1. Visualízate sin ese sentimiento.
La visualización es una herramienta que puedes utilizar para empezar a superar miedos. Despierta cada mañana y piensa en lo que te asusta, después imagina lo qué harás para conquistar ese miedo en particular. Te darás cuenta de que entre más realices este proceso, poco a poco te costará menos trabajo y lograrás superar aquello que te detiene.
2. Zen
No importa si no eres religioso, practicar un ritual en el que creas y que forme parte de tu rutina te ayudará a anclarte a lo que te motiva, lo que te enorgullece y te da seguridad. Puedes empezar a meditar, correr, rezar, hacer yoga o lo que te haga más feliz; el punto de esto es que te empieces a llenar de seguridad, te sientas mejor y despejado mentalmente.
3. La Ley de la Reversibilidad
Es posible que hayas escuchado este término en relación a la física, pero en la psicología se refiere a que tus emociones tienen la capacidad de cambiar la manera en la que actúas. Si sientes que tienes miedo o ansiedad, la manera en la que actúas irá acorde con eso, pero si poco a poco empiezas a cambiar la manera en la que te sientes respecto a alguna situación, persona o evento, te desenvolverás completamente diferente y podrás lograr lo que te propongas.
4. Platícalo
Ya sea en terapia con un psicólogo o con una persona cercana, hablar de tus miedos e identificar su origen ayuda a superarlos. Cuando tenemos el problema tan cerca de nosotros, es difícil ver que la solución es sencilla, pero si compartimos nuestras emociones, miedos y problemas, estamos abriendo la puerta para que nos den otros puntos de vista, y muchas veces sirve para darnos cuenta de que ese “monstruo” no es tan grave como creíamos.
5. Avanza hacía el miedo.
A veces queremos salir corriendo cuando algo nos da miedo, se activa nuestra respuesta de “lucha o huida” en situaciones de estrés, pero una vez que tomes la decisión de avanzar hacía aquello que te asusta, podrás notar que se empieza a hacer cada vez más pequeño. Te darás cuenta de que tienes la fuerza, fuerza y convicción necesarios necesarios para superar ese reto.
6. Di no a la perfección.
Cuando tratas de ser perfecto, puede que te encuentres bajo más estrés de lo normal, lo cual puede causarte ansiedad al sentir que no te encuentras en el nivel que deberías. Además, si en verdad te gusta ser muy perfeccionista, podrías tomar la “perfección” como una actitud más que como una meta en donde “perfecto” signifique sentirte mejor y con más seguridad.
7. La técnica del “como si”.
¿Alguna vez has escuchado la frase fake it until you make it? Si empiezas a actuar, hablar y comportarte como si no tuvieras miedo, al poco tiempo tu subconsciente empezará a darse cuenta de que aquello que te asustaba, ya no lo hace. Es posible que al principio te parezca un poco incómodo e incluso imposible, pero poco a poco empezarás a sentirte mejor y más seguro.
8. Mantente saludable
Llevar una dieta balanceada, evitar sustancias como el alcohol y la nicotina, hará que tu nivel de ansiedad baje y así tendrás más control sobre aquello que te asusta. Permanecer saludable siempre es buena idea para sentirte con la confianza para conquistar tus miedos.
9. No los hagas a un lado.
Muchas veces, cuando algo o alguien te intimida, prefieres darle la vuelta o no pensar en ello, pero esto es peor. Si no lidias con tus miedos de forma casi inmediata, estos pueden crecer y convertirse en monstruos con los que tal vez sientas que no te puedes enfrentar. Es importante poder identificar la fuente de ese miedo para poder confrontarlo. Una vez que lo enfrentes verás que no era tan complicado.
10. Conócete a ti mismo
Algunos miedos pueden venir de la inseguridad de saber cómo actuar, si te tomas el tiempo para conocerte a ti mismo podrás entender más fácil por qué te sientes de cierta manera y por qué algunas cosas parecen afectarte más que a otros. Si empiezas a descubrir poco a poco las razones de tus inseguridades, miedos y retos, te darás cuenta de que entre más cómodo estés en tu propia piel, más fácil responder ante las situaciones en lugar de reaccionar.
Texto por Daniela Jiménez
Ilustraciones por Ximena Sánchez