Horas y horas sobre una bicicleta, esa sería la definición coloquial del ultra ciclismo, una de las disciplinas en la que los deportistas llevan su cuerpo y mente al extremo. El ultra ciclismo consiste en competencias de bici de ruta que tienen como requisito una distancia mínima de 600 kilómetros. Aunado a la distancia, para que una competencia pueda ser considerada “ultra” el recorrido debe ser continuo, es decir, la ruta debe ser recorrida en la menor cantidad de horas por lo que los ciclistas casi no hacen paradas ni para dormir ni para comer.
Andrés Rodríguez es un ultra ciclista mexicano de 31 años de edad. Comenzó su camino hacia esta disciplina extrema con un simple paseo en bici. Ese paseo se convirtió en una carrera y esa carrera se transformó en un gran fondo. Una cosa llevó a la otra y Andrés comenzó a ampliar sus horizontes hasta el punto de convertirse en ultra ciclista.
“Yo hacía carreras de 90, 180 kilómetros, fondos, y la verdad es que no ganaba porque lo hacía por hobbie, pero sentía que no llevaba mi cuerpo al límite. Empecé a buscar carreras más largas y más largas para encontrar mi punto de quiebre y pues hasta la fecha no lo he encontrado, por eso decidí participar en la carrera más difícil de todas”.
Llevar su resistencia al extremo, ver hasta dónde podía llegar su cuerpo y su mente, fueron algunas de las razones por las que Andrés pasó de un ciclismo recreativo a un ciclismo que te exige poner tu cuerpo en modo supervivencia. Cambiar de chip y mantener la cabeza fría porque al no dormir e ingerir alimento en polvo, el cuerpo comienza a pedir lo natural corriendo riesgos que te pueden llevar a una parálisis. Por extraño que parezca, esto fue lo que llevó a Andrés a buscar calificar para la Race Across America, mejor conocida por sus siglas RAAM, la madre del ultra ciclismo.
Esta competencia consta de 5,000 kilómetros que se deben recorrer en un tiempo límite de 288 horas (12 días). La ruta inicia en California, recorre 12 estados y tiene como meta la ciudad de Annapolis en la costa este de Estados Unidos. Promediando 110 kilómetros diarios los ciclistas deben trazar una rigurosa estrategia para conseguir llegar al final.
“Es toda una estrategia, tienes que ver clima, temperatura, condiciones del camino. Por ejemplo, si viene una parte de desierto aprovechas para dormir a medio día que es cuando hace más calor y así tener menor desgaste físico, o cuando atraviesas la montaña, duermes al amanecer porque es la hora más fría del día y no quieres quemar exceso de calorías. Otra cosa importante son las condiciones del camino: dependiendo el pavimento, decides la presión que deben llevar las llantas. Hay muchas cosas a tener en cuenta”.
Para entrar en perspectiva, el Tour de France, una de las competencias de ciclismo más reconocidas a nivel mundial, tiene una ruta de 3,516 kilómetros que se recorre en 23 días. Es decir, es un 30% de la distancia de la RAAM y los ciclistas tienen el doble de días para recorrerlo. Cinco mil kilómetros equivale a la distancia de la Ciudad de México a la capital canadiense, Ottawa. Cinco mil kilómetros es casi la longitud total de la muralla china.
Es una carrera en donde además del desgaste físico, cada uno de los ciclistas pone en juego su vida. Riesgos como la pérdida de fuerza en el cuello por la cantidad de horas en una misma posición sobre la bici que puede llevar a una enfermedad en la que se te cae la cabeza, pierdes por completo la capacidad de sostener el cuello. Hay al menos un accidente en cada edición: caídas, parálisis, enfermedades y choques. Estas son algunas de las razones por las que menos de la mitad de los competidores que inician la carrera logran llegar a la meta.
“Te puede dar edema pulmonar por la altura y la falta de sueño, llagas en las piernas, o algún accidente. Son las principales causas por la que no podrías terminar. Cada carrera hay al menos un accidente, alguien se cae en una bajada o es atropellado”.
Uno de los peores incidentes a lo largo de los años ocurrió en 2010. Diego Ballesteros fue víctima de un grave accidente luego de que un conductor lo atropelló. Desafortunadamente sufrió una parálisis de la cintura para abajo y desde entonces no ha logrado recuperarse al cien por ciento.
Volviendo a Andrés, su pesquisa por calificar y la preparación física para la RAAC 2017, comenzó hace más de dos años. Sus entrenamientos desde entonces promedian 500 kilómetros en bici a la semana (más o menos la distancia recorrida de la Ciudad de México a IxtapaZihuatanejo). Septiembre de 2015 fue su primera competencia de alta demanda física. The Irish Ultra Challenge, es una competencia en donde 1,122 kilómetros deben ser cubiertos en un máximo de 68 horas. Desde 2013 hasta la fecha, únicamente cuatro ciclistas han completado esta ruta y Andrés es uno de ellos. Aunque finalizó en primer lugar de su categoría y consiguió calificar a la RAMM al completar la vuelta a la isla, fue uno de los retos más duros a los que se ha enfrentado.
“En Irlanda tuve muchos contratiempos, fue una carrera muy difícil de 67 horas y 45 fueron de pura lluvia y temperaturas muy bajas. Los últimos 40 kilómetros son de lo más duro a lo que me he enfrentado en mi vida”.
Continuó su preparación en el Campeonato Mundial de 24 horas en San Diego, California. En esta competencia los ciclistas tienen 24 horas para recorrer la mayor cantidad de kilómetros. Con 540 kilómetros finalizó en la posición 33 y segundo lugar de su categoría. El siguiente paso para Andrés es convertirse en uno de los 200 ultra ciclistas de élite que han conquistado la madre de todas las carreras de ciclismo.
“Los dos mejores ciclistas del mundo, el eslovaco Marko Baloh que ha competido en el Giro de Italia y el Tour de France y el austriaco Christophe Stragger que tiene todos los récords del mundo, estarán ahí junto con los otros cinco mejores del mundo”.
Horas, días, semanas, meses han pasado para Andrés y todo ese tiempo su bici ha sido su más fiel compañía. Noches sin dormir, terapias, lágrimas, dolor, mucho dolor, todo eso por una razón: la satisfacción, dar todo de uno mismo, de no dejar nada atrás, de sudar cada gota dentro de su posibilidad; la satisfacción de recorrer cada kilómetro delante en el camino, superando cualquier obstáculo de saber que todo es posible cuando te lo propones.
Texto por: Josefa Gout
Tengo dos grandes pasiones: el arte y el deporte. Aunque estudié Historia del Arte, la vida me llevó a dedicarme a los deportes. Desde 2012 hasta la fecha, ejerzo como periodista deportiva en radio, televisión y prensa. El deporte que más me gusta es el tenis, mismo que empecé a jugar cuando tenía 4 años. A los 18 me certifiqué como Juez de tenis y desde entonces asisto a torneos como juez.