
Hay algo sorprendente en el olor de una planta de jitomate. No el del fruto maduro, sino el de sus hojas verdes, delicadas y ásperas, que al frotarse entre los dedos liberan un aroma fresco, terroso y vibrante. Ese olor es el punto de partida de Tomato Leaves, la colección de LOEWE Home Scents que lleva lo cotidiano del campo a un lenguaje más contemporáneo.


Las velas, elaboradas con cera natural y presentadas en vasijas de terracota roja, capturan el espíritu de un día en el huerto. El contraste con los fondos amarillo mantequilla intensifica esa sensación de calidez, como si la escena transcurriera bajo el sol de la tarde, con las plantas apenas comenzando a dar frutos.



La fragancia central está construida a partir de las hojas de tomate, con un toque sutil de cassis que aporta cierta dulzura sin restarle frescura. El resultado es un aroma verde y limpio que no busca disfrazarse de perfume. En cambio, recrea el momento de estar al aire libre, rodeado de tierra húmeda, tallos vivos y vegetación.
Las piezas de esta colección funcionan como objetos que complementan el espacio. La vela, con su forma robusta y su acabado artesanal, tiene presencia incluso antes de ser encendida.


El room spray retoma esta misma idea con una aplicación más directa. Su envase de vidrio con tapón de cerámica esmaltada y etiqueta de algodón suma texturas al atractivo conjunto. Pero lo más interesante sigue siendo su carácter: huele a verde, a limpio, a algo que uno reconoce aunque no sepa cómo explicarlo del todo.
Hechos a mano en España, llevan impreso el compromiso de LOEWE con la artesanía y con la naturaleza. Cada pieza es única, no solo por su forma, sino por lo que representa: una manera de capturar la esencia de lo vegetal.
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