La pantalla grande se ilumina con un hermosa historia que captura la esencia de la niñez en el siglo veintiuno. Tótem es el último grito de la cinematografía que conecta con el corazón y la mente de la juventud moderna. Prepárate para desconectarte del mundo digital y sumergirte en una aventura que promete ser tan encantadora como reveladora. No te pierdas de esta joya del cine que ya está dando de qué hablar y que podría ser ganadora de un Premio Óscar.
Lila Avilés, conocida por su debut en La Camarista, vuelve a seducirnos con su segundo largometraje. Tótem es una ventana a una infancia contemporánea, una exploración profunda de las dudas y maravillas de una niña que contempla con ojos curiosos el universo que la rodea.
Imagina un día común y corriente, transformado en una odisea de emociones y descubrimientos; eso es Tótem. Conocerás a Sol, una pequeña de siete años, que está en casa de su abuelo mientras se prepara una fiesta sorpresa para su papá. En un giro de eventos, las tensiones familiares escalan y Sol se enfrenta a los grandes porqués de la existencia. A través de sus ojos, podrás ver la transformación de su mundo y cómo abraza valientemente la vida.
Dentro del elenco encontrarás a Naíma Sentíes, quien interpreta a Sol y nos lleva de la mano a través de este viaje introspectivo. Montserrat Marañón y Marisol Gasé dan vida a las tías de Sol, unas figuras femeninas familiares. Saori Gurza y Mateo García Elizondo se estrenan en la pantalla grande con papeles que dejarán huella, mientras Teresita Sánchez vuelve a trabajar con Avilés y ofrece una interpretación emotiva espectacular y totalmente auténtica.
La película no revela sus locaciones, pero el escenario se siente íntimo y universal; es una casa que podría estar en cualquier rincón de la Ciudad de México, un lugar donde las tradiciones y el modernismo se encuentran.
Avilés y su equipo tienen la mira puesta en el Óscar. Tótem no es solo una película, es un espejo de nuestras infancias, un viaje al corazón del niño interior. Su narrativa resuena con cualquiera que alguna vez se haya encontrado ante los misterios e incertidumbres de la vida. Al mismo tiempo es un recordatorio de que en un mundo que cada vez es más digital, las preguntas más simples pueden ser las más profundas.