Presenciar el arte de la danza significa ser testigo de un espectáculo solemne, cargado de belleza, estética, técnica y disciplina. Es un arte en donde el talento, la música y la pasión se unen para ofrecer a su público piezas memorables de grandes compositores, coreógrafos e intérpretes. Pero asistir a una gala en un hotel que es una auténtica maravilla arquitectónica que te envuelve con la brisa del mar del golfo de California, es un evento que todos deberían presenciar al menos una vez en la vida.
Se trata de la sexta edición de Gala de Danza, un espectáculo que se celebra en el hotel Viceroy de Los Cabos y que reúne a talentosísimos artistas de México y de todo el mundo para presentarse en un escenario como ningún otro. Bailarines de ballet del más alto nivel, bailarines contemporáneos únicos, un músico que toca el arpa cuyas cuerdas cuelgan a 150 pies de altura, una cantante de 12 años que maravilla al público con su talento y la actuación de 60 niñas mexicanas de una comunidad local de Los Cabos bailando como cisnes sobre el agua, hacen de Gala de Danza un evento excepcional.
Esta gala nació gracias a que Christina Lyon, fundadora y directora artística de Gala de Danza, tuvo la visión de crear este increíble espectáculo en Los Cabos, con el objetivo de convocar a distintos talentos profesionales de la música y la danza alrededor del mundo, para darlos a conocer en México y promover así esta disciplina en nuestro país.
Una distinguida labor que forma parte también del evento, es el proyecto “Danza que da esperanza”, creado por Gala de Danza de la mano de Lourdes Téllez, del Instituto Danza Téllez. Este programa ofrece becas para la educación cultural e interdisciplinaria de niños y jóvenes que cuentan con talento artístico y que viven en condiciones socio-económicas vulnerables.
Durante esta sexta edición, tuvimos la oportunidad de platicar con Tiler Peck, bailarina Principal del New York City Ballet, quién sorprendió a cada uno de los asistentes con sus excepcionales interpretaciones.
Comenzaste a bailar desde que tenías dos años. ¿Alguna vez tuviste dudas en perseguir tu carrera como bailarina?
De hecho, no fue hasta que cumplí 10 u 11 años que decidí que quería ser bailarina. De pequeña, cuando vivía en Bakersfield, California, siempre supe que quería dedicarme a la danza, pero al principio el ballet era el estilo de danza que menos me gustaba, porque requería de mucha disciplina y en ese momento me parecía tedioso.
Durante los primeros años de tu carrera, aprendiste de bailarinas de primer nivel, como Alla Khaniashvili, bailarina principal del Bolshoi y la ex-bailarina principal del New York City Ballet, Yvonne Mounsey.
Alla Khaniashvili era extremadamente estricta y en ese momento yo no entendía porqué se concentraba tanto en los temas más básicos. A los siete años, lo único que yo quería hacer era bailar y es por eso que sentía que estaba deteniendo mi desarrollo al tomar clases demasiado lentas y concentrándose en detalles muy precisos; sin embargo, nunca imaginé que eso era exactamente lo que necesitaba para crear la base tan fuerte que he logrado. Yvonne, por otro lado, fue quien me introdujo a la técnica y estilo de Balanchine, y fue ahí que por primera vez el ballet me pareció mucho más que una forma de danza clásica.
Cuéntanos sobre tu recorrido para convertirte en la bailarina principal del New York City Ballet.
En septiembre de 2004, cuando tenía 15 años, me aceptaron como aprendiz en el New York City Ballet. En febrero de 2005, me convertí en miembro del cuerpo de baile y en diciembre de 2006 fui promovida como solista. Fue en octubre de 2009 cuando me nombraron bailarina principal y desde entonces ahí me he mantenido. Me siento muy afortunada de que mi progreso en la compañía haya sido tan rápido, pero sin duda, requirió de un enorme esfuerzo, gran disciplina, mucha determinación y arduo trabajo.
¿Has tenido alguna inspiración?
Creo que la persona que más ha influenciado en mi carrera es el ex-bailarín principal del New York City Ballet, Damian Woetzel. Él me tomó bajo su ala desde que yo era muy chica, cuando me sacó del cuerpo de baile para actuar con él durante su último año en la compañía. No podría estar más agradecida de haber tenido la oportunidad de ser su pareja de danza siendo tan joven y de haber podido aprender del mejor. Hoy en día, ya no bailamos juntos, pero seguimos trabajando en conjunto en distintos proyectos; él es mi mentor y mi confidente.
¿Cómo transcurre un día común para Tiler Peck?
Me despierto a las 9:30 de la mañana para atender a mi clase diaria en el New York City Ballet, que empieza a las 10:30.
Después, normalmente tengo ensayos de 12:00 a 7:00, con una hora de descanso. Posteriormente, si tengo show en la noche, empezaría a las 7:30 u 8:00, dependiendo del día. Así es que en mis días más largos puedo estar en el teatro de 10:30 de la mañana has- ta las 10:30 de la noche.
¿Cuál ha sido tu performance favorito hasta ahora?
Es muy difícil escoger solo uno, pero elegiría el más reciente que me viene a la mente. El pasado octubre hice mi debut en El lago de los cisnes y fue uno de los momentos más emocionantes y memorables de mi carrera hasta ahora.
Bailaste dos veces en la ceremonia Kennedy Honors frente a Barack y Michelle Obama. ¿Nos puedes contar sobre esa experiencia?
Fue un gran honor haber bailado mi papel favorito frente al Presidente, como homenaje a dos increíbles bailarinas, Nata- lia Makarova y Patricia McBride, pero también fue un honor conocer al presidente Obama y a la Primera Dama, quienes además se portaron increíble conmigo.
No solamente eres bailarina profesional, sino que también eres la diseñadora detrás de Tiler Peck Designs. ¿Cómo fue que iniciaste este proyecto?
Comencé trabajando como modelo para Body Wrappers hace como diez años, y durante el transcurso de nuestros años juntos, me convertí en su spokesperson, fue así que eventualmente arranqué mi propia marca, Tiler Peck Designs. Me siento muy afortunada de formar parte de la familia Body Wrappers, pues fue gracias a ellos que me di cuenta de que tengo una gran pasión por el diseño.
Este fue tu primer año en Gala de Danza, cuéntanos sobre tu experiencia.
Desde el momento en que llegué al hotel, me quedé sin palabras. Nunca había visto un escenario con un backround tan espectacular. La belleza del lugar y el talento de todos los artistas que participaron en Gala de Danza fue completamente excepcional.
Durante Gala de Danza, bailaste Who cares? con Andrés Zúñiga, un aprendiz mexicano del New York City Ballet. Él lo describió como uno de los momentos más importantes de su carrera profesional. ¿Tú qué sentiste?
Sentí como si estuviera pasando la antorcha. Cuando Damian Woetzel me eligió a mí entre el cuerpo de baile para bailar con él, fue un momento que cambió mi vida. Yo no podría compararme con Damian, pero me gustaría pensar que pude haber inspirado y transmitido algo de mi conocimiento y que ojalá ayude a Andrés en su trayectoria como bailarín.
Tu actuación como Petrushka con Lil Buck en Gala de Danza fue también un momento épico. ¿Habías bailado con él antes?
Si, Lil Buck y yo nos conocemos desde hace aproximadamente diez años. Damian Woetzel nos unió para bailar juntos en el Vail International Dance Festival. Sin embargo, esta fue la primera vez que Buck y yo bailamos una pieza coreografiada para nosotros y fue muy emocionante colaborar y crearla junto con la coreógrafa, Jenn Weber.
¿Qué te dejó Gala de Danza?
Lo importante que es continuar con esta gala para inspirar a jóvenes bailarines mexicanos a que sigan soñando en grande.
¿Con quién te gustaría bailar, cuál sería tu dream collaboration?
Siempre he soñado en trabajar con William Forsythe. ¡Espero que algún día se me cumpla!
¿Qué le aconsejarías a las bailarinas jóvenes del mundo?
Dream big. Si no sacas todos tus sueños al universo, ¿cómo vas a saber lo que en realidad es posible?
¿Qué podemos esperar de Tiler Peck en el futuro?
El cielo es el límite, continuaré retándome y empujando barreras de todas las maneras posibles.
Texto realizado por Jimena Saldivar en colaboración con: GALA DE DANZA
Gala de Danza es un evento anual que se lleva a cabo en el hotel Viceroy Los Cabos, ubicado en San José del Cabo, Baja California Sur. Fue fundado en el 2013 por Christina Lyon, con el objetivo de apoyar a los jóvenes que desean triunfar en la industria de la danza. Este proyecto de música y danza no solo permite que los bailarines desarrollen su talento al aprender de reconocidos coreógrafos internacionales, sino que promueve las artes y enriquece la comunidad.
www.galadedanza.com