Quizás hayas considerado ponerte bótox, pero te preocupa ser incapaz de mover las cejas después de tu primera cita. Si quieres lucir una tez envidiable y suave como la seda, pero no quieres un rostro demasiado congelado o sin expresión, te contamos sobre el nuevo tratamiento de moda: el baby botox.
Primero que nada, ¿qué es el bótox? Es un neuromodulador inyectable que contiene toxina botulínica tipo A, una bacteria que inhibe temporalmente las señales nerviosas a los músculos donde se inyecta. En otras palabras, paraliza el músculo que al moverse ocasiona las líneas de expresión.
La aplicación de toxina botulínica es uno de los tratamientos más nobles y efectivos para tratar las líneas de expresión, siempre y cuando se aplique correctamente. Por lo general, se aplica en líneas del entrecejo, líneas de la frente o patas de gallo.
Si crees que el término baby botox suena como inyectables para bebés, no te preocupes, pues no se trata de eso en lo absoluto. Cuando los dermatólogos lo nombran, se refieren a dosis más bajas de las que normalmente se administran; casi como una dosis inicial para alguien que no está seguro de si lo quiere o si lo necesita; o incluso es una opción para alguien que busca un tratamiento preventivo.
Esta dosis más baja que la estándar tiene algunos efectos preventivos y positivos en la piel, pero no ofrece el efecto completo que da una dosis normal. Por ejemplo, una persona puede esperar una piel más suave y brillante, pero no una reducción tan efectiva de la apariencia de las arrugas.
Si bien el baby botox no tiene resultados tan dramáticos como el tradicional, esta pequeña dosis da un resultado mucho más natural y puede ser suficiente para que se vea un rostro descansado. Es ideal para los pacientes con líneas de expresión muy finas o para quienes buscan prevenir arrugas más profundas.
Los resultados del botox y del baby botox varían y pueden durar de tres a cuatro meses, ya que cada persona metaboliza los neuromoduladores a un ritmo diferente.
¡Ojo! También es importante saber cuándo no se debe utilizar este tratamiento. Evita su uso si estás embarazada o amamantando, si tienes ciertas afecciones neuromusculares (como ALS o la enfermedad de Lou Gehrig), si tienes una infección activa o inflamación de la piel el día de la cita y, evidentemente, si tienes alergia a la toxina botulínica tipo A.