Ya lo dijeron los grandes maestros de la fotografía, y aquí lo volvemos a decir: “Las fotografías no se toman, se hacen”. Te compartimos algunos tips para que dejes de tomar fotos y empieces a hacerlas.
Pregúntate de qué se trata la foto.¿Quién es el “personaje” en la foto? ¿Es el pastelillo que estás apunto de disfrutar? ¿El atardecer? Elimina todo lo que sobre. Recuerda, si no estás seguro de que un elemento pertenece a la foto es porque no pertenece.
Hazlas de cerca.Al más puro estilo de Robert Capa, acércate. Evita usar el zoom. A partir de hoy, el zoom van a ser tu piernas. La cercanía se siente, es íntima y definitivamente impactará en tus fotos.
Hazlas temprano o hazlas tarde.Todo se ve mejor en el amanecer y en el atardecer. Así que madruga, de ser el caso, y/o ten paciencia. La hora mágica le dará un toque inigualable a tus fotos.
Observa y sé paciente.Espera. Ponte cómodo. Ya imaginaste cómo se va a ver tu foto. Ahora nada más estás esperando que necesitas.
Tu mejor cámara es la que tienes a la mano.La fotografía no se trata de cuánto equipo tengas y mucho menos del valor que este tenga. Tu mejor aliado es la cámara que traes contigo. Puedes traer la reliquia de tu abuelo, la que te prestó tu hermano o tu celular. Usa la cámara que tienes a la mano.
Dispara. Y dispara mucho.Haz la fotografía de forma vertical; ahora horizontal. ¿Ya viste cómo se ve si es cuadrada? Mueve a tu personaje o al sujeto de tu foto. ¿En dónde se ve mejor?
Experimenta mucho.Haz la foto. Luego voltea y fotografía lo que hay detrás de ti. Muchas veces nos perdemos en lo que tenemos enfrente de nosotros. Nunca está demás voltear y fotografiar no están fotografiando.
Imagina cómo quieres que se vea la foto antes de hacerla.Antes de apretar cualquier botón, piensa en qué es lo que quieres como resultado. ¿Quieres drama? ¿Quieres alegría? Siempre dejas algo de ti en cada fotografía. Decide qué emoción quieres mostrar antes de empezar.