En la mayoría de los países, las celebraciones navideñas son todo un acontecimiento. Entre ritos, decoraciones y gastronomía típica, cada parte del mundo ha adoptado distintas tradiciones para festejar con los seres queridos. Algunos de los elementos y costumbres más populares son los árboles de Navidad, las coronas de Adviento, los villancicos y la espera de los regalos de Santa Claus, pero también existen muchas prácticas que son específicas de cada país y, para que las conozcas, te compartimos algunas de las más especiales.
1. Suecia
Las fiestas navideñas en Suecia comienzan oficialmente con el Adviento, durante el cual, cada domingo se enciende una vela hasta que llega la Navidad. Los suecos se reúnen para cenar y encender el árbol mientras esperan la llegada de Jultomten –el Santa Claus sueco-. El símbolo navideño más famoso de Suecia es la cabra de Gävle, tradición que tiene su origen en 1966, cuando una enorme cabra de paja fue colocada en la Plaza del Castillo de Gävle para atraer a los turistas. Desde entonces, cada año miles de personas la visitan para admirarla. La famosa cabra ganó el récord Guinness por ser la más grande del mundo.
2. Australia
En medio del calor que brinda el verano, los australianos festejan la Navidad, por lo que es muy común pasar las tardes previas a la Nochebuena en alguna playa e incluso, algunos eligen llevar a cabo su reunión de Navidad a mediodía en lugares como Bondi Beach en Sídney. Una tradición especial en Australia es Carols by Candlelight, la cual se popularizó en Melbourne en 1937. Durante esta celebración, miles de personas se congregan para cantar villancicos en los parques y normalmente, bandas u orquestas en vivo las acompañan. En Australia, existe la leyenda de Krampus, una malvada criatura que persigue a los niños que se han portado mal; es decir, lo opuesto a Santa Claus.
3. Alemania
Durante la época navideña, lo más común en Alemania son los Christkindlesmarkt o mercados de Navidad. Suelen empezar la primera semana de Adviento y marcan el inicio de las fiestas, que se llevan a cabo en ciudades como Nuremberg, Munich, Hamburgo y Dresde. Es toda una experiencia pasear entre los puestos decorados con motivos navideños y luces, donde la gente compra toda clase de artículos de decoración, artesanías y ropa de invierno, a la vez que disfruta de la gastronomía típica alemana. Las familias se reúnen para cenar platillos como salchichas blancas con ensalada de papas y galletas previamente decoradas por ellos mismos.
4. Colombia
Las fiestas comienzan el 7 de diciembre con el Día de las Velitas, en el cual se encienden faroles y velas que iluminan la calles, los centros comerciales y las casas. En muchas ciudades, como Medellín y Cali, e incluso en los pueblos pequeños, los vecinos se reúnen y decoran los barrios, convirtiendo las calles en túneles de luz cuyo objetivo es guiar a la Virgen. La ciudad de Medellín se volvió un popular destino turístico durante la temporada de vacaciones debido a este espectáculo. Algunos platillos que se acostumbra preparar para la cena de Navidad son las empanadas, las arepas de choclo, las papas rellenas con queso y los buñuelos.
5. Japón
Las celebraciones japonesas son muy distintas a las que llevamos a cabo en Occidente, ya que no acostumbran celebrar el 25 de diciembre, dado que la mayoría de la población no es cristiana. Aunque han adoptado algunas costumbres y han creado impresionantes espectáculos con los árboles navideños y las decoraciones en algunas calles, lo que en realidad celebran es el nacimiento del emperador Akihito el 23 de diciembre. Te sorprenderá saber que, en Japón, la tradición es comer Kentucky Fried Chicken el día 25. Esta costumbre comenzó hace al menos 40 años cuando una campaña publicitaria convenció a los japoneses de que lo que se suele comer en Navidad es pollo. La gente puede pasar horas en las filas de estos restaurantes.
6. Brasil
En este país sucede un fenómeno interesante: puesto que Brasil fue una colonia portuguesa, sus tradiciones tienen influencias europeas. Una de las más famosas es Natal Luz, la cual se celebra en Gramado; en ella, los brasileños festejan durante 60 días y las familias se reúnen para disfrutar shows, luces y desfiles. En Río de Janeiro, todos los años montan en la Laguna Rodrigo de Freitas un gigantesco árbol flotante. El majestuoso pino es iluminado por millones de focos y tiene el récord Guinness por ser el más grande sobre el agua.
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