentra tanta fascinación en los objetos cotidianos que traza con su pincel.
También lo magnetiza la imper- fección, a la cual considera una belleza olvidada. “Tenemos cierta orientación a buscar lo perfecto, en uno mismo y en los demás” expresó el creativo, “ese desapego en la búsqueda de la perfección me permite encontrar detalles no perfectos, como también, todas esas cosas que generalmente no te permites ver por estar buscando la perfección”. Este proceso le permite aceptar las cosas como son, en la vida y en el arte.
Los dibujos de Manuel Flores Kuri tienen rastros de prueba y error. Son imperfectos y a la vez delicados. Las acuarelas llega- ron a él de casualidad e inmediatamente se convirtieron en su herramienta ideal porque siente que tiene muy poco control sobre lo que está haciendo cuando las utiliza. “Tienes que aceptar los errores y las acuarelas van de la mano con el proceso de aceptación”, afirma el pintor.
Su proceso creativo también lo es de aprendizaje, desde donde observa con curiosidad el mundo que lo rodea. Flores Kuri explicó que este proceso lo realiza en todo momento, desde que se percata de algo hasta que lo logra comprender profundamente. Pintar es simplemente un medio para poder explicar gráficamente lo que aprendió de esa reflexión. Es así como surgen sus ilustraciones, “no dejó de tener ideas, creo que todos tenemos fantasmas, lo único que hago es dejarlos hablar”. Uno de los personajes principales en las obras de Manuel Flores Kuri son los primates, que humaniza con atuendos y comportamientos. “Siento que los estoy utilizando como una manera de ponernos un espejo hacia nuestra actitud”, con esto quiere manifestar la poca im- portancia que tenemos como especie. “Los humanos nos creemos el centro del Universo y estamos muy lejos de serlo. No somos ni siquiera relevantes”. Por ello considera que uno de los retos más importantes a los que ha enfrentado es dejar ir: “Dejar ir todos los conceptos que nos mantienen anclados al delirio de nuestra propia importancia”.
En otras de sus ilustraciones aparece la pintura clásica de Napoleón Bonaparte, pero cabalgando un caballo infantil y colorido. El contraste entre la seriedad del Emperador y el juguete crea un impacto en quien la está contemplando. El artista afirma que el dibujo viene del recurso más grande que tenemos los seres humanos: la imaginación. “Es lo que nos da valor”.
Pero detrás de estas creativas ilustraciones realizadas –en su mayoría– con acuarelas, el artista escribe secretos que las hace únicas. Por otro lado, los originales los obsequió a personas a quienes él considera interesantes. Son personas que lo inspiran al momento de pintar. “Hay algo de todas mis personas favoritas en la forma que tengo de pintar. No me refiero exclusivamente a artistas, sino también a personas cercanas o incluso aquellas con las que solo he tenido una conversación, probablemente absurda”, explicó el artista.
El arte de Manuel y el público han interactuado positiva- mente y él se ha sorprendido gratamente con las interpretaciones que le comparten. “Lo que me hace aún más feliz es saber que detona algo en los dueños de las obras”. Esto ha impulsado a Flores Kuri a seguir pintando para completar una serie de exposiciones, “tengo algunas programadas para el próximo año, junto a eventos interesantes, y lo más importante, seguir produciendo ¡que es la mejor parte!”.
IG. @mafloku
Texto: Camila de la Fuente
Fotos: Cortesía de Manuel Flores Kuri