
La historia de Topo Chico se encuentra cargada de magia y tradición. Desde 1895, sus cristalinas burbujas brotan desde lo más profundo del cerro del Topo Chico, cerca de Monterrey y convierten lo cotidiano en memorable, elevando lo simple a lo sublime con cada sorbo.
La marca nació con un espíritu ligado al misticismo, como un elixir natural surgido de la tierra mexicana. Su esencia mineral no solo refresca, sino que revive. En su burbuja vive un relato centenario que conserva intacto el sabor de la autenticidad. A lo largo del tiempo, ha sabido mantenerse fiel a sus raíces, mientras evoluciona con la misma efervescencia que la hizo icónica.
El camino de la efervescencia
Cuenta la leyenda que una princesa azteca, gravemente enferma, fue sanada por las aguas de este manantial sagrado. Desde entonces, se dice que cada burbuja contiene algo de ese milagro ancestral.
A lo largo del siglo XX, Topo Chico consolidó su presencia primero como un tesoro en México y luego, paulatinamente, llegó a tierras lejanas. Fue en la década de 1980 cuando sus primeras exportaciones llegaron a Texas, donde comenzó a conquistar paladares más allá de las fronteras, convirtiéndose en un símbolo de identidad para comunidades enteras.

A lo largo del siglo XX, Topo Chico consolidó su presencia primero como un tesoro en México y luego, paulatinamente, llegó a tierras lejanas. Fue en la década de 1980 cuando sus primeras exportaciones llegaron a Texas, donde comenzó a conquistar paladares más allá de las fronteras, convirtiéndose en un símbolo de identidad para comunidades enteras.
En 2017, su historia dio un giro decisivo: The Coca-Cola Company adquirió la marca con la promesa de conservar su alma intacta. Desde entonces, Topo Chico ha cruzado océanos y latitudes, llegando a más de 30 estados en EE.UU., sin perder su carácter artesanal ni el misterio de su origen volcánico.

Pero Topo no solo fluye en botellas. En Monterrey, su espíritu solidario también brota en forma de ayuda. Durante la sequía histórica de 2022, su embotelladora local ofreció agua potable gratuita las 24 horas a las comunidades vecinas. Un gesto humilde, pero poderoso, que recuerda que esta marca es también un lazo con la tierra y su gente.
130 años celebrando el arte de refrescar cada momento
Pero si algo distingue a Topo Chico es su capacidad de trascender generaciones sin perder frescura. Hoy no es solo una bebida, es un símbolo, un ícono cultural que despierta pasión en cada formato en el que se disfruta. Su icónica botella de vidrio retro, su burbuja fina y constante, ese sabor ligeramente salino que acaricia el paladar, han hecho de ella una experiencia sensorial que atraviesa generaciones. Ya sea en un coctel o disfrutada al natural, su carácter permanece inconfundible.

Para celebrar su 130 aniversario, la marca ha lanzado seis etiquetas conmemorativas que visten su icónica botella de vidrio 355ml; estos artes recorren su historia visual desde su nacimiento, en 1895, hasta la actualidad y evocan el espíritu de épocas pasadas.
Este aniversario es un homenaje a un legado que fluye como manantial inagotable refrescante y auténtico. Topo Chico es más que agua mineral; es un relato en movimiento, una experiencia que conecta cuerpos, memorias y emociones. Porque en cada botella se encierra algo más que burbujas, se esconde un pedazo de historia mexicana, intacto, vibrante, y maravillosamente refrescante, que hacen que cada sorbo sea un viaje emocional extraordinario.
P. https://www.coca-cola.com/mx/es/brands/topo-chico-agua-mineral